La FAES ve la secesión de Cataluña como un "absurdo y destructivo empeño"

La fundación FAES, presidida por el ex jefe del Ejecutivo José María Aznar, ha publicado un documento con veinte preguntas con respuestas sobre la secesión catalana en el que considera esta aspiración como "el más absurdo y gratuitamente destructivo empeño político, económico y social de la historia de Cataluña".

El documento, hecho público un día después de que se conociera que Aznar no participará en la Convención Nacional del PP del próximo fin de semana, expone una argumentación "sólida", según FAES, de los aspectos históricos, jurídicos, políticos, sociales y culturales presentes en el desafío catalán. Un texto respaldado por un trabajo previo de reflexión y debate que, coordinado por la Fundación FAES, se ha llevado a cabo dentro y fuera de Cataluña por académicos, políticos, economistas y miembros de la sociedad civil.

La fundación encabezada por Aznar da sus respuestas al porqué y al cómo de esta pretensión, así como al coste de la misma y al resultado previsible del proceso soberanista. FAES afirma que el documento, que también se ha editado en catalán, ha sido redactado desde "el convencimiento de que la secesión, si llegara a producirse, lejos de ser expresión de la identidad catalana, solo sería resultado de la fractura de esa misma identidad de los catalanes y de todos los españoles". Añade que "el proceso secesionista quiere presentarse como la máxima expresión democrática", pero, por el contrario, destaca que "suspende los criterios que definen lo que la democracia implica: Estado de derecho, instituciones representativas y pluralidad".

"Quiere ofrecer una cara amable y dialogante pero arranca con el España nos roba, retrata una historia falsa de agresión de España a Cataluña y alardea de europeísmo pero oculta que Cataluña quedaría fuera de la UE", añade el texto. Asimismo, recuerda que "se habla de un pretendido derecho a decidir sin aclarar que éste no existe y que, si existiera, no sería otra cosa que la habilitación para la ruptura unilateral de la integridad y la soberanía de la nación y el Estado". "Mientras se fabrica una memoria de expolios y agravios se olvida que las libertades y el autogobierno son posibles por la Constitución, no a pesar de ella", subraya el texto.

Para FAES, "el secesionismo no sólo no cabe en la UE por razones jurídicas, sino porque atenta contra el espíritu de todo el proceso europeo" y "la secesión es un proceso sin razones que se apoya en la invención de un agravio inexistente". "La consulta es inconstitucional e ilegal, y lo es en su fundamento, el derecho a decidir, y en sus procedimientos, con los que se ha querido extender la falsa impresión de que la consulta es posible, legal e inevitable", asegura la fundación del PP

Asimismo, advierte de que "debiera ser motivo de máxima alerta constatar hasta qué punto el secesionismo oculta y falsifica las consecuencias económicas de su proyecto e impone sus propios intereses políticos sobre los de los catalanes". "Hablar de expolio expresa un profundo desconocimiento y una grave despreocupación por la suerte de los catalanes, cuya vida cambiaría a peor de hacerse realidad la secesión", añade el documento, que afirma que la aventura secesionista es "un proceso para la quiebra económica y social".

Constata igualmente "una desproporción evidente entre los costes inmensos y ciertos a los que se sometería a los catalanes y los presuntos beneficios identitarios e intangibles". En el análisis de las consecuencias que tendría, explica cómo "la soledad y debilidad institucional y económica de la Cataluña escindida la convertirían en un territorio vulnerable e irrelevante en el plano internacional".

También destaca los efectos políticos negativos que tendría "sobre el conjunto de España, sobre el proceso de integración europeo y sobre las dinámicas que tienen lugar en todo el mundo". Tras las veinte respuestas a otras tantas preguntas, FAES ofrece una conclusión que recuerda que "los catalanes no participan de la reducción que hace el nacionalismo de la identidad" y "creen mayoritariamente que son complementarias las cosas que el secesionismo cree que son incompatibles". Asegura que catalán y español no han sido nunca términos excluyentes y, por ello, la pretensión de separarlos sólo puede ser traumática" con el resultado de "una Cataluña pobre, desgarrada -como lo estaría España- y aislada".