CiU constata avances pero pide gestos al Gobierno

El líder de UDC y portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran, dijo ayer celebrar la "apertura de diálogo" que protagonizaron el pasado miércoles los presidentes del Gobierno, Mariano Rajoy, y de la Generalitat, Artur Mas, tras un "semestre muy negro". Duran hizo balance de la actividad política desde inicio de año, y consideró que sólo puede ser "obligatoriamente crítico" en los diferentes ámbitos: económico, social, fiscal, cultural y también en lo relativo a Cataluña.

Sobre esta última cuestión, Duran contempla con satisfacción la apertura de diálogo tras la reunión que este miércoles mantuvieron el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Artur Mas, que cierra un semestre que ha sido "muy negativo" en la relación entre ambas partes.

Atribuye Duran este empeoramiento a medidas aprobadas por el Estado, como la reforma educativa y la de gobiernos locales, por los retrasos en el pago del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), porque no se permite a la Generalitat un mayor techo de déficit y por las bajas inversiones del Estado en obras públicas en Cataluña.

"Desde que manda el PP, Cataluña es una de las comunidades donde más ha caído la inversión estatal", aseveró Duran, que también cuestionó la privatización de Aena que promueve el Gobierno y las invasiones de competencias en el ámbito del comercio.

Desde Barcelona, el secretario general adjunto de CiU, Lluís Corominas, urgió al Estado a una "reacción" ante las 23 reclamaciones que Artur Mas trasladó a Rajoy, asuntos que "aprisionan" a una sociedad catalana que "no puede esperar más" porque necesita notar los efectos de la incipiente recuperación económica.

En declaraciones a Efe, Corominas advirtió que la federación nacionalista hará un "control político" de estos 23 asuntos, que son "prioridades" del Gobierno catalán, aunque sin explicitar un calendario.

Para el también vicesecretario de Coordinación Institucional de CDC, no todo lo que sucede en Cataluña es una cuestión de "esteladas -bandera independentista- y reivindicación del proceso" soberanista, sino que también existe una reclamación de que el Estado responda a la "voluntad política" de Cataluña en otros ámbitos diferentes a la consulta.

En este sentido, el dirigente convergente reclamó a la Administración central "una sacudida", porque "no puede ser que amparándose en un no al proceso soberanista haya un no a todo lo otro", por lo que debe haber "una reacción porque la sociedad catalana está sufriendo".

El dirigente nacionalista remarcó que hay datos macroeconómicos que apuntan a una recuperación económica pero, por culpa de estas 23 reclamaciones, la sociedad catalana no puede ir, a su juicio, al "ritmo que debería" para notar los efectos positivos.

Corominas cree que estos puntos, del ámbito económico, social, lingüístico, cultural y de infraestructuras, mantienen a Cataluña "aprisionada", sin poder "moverse" ni "decidir" sobre ámbitos claves.

En este contexto, el dirigente de CiU reclama un trato "bilateral" por la "singularidad competencial" de Cataluña y porque hay una parte importante de la sociedad catalana que rechaza el trato "unitario y lineal" que, a su juicio, practica el Estado "sin tener en cuenta la realidad catalana".