Carmen Romero López: "Lo mío es volver a empezar"
La número seis de la candidatura del Partido Socialista al Parlamento Europeo regresa a la política activa para construir "un espacio mediterráneo política y económicamente emergente"
Carmen Romero López (Sevilla, 1946), número seis en la lista del PSOE a las elecciones al Parlamento Europeo, proclama que, efectivamente, lo suyo es un "volver a empezar" política y personalmente. Tras cinco años retirada de política activa y con el resto de su vida por delante, quiere ahora construir desde Estrasburgo un espacio mediterráneo emergente.
-¿Es su volver a empezar político y personal?
-Sí, efectivamente. Después de haber estado 14 años como diputada, ahora se abre un nuevo periodo en mi vida.
-¿Le ha sorprendido entrar en la lista a las europeas por la cuota andaluza?
-Me gusta formar parte de la cuota andaluza, si se le puede llamar así a pesar de que se trata de una lista nacional. Pero mi tierra es Andalucía y me siento orgullosa de poder tener la oportunidad, junto a los otros candidatos andaluces, de estar vigilante sobre todas aquellas medidas que le afecten en el Parlamento Europeo.
-¿Ejercerá como eurodiputada gaditana o su circunscripción será Andalucía?
-Insisto, estoy en una lista nacional. Pero si tenemos en cuenta las raíces, las mías son andaluzas y gaditanas. Pero vamos a trabajar por una Europa incluyente. Para que los andaluces se beneficien, tenemos que ocuparnos de otros países europeos. Con políticas egoístas no se construyen políticas europeas.
-¿Le ha dejado un sabor agridulce que Francisca Pleguezuelo haya quedado postergada en la candidatura sin posibilidades de salir elegida por su inclusión?
-La verdad es que sí. Merece un papel relevante porque ha hecho un gran trabajo en el Parlamento Europeo. Es una gran experta en innovación y espero que pueda desarrollar su trabajo en un futuro en algún puesto importante.
-¿Chaves ha sido decisivo en este regreso suyo a la política activa?
-Si no ha sido decisivo, ha sido muy importante. Con él tuve una conversación y me animó a tomar la decisión de integrarme en la lista socialista a las europeas. También ha habido algunas personas con las que había trabajado durante años -Javier Barrero, Álvaro Cuesta, etc.- que me han animado a dar el paso.
-¿A eso ha dedicado usted durante los últimos cinco años?
-Presido un grupo de amistad que se llama Círculo Mediterráneo y que ha servido para acercar a las dos orillas y para identificar los problemas que podemos tener en nuestra relación. Quisiera trabajar en el Parlamento Europeo por acercar esas posiciones, y también por defender en Europa un espacio mediterráneo que sea políticamente posible. Es una apuesta difícil porque ahora, con la ampliación hacia el Este, la mirada hacia el sur ha pasado a un segundo plano. Por ello, mi trabajo en Estrasburgo se centrará en que esa mirada no se pierda y podamos seguir siendo objetivo de convergencia y podamos cubrir todos los periodos transitorios tras estar ya entre los países cercanos a la renta media europea. Esta nueva etapa en el Parlamento Europeo no va a tener nada que ver con la de los ochenta, cuando peleamos por los fondos estructurales y por los de cohesión. Ahora toca volcarnos en los fondos del conocimiento y de tecnología que negoció el presidente del Gobierno. Las universidades y las empresas andaluzas van a ser las principales beneficiarias de estos fondos dentro del programa Andalucía Sostenible que anunció Zapatero en Dos Hermanas para incentivar un nuevo patrón de crecimiento, para un crear un nuevo modelo basado en la innovación.
-¿Qué proyectos lleva en cartera con respecto al Magreb?
-Apoyar el Estatuto Asociado de Marruecos e impulsar que otros países del Magreb, como Argelia y Túnez, tengan mejores relaciones con la UE.
-¿Qué aprendió en su anterior etapa, cuando fue diputada por Cádiz desde 1989 a 2004, que ahora le pueda servir en el trabajo parlamentario en Europa?
-La cercanía con los ciudadanos es muy importante. Si uno no la logra durante el periodo parlamentario, la política se convierte en un ejercicio burocrático. Dejé de ser diputada, e inicié un trabajo en la sociedad social para averiguar qué estaba pasando en el norte de África, en nuestra frontera, a donde llegaban cadáveres constantemente. En materia migratoria pusimos en el Estrecho el instrumento SIVE, que realmente desvió las pateras a Canarias. Allí también lo instalamos. Después la UE puso el Frontex para combatir la inmigración ilegal. Frente a estas medidas, hay que activar otras de acompañamiento. Europa no debe ser una fortaleza: Europa tiene que ser un continente capaz de dialogar políticamente con los países que generan esa inmigración ilegal al objeto de hallar soluciones conjuntas al problema.
-¿Zapatero se juega en estas elecciones un posible adelanto electoral?
-En ningún caso. Estas elecciones se celebran coincidiendo un periodo parlamentario que acaba de iniciarse -apenas lleva un año-, y, por lo tanto, el presidente Zapatero tiene aún por delante mucho recorrido. El PP pretende convertir estos comicios en unas elecciones nacionales porque posiblemente Rajoy quiera plantear mociones de censura, derribar al Gobierno y ser el candidato antes de tiempo. Al no haber ganado, tiene urgencia por hacerlo. La última barbaridad que hemos escuchado es que estas elecciones tienen que servir para absolver a Camps.
-El principal problema que afronta el PSOE es lo escasamente movilizado que está su electorado. ¿Cree que en esta campaña lograrán movilizarlo con esta grave crisis económica?
-Eso es cierto. Las encuestas parece que dicen que los militantes del PP están más movilizados que los de izquierdas. Nos tenemos que empeñar en que nuestros militantes sepan que en estas elecciones nos jugamos una Europa de progreso frente a la que patrocinan gobiernos populistas y conservadores. Éstos han seguido las políticas que han provocado la crisis global que estamos viviendo. El pensamiento neoconservador ha propiciado un capitalismo de rapiña, codicia y especulación. Hay que darle la vuelta a la situación como hizo Obama en Estados Unidos.
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