Ayuso ve "frustración de la izquierda" en las protestas sanitarias contra ella
Génova, menos contundente, asegura que hay una "intencionalidad obvia" contra las comunidades del PP ante la cercanía del 28-M
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aseguró este lunes que las manifestaciones contra la política sanitaria en su región no reflejan la verdad y obedecen únicamente a la "frustración de la izquierda" de cara a las elecciones de mayo. "La inmensa mayoría de la sociedad española rechaza hoy las políticas de la izquierda, lo único que se vio este lunes en la manifestación es precisamente esa frustración", resumió en una rueda de prensa en Jerusalén, tras reunirse con el presidente israelí, Isaac Herzog.
El domingo, miles de personas salieron a la calle en varias ciudades españolas para defender la sanidad pública y rechazar los "recortes" en la Atención Primaria. En Madrid se reunieron unas 250.000 personas, según datos de la Delegación del Gobierno en la región, y un millón de personas, según los organizadores, con el objetivo de protestar contra el "desmantelamiento" y la "privatización" de la Atención Primaria que, a su juicio, impulsa Díaz Ayuso.
La respuesta de la presidenta es compartida por el PP nacional, aunque no con tanta contundencia. El portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, expresó su "respeto" por las manifestaciones, pero criticó la "intencionalidad obvia" de centrar las críticas en las comunidades gobernadas por su partido.
Sémper señaló que el PP "respeta cualquier manifestación que sea pacífica y respetuosa", como, a su entender, lo hizo la mayor parte de la gente que participó en la marcha de Madrid. "Pero también hay una intencionalidad obvia en que las manifestaciones se conviertan contra determinados políticos, no a favor de la resolución del problema", denunció en la sede nacional de Génova.
En su opinión, el problema de la sanidad "no afecta solo" a Ayuso, sino también a otras comunidades donde gobierna el PSOE o en el País Vasco.
"¿Vamos a entrar en el y tú más? ¿No es más razonable aceptar que después de la pandemia las costuras del modelo sanitario se han forzado y hace falta dar una respuesta global, razonable y sensata, a ser posible apartidista, pero con cabeza a un problema que afecta a todos los españoles?", reflexionó.
Mientras, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, arremetió contra el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por achacar al Ejecutivo central la situación de la sanidad pública, cuando, afirmó el Ejecutivo, es una competencia transferida a las Comunidades Autónomas. Y la ejecutiva del PSOE nacional firmó un documento de compromiso con la sanidad pública y de "aviso a las ideologías que entienden la enfermedad como un negocio". "Si se vende la sanidad de todos a empresas de unos pocos" se cruza "una línea roja", avisa.
Y en este contexto sindicatos médicos de varias comunidades como Madrid, Aragón, Navarra o la Comunidad Valenciana mantienen el pulso con sus respectivas administraciones para conseguir mejoras que permitan desconvocar las huelgas.
La multitudinaria manifestación de Madrid no sirvió ni mucho menos de acicate para un acuerdo este lunes entre la consejería madrileña de Sanidad y el comité de huelga, por lo que continúa el paro indefinido de médicos de familia y pediatras. Tampoco en Aragón, gobernada por el PSOE, se ve cerca un acuerdo que permita desconvocar una huelga de sanitarios que comenzaría el 31 de marzo.
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