Pilar Cernuda
¿Llegará Sánchez al final de la legislatura?
El dimitido presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, ha asegurado que la "cruel y burda" persecución que asegura haber sufrido por la polémica de sus viajes a Marbella no surgió "de la noche a la mañana" sino que ha habido "una orquestación con una dirección" que finalmente ha conseguido que presentara su renuncia. "Es difícil pensar que una campaña de este tipo se ha podido organizar por generación espontánea. Una campaña que además ha sido burda, se ha metido en aspectos de la vida privada, en mi vida religiosa, en aspectos que defiende la propia Constitución y cada día se ha hecho una bola de nueve más grande" ha denunciado en una entrevista en la Cope.
En este sentido, ha asegurado que todo esto hace pensar que la campaña no ha podido surgir de la noche a la mañana. "Yo creo que ha habido una orquestación con una dirección" ha aseverado, para matizar, no obstante, que "no es más que una opinión" sobre la que no tiene "prueba alguna". Preguntado por los fines que habrían motivado el surgimiento de esta campaña "orquestada", Dívar ha asegurado que "el que se ha producido es muy claro: la sustitución del presidente del Consejo". Asimismo, ha denunciado que dicha campaña ha sido "cruel, desproporcionada en todos los sentidos y con ensañamiento", al tiempo que ha asegurado que "ha tenido aspectos de proceso paralelo. Me he sentido dentro de una persecución", ha confesado.
En relación con su dimisión, ha destacado que, "en principio, no pensaba dimitir" y que en realidad lo que ha hecho ha sido "renunciar que es la palabra que dice la ley". "Cuando vi que dentro del Consejo había una diversidad de pareceres entre los distintos miembros y que, por otra parte, se había llegado a una situación insostenible por la campaña, por la propaganda por las declaraciones que se hacían por un lado y por el otro y que en un momento determinado algunas asociaciones judiciales también pedían que dimitiese pensé que, si podía ser mi salida algo que facilitase el futuro de la institución, yo no sería obstáculo, no sería pared para ese sentir", ha argumentado.
Por otra parte, ha reconocido que quizás debería haber dado explicaciones antes y no haber guardado silencio tanto tiempo, si bien ha justificado que, como toda persona, "está sujeto a errores". "Si debí salir al paso en el primer momento... pues mire a lo mejor sí. Yo estoy sujeto a errores como todo ser humano y a lo mejor uno no se da cuenta de sus propios errores y tiene que ser aconsejado", ha espetado. "Ciertamente esto era distinto porque había ataques personales y tal vez debí salir al paso en su primer momento antes de que se hiciese esto tan grande pero, también, cometemos errores y es posible que esto haya sido un error mío", ha indicado. Como juez, Dívar cree que su deber era no opinar sobre procesos abiertos y así ha opinado que "las opiniones de los jueces tienen que ser sobre autos y sentencias.
Sin rencor ni animadversión
Dicho esto, ha aclarado que, aunque no sabe si el procedimiento, a su juicio, "completamente anormal" responde a una "venganza" del vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), José Manuel Gómez Benítez, "con toda sinceridad" no le guarda "ningún rencor ni animadversión". Además, ha vuelto a insistir en que "el dinero se ha empleado, siempre que ha sido público, en actos que tenía un carácter de este tipo, conferencias, semanas jurídicas...". "Aquellos que yo he usado particularmente o cuando me he quedado algún día más, los he pagado yo por mi cuenta y he presentado los recibos correspondientes en los que está perfectamente justificado", ha recalcado. "Luego se ha querido mezclar todo, se ha dicho que una cosa estaba envuelta en la otra, pero eran once viajes en cerca de cuatro años porque empezamos en el 2008 y terminamos en el 2012 donde, por cierto, todos los viajes y todos los gastos los pagué yo por mi cuenta", ha dicho. Finalmente, ha declarado que, "en algún momento", sí se ha sentido "solo" porque ha visto que "muy pocas personas" se han puesto de su lado "pero también reconfortado y auxiliado". "Muchas personas por la calle me han saludado, me han dicho que estaban conmigo, que estaban rezando por mí. Todo esto me ha reconfortado y me ha dado una mayor paz. En esto momentos, tengo estabilidad emocional", ha concluido.
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