Las Claves
Pilar Cernuda
La corrupción acecha a La Moncloa
La Fiscalía francesa estimó que una cincuentena de etarras sigue en la clandestinidad y mostró dudas sobre las intenciones de la banda, a la vista de las detenciones el pasado sábado de tres presuntos miembros, uno de los cuales acababa de hacer compras de material para la organización.
"ETA sigue cometiendo infracciones en Francia", constató la fiscal del Tribunal Correccional de París Fanny Bussac, durante un juicio contra cinco presuntos miembros del aparato logístico de la banda terrorista, al comentar el arresto el pasado fin de semana de otros tres supuestos activistas en una estación de ferrocarril de Joigny, a unos 150 kilómetros al sureste de París.
Bussac opinó que esas capturas ponen interrogantes a las verdaderas intenciones de ETA, pues los tres iban armados y uno de ellos, Jon Etxeberría Oiarbide, acababa de llegar de París en tren con material que había adquirido "para la organización".
La representante del Ministerio Público no se refirió al destino que se sospecha que tenía el material (en particular la resina de cristal, el epoxy y circoflex), sobre el que se ha especulado que podría servir para fabricar explosivos, pero también para labores de falsificación de documentos.
A Etxeberría Oiarbide lo esperaban al bajar del tren, con un coche robado, Iñigo Sancho Marco y Rubén Rivero Campo. Los tres detenidos debían ser presentados ante un juez antiterrorista, con vistas a su imputación y a su eventual ingreso en prisión.
La fiscal hizo un breve repaso de los pronunciamientos de la banda en los últimos tiempos y destacó que el comunicado de octubre sobre el cese definitivo de la actividad armada tiene carácter "histórico", resulta "muy positivo" y está cargado "de esperanza".
Tras indicar que quedan "varias decenas" de miembros en Francia, precisó que las estimaciones actuales son que hay "una cincuentena de clandestinos". También reiteró el mensaje de que, si ETA ha accedido a abandonar la actividad armada, ha sido por "debilidad" ante la presión policial y judicial.
En el proceso ante el Tribunal Correccional de París contra cinco presuntos miembros de la logística de ETA (dos de ellos están en busca y captura y fueron juzgados en rebeldía), una de las acusadas, Galder Bihotz Cornago Arnáez, leyó un texto de contenido político en el que reclamó un acercamiento de los presos de la banda al País Vasco antes de que se logre "una amnistía total".
Cornago Arnáez, condenada ya en 2011 en Francia a cinco años de cárcel por su pertenencia a ETA, insistió en que "para que la solución sea definitiva" los Estados francés y español "deben implicarse".
Dijo a modo de advertencia que "nadie debe engañarse: el único camino para construir una paz duradera es respetar el derecho y la palabra de la sociedad vasca".
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