Editorial: Un acuerdo que el PSOE no debería rechazar
EL acuerdo que han suscrito el PP y Ciudadanos como condición para apoyar la investidura de Mariano Rajoy merece que sea atendido por el PSOE. De las 150 medidas propuestas, un centenar es similar al otro acuerdo que Albert Rivera y Pedro Sánchez firmaron durante la pasada legislatura. Es más, algunas medidas que irritaron a los socialistas, como la eliminación de las diputaciones, han sido suprimidas. No se trata de un acuerdo excluyente, sino todo lo contrario. Donde los negociadores de Ciudadanos han puesto más empeño es en la parte dedicada a la corrupción y la transparencia. Se eliminarán los aforamientos, se apartará a los imputados por corrupción de los cargos públicos, se limitará a ocho el mandato del presidente del Gobierno y se introduce el delito de enriquecimiento ilícito, que es un supuesto que figura en gran parte de los códigos de los países europeos. De algún modo, la carga de la prueba se endosará a quienes se les descubra un patrimonio no justificado. Es interesante también la despartidización del Consejo General del Poder Judicial, así como la voluntad de actualizar la Constitución y reformar el Senado. Esto no es un programa de Gobierno, sino un compromiso para desbloquear una crisis institucional y el PSOE carece de argumentos para oponerse a ello. Carece de ellos porque su único discurso apela a una política de trincheras y a una crítica a la labor del Gobierno anterior. Si el PSOE quiere construir, debe sumarse al acuerdo; si realmente lo que le importa es apostar en otras elecciones, que mantenga el bloqueo. Pero no hay otras razones. El bloque económico no contiene elementos polémicos con los socialistas. Hay un compromiso de acuerdo con la comisión Europea, una reducción del número de contratos a tres y una mejora de las políticas sociales en educación, sanidad y dependencia. El IRPF bajaría sólo cuando se alcance el 3% de déficit público y el impuesto de sociedades se reformará para aumentar la recaudación sin un aumento de los tipos. Con este acuerdo, que Rivera y Rajoy formalizaron ayer sin tanta pompa como el de Sánchez, el presidente llegará mañana al Congreso con el apoyo de 170 síes, pero no bastará porque le faltan otros seis u 11 abstenciones. La buena noticia es que Rajoy se mostró favorable a volver a presentar su candidatura si falla esta semana e, incluso, antes de las elecciones del 25 de septiembre. Pocas excusas tiene el PSOE para justificar el bloqueo de España.
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