Las Claves
Pilar Cernuda
La corrupción acecha a La Moncloa
El diario Financial Times critica este lunes en un editorial el procesamiento de Baltasar Garzón, que califica en el título de Ataque no merecido contra el magistrado español.
Según el periódico, el caso presenta todo el aspecto de "un intento políticamente motivado de difamar y acabar con la carrera de un valiente funcionario que ha combatido a terroristas y a los GAL (artífices de la guerra sucia contra ETA), ha luchado contra la corrupción y la tiranía".
Es un ataque "injustificado" que habla "muy mal del sistema judicial español, cada vez más politizado".
El principal cargo contra Garzón, agrega el diario, es que se ha excedido en sus funciones al investigar delitos contra la humanidad perpetrados por las fuerzas franquistas entre 1936 y 1939.
Según el artículo, el debate es "qué hacer con los restos. Distintos países -desde Sudáfrica a Chile, Polonia a Argentina- han encontrado distintas maneras de (hacerlo de) acuerdo a sus circunstancias. La manera de España fue una amnesia negociada de la transición pos-Franco, por lo cual los delitos de la guerra civil serían olvidados (y las pruebas dejadas enterradas o destruidas)".
"Pero eso ha negado un entierro decente a los republicanos derrotados, cuyos restos son exhumados de cientos de fosas comunes en toda España en virtud de la controvertida ley 'memoria histórica de 2007", subraya el periódico.
Pero Garzón, agrega, "fue más allá al abrir casos contra los autores franquistas, casi todos muertos, algo que ha indignado a la derecha, que argumenta que contraviene la ley de amnistía de 1997".
El FT dice que no puede haber una ley de prescripción en delitos contra la humanidad, y el problema es cómo equilibrar la Justicia y el juicio político.
"Garzón estaba respondiendo -como es su deber- a las peticiones judiciales de las familias de los muertos", dice el diario.
El problema es que la política en España, desde que los socialistas llegaron al poder después de los ataques de Madrid en marzo de 2004, se ha vuelto destructiva entre facciones, "pero esa no es una justificación para hacer que uno de los más distinguidos funcionarios públicos de España sea una víctima", concluye el FT.E
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