Ciudadanos mantiene su nombre tras la refundación pero cambia de logo
España
La formación abre una nueva etapa en medio de un año electoral clave para su supervivencia, con un modelo de organización bicéfalo
Arrimadas se despide con recados a Bal por intentar quebrar la unidad en Ciudadanos
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MADRID/Ciudadanos abre una nueva etapa en medio de un año electoral clave para su supervivencia, con un modelo de organización bicéfalo y hasta una nueva imagen corporativa, y que empieza con una ruptura entre el nuevo equipo y Edmundo Bal que ambos se aplican en superar, al dar por zanjada la pelea.
Con la VI Asamblea de Cs, que se ha clausurado en el espacio La Nube de Pastrana, los naranjas culminan la refundación del partido, que ha incluido la renovación de su marca, y con la que esperan dar la vuelta a la mayor parte de los sondeos electorales, que vaticinan un fracaso definitivo en los comicios municipales y autonómicos de mayo.
También confían en que el tremendo choque que han protagonizado los de Bal con la candidatura oficialista ganadora, que lideran Patricia Guasp y Adrián Vázquez, se supere de verdad como así es la voluntad del todavía portavoz adjunto de Cs, quien ha dado por superado el choque, valorando la "generosidad" del nuevo equipo al integrar un total de 40 consejeros (incluido él mismo) en el nuevo Consejo General, máximo órgano de gobierno entre asambleas.
Eso es algo que no había sucedido antes, con direcciones anteriores, aunque nunca una candidatura perdedora había tenido un apoyo tan rotundo como el que ha obtenido Bal (39,3% frente al 53,2%).
Inés Arrimadas, un referente político en la historia del partido, como la ha descrito Guasp en su discurso como nueva líder de Cs, seguirá al frente del grupo parlamentario en el Congreso, mientras que la Ejecutiva decidirá esta semana qué papel tendrá Bal y si se mantendrá como portavoz adjunto, algo que los suyos dan por hecho.
La primera intervención de Patricia Guasp como portavoz política ha dejado claro, sobre todo a Alberto Núñez Feijóo, que los principios naranjas "ni se compran ni se venden" y lo ha hecho delante del vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Pedro Rollán, que ha acudido a la clausura de la Asamblea como invitado.
Crítica con Vox
En medio de la disputa por los restos de Ciudadanos en este año electoral, Guasp también ha sido bastante crítica con los de Vox, mucho más de lo que fueron sus predecesores, Rivera y Arrimadas, al cargar contra "la derecha identitaria ultra y populista que añora una España que nunca existió", marcando una distancia clara con los de Santiago Abascal y reafirmando el giro en la estrategia que se siguió desde 2019 con Albert Rivera.
El primer presidente naranja decidió entonces que el PP era su prioridad a la hora de llegar a acuerdos y no dudó en conformar gobiernos con el apoyo de Vox, los de Madrid, Andalucía y Murcia (el de Castilla y León no dependía de sus votos). Cuatro gobiernos autonómicos que han perdido en su totalidad y además ya ni siquiera están en los parlamentos madrileño y andaluz.
Ahora tienen todas sus esperanzas puestas en que todo este proceso de refundación que han cerrado ahora sirva para reconectar con su electorado y poder mantenerse a flote. A su favor unas cuentas saneadas, con once millones en caja, que les da un respiro para afrontar sin problemas las elecciones de mayo y las de diciembre.
Tienen también el apoyo decidido de los liberales europeos, como han demostrado las intervenciones en la VI Asamblea de Stéphane Séjourné, líder de Renew Europe, en el que está integrado Cs, y del secretario general del partido de Emmanuel Macron, junto a Timmy Dooley, presidente del Partido Liberal Europeo (ALDE)
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