Editorial: La grave cesión de Pedro Sánchez a los soberanistas
EL préstamo de cuatro senadores del PSOE para que los partidos independentistas catalanes Esquerra Republicana y Democràcia i Llibertat puedan tener grupo propio en la Cámara Alta ha desconcertado no sólo a los propios socialistas y a otras formaciones políticas constitucionalistas, sino, sobre todo, a la sociedad española. Que el PSOE haya dado su apoyo para que dos formaciones que están en clara rebeldía frente a la Constitución y adquieran mayor visibilidad de la que le han otorgado las urnas se puede considerar como el mayor error político cometido hasta ahora por el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez. Un error que tendrá graves consecuencias tanto para la política nacional como para la vida interna de la propia formación.
Cuando todo el mundo pensaba que la política española había entrado en una vía de racionalidad y posibilismo con el pacto para hacer presidente del Congreso a Patxi López, Pedro Sánchez sorprende a la opinión pública dando un balón de oxígeno a dos partidos que ya han mostrado explícitamente su intención de romper España y de saltarse sus leyes fundamentales, además de no cesar en sus menosprecios a instituciones fundamentales de nuestra democracia, como son el Tribunal Constitucional y la Corona. Además, el hombre de Sánchez en el senado, Óscar López, se ha permitido insultar a la inteligencia de los ciudadanos al asegurar que el préstamo es una "cortesía parlamentaria" que entra dentro de la de los buenos usos institucionales y de la "normalidad democrática". Es cierto que en otras ocasiones se han realizado este tipo de componendas, pero también lo es que la situación política es hoy en día totalmente diferente debido al órdago de los independentistas catalanes. La mayor "normalidad democrática" se produce cuando se respeta escrupulosamente el veredicto de las urnas y no se hacen apaños de despacho como el que ahora tratamos.
Han sido los mismos barones del PSOE los primeros en dar la voz de alarma ante lo que se puede considerar un gravísimo error de Sánchez. Tanto el líder de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, como el de los aragoneses, Javier Lambán, ya han mostrado su oposición frontal a un acuerdo que favorece a los que quieren romper España. Por su parte, el PSOE andaluz ha sido un poco más cauto, pero es evidente su malestar y éste se explicitará con toda seguridad de una u otra forma. Una vez más, Pedro Sánchez ha vuelto a encender la discordia dentro de su propio partido.
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