Garzón pide al CGPJ que no le suspenda y solicita la recusación de 3 vocales
Alega "interés personal", "enemistad manifiesta" y "coincidencia en funciones públicas" para pedir que se abstengan Fernando de Rosa, Gemma Gallego y Margarita Robles.
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón pidió al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que no le suspenda en sus funciones tras la admisión a trámite por parte del Tribunal Supremo de tres querellas en su contra. Además, solicitó que los vocales Fernando de Rosa, Margarita Robles y Gemma Gallego se abstengan en la toma de decisión sobre este asunto por la "enemistad manifiesta" que, a su juicio, le profesan.
Éstos son dos de los aspectos que recoge un escrito remitido al órgano de gobierno de los jueces. El texto pide la recusación de estos tres vocales si participan en el debate sobre su futuro. Garzón recuerda que no existe "ningún antecedente" de que el CGPJ "haya suspendido a un magistrado-juez por la mera admisión de una querella cuando el Ministerio Fiscal no advierte indicios de la comisión de un delito y cuando el fiscal ha mostrado formalmente su oposición a la suspensión".
Garzón recuerda en su escrito que el vicepresidente del CGPJ, Fernando de Rosa, fue miembro del Gobierno de la Generalitat Valenciana que preside Francisco Camps, "persona de la cual se dedujeron indicios de delito" en la instrucción que desarrolló en 2009 sobre la trama Gürtel. Tras poner de manifiesto la "amistad íntima" y la "relación de servicio" entre Camps y de Rosa y el "interés personal" del vocal en este asunto, el juez recuerda que "lejos de guardar la debida prudencia a la que su nuevo cargo le obligaba", el aludido realizó "una desaforada defensa de su antiguo jefe", a quien calificó "absolutamente honorable".
El magistrado también destaca la "enemistad profunda" que, a su juicio, le profesa Margarita Robles, ex secretaria de Estado de Interior, desde que ambos coincidieron en los años noventa en cargos del Gobierno de Felipe González. "Basta consultar las hemerotecas para recordar que para aquel entonces el Ministerio de Justicia e Interior mantuvo posturas encontradas con el Juzgado Central de Instrucción número 5", afirma tras recordar que en esta época instruyó casos como los de Roldán, los 'papeles de Laos', los fondos reservados o el GAL. El juez atribuye a esta "enemistad manifiesta" el hecho de que en la reunión del pasado 8 de febrero Robles propusiera la inclusión de los autos dictados por el Supremo en las causas que se siguen contra él en el orden del día de la Comisión Permanente del CGPJ.
Con respecto a Gallego, recuerda que fue la juez que instruyó la supuesta falsificación del informe pericial que, "con una notabilísima falta de consistencia", según Garzón, "intentaba vincular la posesión de ácido bórico en poder de un implicado en los atentados del 11 de marzo con anteriores aprehensiones de esta sustancia a miembros de ETA". El juez añade que, al sentirse "desautorizada por la Audiencia", esta vocal ha desarrollado "una constante persecución" de su persona "hasta un punto poco razonable y que muestra", a su entender, "una nula disposición para enfrentar de forma objetiva y serena" el estudio de su situación personal. "Sólo puedo entender esta manifiesta falta de objetividad en la enemistad que me profesaría esta vocal", resume.
En su escrito, el juez Garzón sostiene que su continuidad en el cargo no entraña "riesgo de daño para la Administración de Justicia" y que, por el contrario, "perturbaría de una forma extremadamente grave a los magistrados que, en la actualidad, están tramitando" las causas en las que está imputado, entre ellas la trama Gürtel. Del mismo modo, recuerda que la Fiscalía no sólo se ha mostrado contraria a la admisión a trámite de todas las querellas que se instruyen en su contra, sino que en el caso de la correspondiente a las fosas del franquismo ha presentado un recurso de súplica. Además, se ha manifestado en contra de su suspensión por ser "contraria a las garantías de independencia e inmovilidad" que exige el ejercicio de la función jurisdiccional.
A todo ello une que el Poder Judicial ha podido conocer a través de la inspección las tres querellas que el Supremo instruye contra él, "sin que haya observado en ninguno de los casos ni la más leve irregularidad disciplinaria ni, por supuesto, deducir testimonio".
En este sentido, Garzón hace un repaso a las tres investigaciones que hay abiertas contra él y señala que la relacionada con su instrucción sobre las desapariciones durante la Guerra Civil y el franquismo está impulsada oír "grupúsculos de extrema derecha" y responde "exclusivamente a motivos ideológicos nutridos en los baluartes de las ideologías totalitarias".
Sobre los cobros que recibió en los cursos de la Universidad de Nueva York, recalca la "nula relevancia punible de estos hechos" y añade que "fueron profusamente conocidos" por el Consejo. "Ya consta documentado que no pedí, ni gestioné, ni administré ni recibí dinero o cantidad alguna en metálico y en especie, directa o indirectamente, del patrocinador de aquellos cursos, y que mi decisión posterior de no admitir a trámite aquella querella contra responsables del banco, con los cuales ni me unía ni me une relación alguna, fue justa e incuestionable", dice.
En relación con la investigación por las escuchas a los tres cabecillas de la trama Gürtel, señala que el Supremo abrió su investigación a partir de una querella que "manipula gravemente los hechos", lo que ha provocado que el alto tribunal "no haya tenido un conocimiento exacto y real de las actuaciones cuestionadas". "Una vez que practique las oportunas diligencias, entendemos que procederá al archivo del procedimiento", confía.
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