El Congreso rechaza los objetivos de déficit propuestos por el Gobierno
PP y Cs alertan de subidas de impuestos y Unidos Podemos y los independentistas piden una nueva propuesta que negociar.
El Pleno del Congreso de los Diputados ha rechazado este viernes el acuerdo sobre los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública para 2019-2021 propuesto por el Gobierno de Pedro Sánchez, que van acompañados del límite de gasto no financiero para 2019, conocido como 'techo de gasto'.
El Gobierno no ha conseguido sacar adelante la nueva senda presupuestaria ya que solo ha recibido 88 votos a favor, los 84 diputados del PSOE y cuatro del PNV, frente a 173 noes del PP (134 diputados), Ciudadanos (32), UPN (2), Bildu (2), Foro Asturias (1) y Coalición Canaria (1) y el diputado de Unidos Podemos, Diego Cañamero, quien, según ha confirmado él mismo a Europa Press se ha equivocado. Se han abstenido de 86 diputados: 66 de Unidos Podemos, los cuatro de Compromís, los nueve de ERC y los siete del PDeCAT.
Durante su intervención en el debate de la nueva senda de estabilidad y el techo de gasto de 2019, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha criticado la política de "trinchera" y "pataleta" que rechaza la senda presupuestaria y las abstenciones porque supondrá un "daño gratuito" a la ciudadanía.
Montero ha criticado que el PP se empeñe en la "política del recorte", así como Cs en la de "no subir impuestos ni gasto", al que ha pedido que "no mienta", porque el Gobierno "no va a subir los impuestos ni a los ciudadanos, ni a las pequeñas empresas, ni a autónomos, ni a las clases medias".
Además, ha reprochado a Unidos Podemos y a los independentistas su abstención, porque "no es lo que los ciudadanos esperan de las fuerzas progresistas".
Presentará la misma senda en un mes
Pese a todo, Montero ha afirmado que el Ejecutivo configurará un proyecto presupuestario para 2019 y presentará en un mes la misma senda, descartando en declaraciones posteriores una modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que establece que, en caso de que las Cortes no aprueben el techo de gasto, el Gobierno deberá volver a remitir a las Cortes un nuevo acuerdo en un plazo máximo de un mes.
Sin embargo, en ningún momento establece que su aprobación sea imprescindible para la aprobación de un proyecto de Presupuestos Generales del Estado, el cual debe ser remitido por el Gobierno a las Cortes antes del 30 de septiembre, según recoge la propia Constitución.
El Ejecutivo ya avanzó que para este año 2018 augura un déficit del 2,7% del PIB, cinco décimas por encima del objetivo comprometido con Bruselas, y actualizó la senda de estabilidad presupuestaria estimando un déficit del 1,8% para 2019, cinco décimas más que la previsión del Gobierno de Rajoy, del 1,1% en 2020 y de cuatro décimas en 2021, frente a las tres décimas y el superávit, respectivamente, previstos por el Ejecutivo del PP.
PP y C's ven unos objetivos "perjudiciales"
El diputado del PP, Jaime de Olano, ha explicado que el rechazo del PP a la senda de estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez porque considerar los objetivos "perjudiciales" para los españoles, y ha defendido que las cifras reflejan que España "ha superado la crisis" con las políticas del PP.
Olano ha criticado que los socialistas hayan decidido abandonar esa política y hayan dado paso al incremento de gasto, que ha descrito como un "despilfarro", y de los impuestos, así como su "aversión" a la disciplina fiscal con unas políticas que "destrozan la vida de muchas familias a las que condenan al paro".
Ha calificado de "tramposo" el techo de gasto propuesto porque "no es verdad" que se haya acordado la senda con Bruselas y se "esconde" una subida de impuestos, que cree que provocará un "frenazo" en la recuperación, y ha advertido de que permitir que las comunidades autónomas se endeuden en 2.400 millones más "no es sostenible".
