Fin de la doctrina Parot: ¿El principio del fin de ETA?

Se derogación abre varias incógnitas, entre ellas si se reactivará el proceso, en vía muerta, que se inició con el cese de la violencia de ETA.

Laura Camacho Y Sagrario Ortega/ Efe

22 de octubre 2013 - 19:55

Madrid/La salida de la cárcel de Inés del Río y la libertad condicional de Antonio Troitiño son la imagen de lo que va a representar el fin de la doctrina Parot. Pero su derogación abre varias incógnitas. Una de ellas es si se reactivará el proceso, en vía muerta, que se inició con el cese de la violencia de ETA. Veinticuatro horas después de que la Corte Europea ordenara la salida de la cárcel de Inés del Río, condenada a 3.828 años por 24 asesinatos, la imagen de esta etarra, una histórica del comando Madrid, envuelta en una ikurriña a las puertas de la prisión de Teixeiro ha simbolizado lo que el entorno etarra considera una victoria. A ella se ha unido, apenas unas horas después, la decisión de los tribunales británicos de conceder la libertad condicional a su compañero de comando Antonio Troitiño. Ambos protagonizaron en 1986 uno de los atentados más sangrientos en la plaza de la República Dominicana en el que fallecieron 12 guardias civiles. Lo que temía el Gobierno, que los etarras y delincuentes más sanguinarios salieran a la calle, se está cumpliendo, pero a nadie se le oculta que el Ejecutivo ya barajaba el peor escenario y que nada iba a poder hacer para evitarlo.

Fue este el argumento esgrimido por el Gobierno, que dejó la pelota en manos de los tribunales sentenciadores para ejecutar caso por caso, y a medida que les vayan llegando los recursos, la decisión del tribunal europeo. Una innegable última palabra del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) -su decisión ya no admite recurso-, por lo que la Audiencia Nacional no ha dudado y por unanimidad ha ordenado la excarcelación de Del Río.

Precisamente este tribunal tendrá que ver los recursos que el resto de etarras, más de medio centenar, afectados por la doctrina Parot presentará para reclamar su salida de prisión. Y como la Audiencia ha visto "clara y concluyente" el fallo de Estrasburgo, todo hace pensar que Del Río no será la única que disfrutará de la libertad en un plazo relativamente corto. Otro tanto harán previsiblemente las Audiencias Provinciales que condenaron y aplicaron la Parot a delincuentes con tres o más condenas, como a uno de los asesinos de las niñas de Alcàsser o al violador del ascensor.

Mientras tanto, el Gobierno no ha podido más que consolar a las víctimas del terrorismo y reconocer que, aunque este varapalo le duele, España ha refrendado el Convenio Europeo de Derechos Humanos y está obligada a cumplir lo suscrito y, por tanto, las decisiones de la Corte Europea. Consuelo que, de momento, no les ha servido de mucho, porque la asociación más combativa, la AVT que dirige Ángeles Pedraza, ya ha anunciado movilizaciones. Por primera vez con el Gobierno del PP, la AVT quiere sacar el domingo a la plaza de Colón de Madrid a cientos de ciudadanos indignados por la derogación de la Parot.

No beneficia nada al Ejecutivo de Mariano Rajoy que este colectivo se sume a las protestas ciudadanas que se han sucedido en esta legislatura y que se pueda abrir una grieta en la unidad del Estado de Derecho en la lucha antiterrorista, para la que la doctrina Parot, según el Gobierno, se ha mostrado eficaz. Y como esta doctrina, pensada para castigar más los delitos más abyectos, en palabras del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha sido finalmente tumbada, el Gobierno se aferra ahora a la baza de las reformas del Código Penal y de la que está en trámite para tranquilizar a la sociedad de que ningún asesino múltiple pagará igual que otro que haya cometido un solo asesinato.

No ha trascendido cómo han celebrado desde las cárceles el carpetazo a la Parot que ha dado Europa, en la que ellos siempre han confiado y a la que han acudido para externalizar sus demandas. Sin embargo, sí que ha quedado patente la alegría en la izquierda abertzale, extendida en cierta manera al Gobierno vasco, porque ven en este fallo un paso adelante en el proceso de paz, en vía muerta dos años después del cese definitivo de la violencia. La pregunta ahora es si ETA, que puede conseguir gracias a la sentencia que salgan libres muchos de sus presos históricos, dará instrucciones al resto de sus reclusos para que se acojan a los beneficios penitenciarios individuales y rompan con la disciplina marcada hasta el momento.

¿Qué influencia pueden tener estos históricos en una ETA derrotada policialmente pero que todavía no se ha disuelto ni entregado las armas? Es otra de las incógnitas que se abren ahora, como la de que si la resolución de Estrasburgo bastará para que la banda dé un paso hacia delante en el desarme. De todos modos, Interior ha advertido de que no cambiará sus políticas penitenciaria y antiterrorista y de que vigilará los recibimientos públicos de los presos que se liberen porque no consentirá actos de enaltecimiento. Habrá que esperar.

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