Editorial: 'Primeros y acertados pasos'

29 de octubre 2015 - 01:00

LOS partidos que defienden la Constitución y la unidad de España dieron ayer sus primeros y acertados pasos para intentar contrarrestar la virulencia que ya ha adquirido el desafío secesionista de Junts pel Sí y la CUP. En el Parlamento de Cataluña, Ciudadanos, PSOE y PP consiguieron paralizar temporalmente la resolución con la que las dos formaciones soberanistas pretenden dar el pistoletazo de salida de lo que llaman la "desconexión de España" y la proclamación de una "república catalana". En Madrid, casi simultáneamente, se reunieron para almorzar el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para dar un mensaje muy claro de unidad ante el desafío de los independentistas catalanes. El impecable comunicado ofrecido por la Moncloa tras el encuentro fue contundente, muy lejos de las medias palabras con las que, durante décadas, se ha tratado el problema catalán desde los diferentes gobiernos de la España. Según este texto, ambos líderes "han acordado trabajar coordinadamente en defensa de la Constitución, la unidad nacional, la soberanía nacional y la igualdad de los españoles".

Ya hemos comentado que la única manera de afrontar con eficacia el órdago independentista catalán es desde la unidad de las fuerzas que respetan la legalidad y que creen en el proyecto común de España. Por tanto, no podemos considerar más que acertados estos primeros gestos realizados por PP, PSOE y Ciudadanos. Sólo queda esperar que más pronto que tarde estos ademanes se traduzcan en acciones concretas, tanto de naturaleza jurídica como, sobre todo, de carácter político. Entre otros asuntos, habría que ampliar al máximo, pero sin desnaturalizarlo, este consenso en torno a la defensa de la unidad del país. Hay amplios sectores a la izquierda del PSOE, tanto en Podemos como en IU, que no comparten las medias tintas con las que estas formaciones están actuando en este asunto, temerosas de desaparecer del panorama político catalán, donde la izquierda más radical parece haberse decantado claramente por el independentismo.

En esta batalla por la legalidad y la unidad caben todas las sensibilidades políticas y es muy importante que ninguno de los partidos caiga en la tentación de hacer cálculos y estrategias pensando en las próximas elecciones generales del 20 de diciembre. Casi con seguridad, cualquier error en este sentido le acabaría pasando factura.

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