PSOE y PP se revitalizan a costa de los nuevos partidos
Pulso social y político de Metroscopia
El bipartidismo capitaliza la llegada de Sánchez a La Moncloa y la elección de Casado como líder popular l C’s cae al tercer puesto mientras que Podemos se queda a diez puntos de los socialistas
El PSOE sería el partido más votado si hoy se celebraran elecciones generales. Los socialistas con Pedro Sánchez al frente obtendrían el 26,6% de los votos, superando en 3,9 puntos el resultado de los comicios de 2016. A continuación se situaría el PP de Pablo Casado, con el 24,4% de los apoyos, perdiendo nueve puntos respecto a la última cita electoral. Ciudadanos, que hasta mediados de mayo lideraba la mayoría de las encuestas, obtendría el 20,1% de los votos, siete puntos por encima del resultado de 2016, pero claramente por debajo de sus expectativas, al quedar como tercera fuerza electoral. Unidos Podemos, con un 16,1% de los sufragios –cinco puntos menos que en 2016–, seguiría en cuarto lugar, pero a 10,5 puntos de los socialistas, cuando la brecha en las últimas elecciones fue de tan sólo 1,6.
Éstas son las principales conclusiones que arroja el sondeo Pulso político y social elaborado por Metroscopia para el Grupo Joly a partir de dos encuestas consecutivas realizadas entre el 16 y el 25 de julio. En la primera oleada se completaron 2.200 entrevistas telefónicas y en la segunda otras 1.300. Los resultados se estiman en el supuesto de una participación del 64%, inferior en casi seis puntos a la de 2016. Según Metroscopia, este dato es clave dado que la abstención es selectiva y no se reparte de manera proporcional entre todos los electorados. Hay partidos que cuentan con un electorado más fiel y otros con votantes más volátiles y menos movilizados.
Por su fecha de elaboración, este estudio es el primero que recoge el impacto de la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa y la elección de Pablo Casado como nuevo líder del PP. Ambos acontecimientos explican la revitalización de las dos principales fuerzas políticas, tras meses de desmovilización, según iba revelando sucesivamente una encuesta tras otra.
Los socialistas alcanzarían ahora su mejor marca electoral desde las elecciones de 2015, cuando hizo su entrada el cuatripartidismo. En el caso de los populares, aunque sufrirían una fuerte merma de sus apoyos respecto a 2016 –cuando alcanzaron el 33% de los sufragios–, este sondeo arroja una apreciable recuperación en relación con los resultados estimados por Metroscopia desde comienzos de año.
El PSOE no sólo lograría retener el 59% de sus votantes de 2016, sino que lograría atraer a electores de otras formaciones. La más perjudicada sería Unidos Podemos, ya que el 17% de sus votantes de 2016 optaría ahora por la papeleta del PSOE, lo que supondría en torno a 850.000 votos. También contaría ahora con el 7% de los votantes de Ciudadanos en las últimas generales, lo que equivaldría a unos 200.000 votos. Este vuelco compensaría el traspaso del 5% de los votantes del PSOE que ahora optarían por Ciudadanos –unos 270.000 votos– y el 4% que elegiría a Unidos Podemos –sobre 200.000 sufragios–.
El PP ha logrado reactivar a su electorado “durmiente” con el liderazgo de Pablo Casado. Sus votantes daban ya por amortizado a Mariano Rajoy hace dos meses –el 65% creía que no debía repetir como candidato y el 43% le veía más interesado en mantenerse en el Gobierno que en resolver los problemas de España–. Su fidelidad estaba bajo mínimos del relevo, ya que sólo el 46% de quienes le votaron en 2016 decía que lo volvería a hacer. Pero la irrupción de Pablo Casado ha revertido la situación.
El PP es ahora el partido con la fidelidad de voto más elevada, 16 puntos más que hace un mes. No es que robe votantes a Ciudadanos, sino que Pablo Casado ha revitalizado a un gran número de electores desmovilizados. Sin duda, la elección de Pablo Casado ha sido el detonante, como refleja el hecho de que el 70% de los votantes del PP y hasta el 57% de los de Ciudadanos la consideraban adecuada, según registró el sondeo de urgencia publicado el martes por este medio.
La duda a resolver es si esta reactivación es coyuntural o supone el inicio de una recuperación del voto. No hay que olvidar que el 16% de sus votantes confiesa que ahora optaría por Ciudadanos y un tercio del electorado popular tiene mejor imagen del partido naranja que del propio PP. El partido naranja ve ahora disminuir la fidelidad de sus votantes del 65% al 57%. Y la desmovilización de los simpatizantes del PP ha aumentado diez puntos desde mayo hasta situarse en el 30%.
Unidos Podemos es el principal damnificado de esta situación. Sólo la mitad de sus votantes repetiría ahora, su porcentaje más bajo desde noviembre de 2017, justo después de la aplicación del 155 en Cataluña. Los transferencias de voto entre la formación morada y los socialistas, sus principales competidores por la hegemonía de la izquierda, son claramente favorables al PSOE, lo que se traduce en un saldo negativo de 650.000 votos. No obstante, pese a que la distancia electoral con el PSOEse elevaría por encima de los diez puntos, la encuesta de Metroscopia refleja la estabilidad de su suelo electoral en un nivel significante, con lo que el partido morado seguirá siendo un actor relevante en la política española.
Los bloques ideológicos apenas cambian
El sondeo de Metroscopia no refleja un vuelco en los bloques ideológicos. PP y C’s sumaron el 46,1% de los votos en las elecciones de 2016, frente al 43,8% de la suma de PSOE y Unidos Podemos. Estas cifras arrojaron una diferencia de 2,3 puntos favorables al bloque del centro-derecha que ahora se reduciría a 1,8 puntos. Por otro lado, los partidos nuevos siguen recortando la distancia al bipartidismo de PSOEy PP. Si hoy se celebraran elecciones, la brecha disminuiría de los 21,5 puntos de los comicios de hace dos años a los 15 actuales. PP y PSOEmantendrían la mayoría de apoyos por la mínima –51%–, frente al 55,7% que obtuvieron en 2016.
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