Begoña Gómez, el flechazo de Pedro Sánchez

Begoña Gómez Fernández va de la mano de Pedro Sánchez y sus dos hijas, Ainhoa (13 años) y Carlota (11 años), en su singladura, corta o larga, a La Moncloa. La esposa del presidente del Gobierno es una bilbaína de 43 años criada en Valderas, un pueblecito de León. Conoció al líder socialista en la fiesta de un amigo común y fue todo un flechazo, aunque posteriormente ha reconocido Sánchez que "no me lo puso fácil".

La nueva primera dama de la política española contrajo matrimonio civil en 2006 (los casó Trinidad Jiménez) después del nacimiento de su hija mayor y, tras estudiar Marketing, trabaja como directora de consultoría en la empresa Inmark, recaudando fondos para las ONG. Esta atractiva mujer saltó a la luz pública en junio de 2015 y empezó a acaparar portadas y titulares.

Begoña Gómez piropea el romanticismo de su marido ("me escribe cartas de amor") y nadie duda de que tendrá una vida pública muchísimo más activa que su predecesora, Elvira Fernández Balboa, la discreta esposa de Mariano Rajoy.

Ha sido el paño de lágrimas de Sánchez en este proceloso camino hasta La Moncloa, tras pasar el quinario del Comité Federal del 1 de octubre de 2016, cuando fue desposeído de su cargo como secretario general del PSOE o cuando en la carrera hacia las primarias socialistas tuvo a todo el aparato del partido en contra, aunque derrotó con mucha contundencia contra pronóstico a Susana Díaz (y a Patxi López) el pasado año.

Con aspecto moderno y juvenil, Begoña Gómez es una madre moderna que lo mismo acude a los conciertos de sus grupos favoritos al lado de su marido que lo acompaña, siempre agarrados como un par de tórtolos, a los debates televisados en las campañas electorales. Este viernes, cuando Pedro Sánchez ha sido elegido presidente del Gobierno, ella no ha querido perdérselo y lo ha visto in situ en la tribuna de invitados con una chaqueta roja, un emblema en su indumentaria como la zamarra de cuero de Sánchez.