De su lado, el diputado de Ciudadanos Francisco de la Torre ha rechazado la senda porque conlleva "más déficit, más deuda, más gasto y más impuestos ahora y en el futuro". "Es el abandono del control del gasto, de la estabilidad presupuestaria y el aperitivo de una enorme subida de impuestos que lastrará el crecimiento", ha apostillado.
Por ello, ha dicho a la ministra que no cuente con su formación para subir impuestos porque les costó mucho "convencer a Rajoy y Montoro de que había que bajarlos". En cualquier caso, ha dejado la puerta abierta a que se puedan negociar unas nuevas cifras de estabilidad presupuestaria.
"Una invitación a negociar"
La mayoría de los grupos que se han abstenido ha instado a Montero a que lleve a cabo una mejor negociación y a modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria para evitar que el Senado pueda vetar los objetivos de déficit.
El diputado de Podemos Txema Guijarro ha explicado que la abstención de su grupo "no es un no" sino una "invitación franca" a que el Gobierno haga a partir de ahora las cosas mejor, es decir, a que se siente a negociar una senda de déficit y un techo de gasto que sí defienda a la mayoría social, y reforme la ley de estabilidad presupuestaria para evitar el veto del PP en el Senado.
"No están en condiciones de servir lentejas", ha avisado Guijarro, tras reprochar al Gobierno el haber optado por buscar el visto bueno del "custodio de la llave" de la aprobación de la senda de estabilidad, es decir, el PP, en lugar de plantear una reforma de la ley "para salir del bloqueo".
A su vez, el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, ha criticado duramente las cifras planteadas por el Gobierno, al considerar que "criminalizan el gasto público" y "apuntalan la estrategia de desmantelamiento de lo público". "Nos van a encontrar siempre luchando contra la austeridad. No vamos a comprar los recortes", ha avisado.
Desde ERC, Ernest Margall ha señalado que la senda del Gobierno supone un "pequeño respiro" pero es "insuficiente", ya que en los últimos años las CCAA han hecho un esfuerzo "enorme" de contención del déficit público a costa del Estado, y se ha "castigado" a los ayuntamientos. "No responde a las necesidades de las administraciones catalanes y podría haber sido firmada tranquilamente por Montoro", ha enfatizado.
De su lado, la diputada del PNV Idoia Sagastizabal ha respaldado la nueva senda en pro de un "clima de respeto" y una oportunidad de acercar posturas para conseguir una aplicación de la normativa "más racional, ajustada a la realidad y para lograr el equilibrio de las cuentas y un crecimiento más equitativo".
Ferran Bel, del PDeCAT, ha recalcado que cuando un grupo tiene 84 diputados de 350 tiene que "consensuar y luego aprobar", por lo que ha pedido al Gobierno que sea "modesto" y haga "autocrítica". Ignasi Candela de Compromis también ve "insuficiente" la senda para recuperar la autonomía financiera, pero se ha mostrado la disposición de la formación valenciana al diálogo, para que su abstención se convierta en un sí en septiembre.
El diputado de UPN, Íñigo Alli, ha justificado su 'no' porque "no es momento de gastar más" y ha dicho que si se llevan a la Cámara propuestas concretas de dependencia, inclusión social o discapacidad encontrarán a su formación con "ganas de negociar y pactar", mientras que Isidro Martínez Oblanca (Foro Asturias) se ha opuesto al techo de gasto porque supone "empobrecimiento y hundimiento del empleo".
Entre tanto, Ana Oramas de Coalición Canaria y Pedro Quevedo de Nueva Canarias han coincidido en reclamar una modificación de la regla de gasto para que las CCAA cumplidoras tengan margen de gasto.
El diputado socialista José Javier Lasarte ha defendido que es una senda "buena para España, pactada con Bruselas y no se entiende que los partidos castiguen a los ciudadanos con su rechazo", cuando supone una mayor disponibilidad de 6.000 millones gracias a la relajación de cinco décimas del objetivo de déficit.
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