Albert Rivera apremia al PP a que se sume al acuerdo

Ciudadanos asegura que el pacto debe estar "en tres o cuatro días", aunque no es un ultimátum

Juan M. Marqués Perales

19 de febrero 2016 - 05:05

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, apremió ayer al PP a sumarse al acuerdo de Gobierno que está a punto de cerrar con el PSOE. Consciente de que entre ambos sólo suman 130 votos, a 46 de la mayoría absoluta, los naranjas buscan sumar al PP, nunca a Podemos, partido del que Rivera se declara "antagónico". "No habrá una legislatura fructífera si el PP no se suma activa o pasivamente al acuerdo", indicó Rivera en Sevilla, donde mantuvo reuniones con representantes de Unicef y de la Asociación de Autónomos. Los equipos negociadores de ambos partidos siguen una negociación que debe de terminar en "tres o cuatro días"; pasado ese tiempo, que cumple este fin de semana o el lunes, se sabrá si hay pacto. "Esto no se puede alargar mucho más", señaló el líder de los naranjas, quien matizó que no se trata de un ultimátum, sino la constatación de la inflexibilidad de los fechas.

El debate de investidura se celebrará el 2 de marzo, pero el PSOE debe someter el acuerdo al refrendo de su militancia días antes. El cálculo es que esta consulta se convocará del 25 al 27 de febrero, por lo que el acuerdo entre Rivera y el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, debe firmarse el martes como muy tarde.

Sin embargo, este acuerdo no basta para sacar adelante la investidura, de ahí que Ciudadanos está empeñado en conseguir el apoyo, aunque sea por abstención, del PP. Es más, los populares son necesarios para conseguir algunas de las reformas que están pactando PSOE y Ciudadanos. Sin el PP, es imposible abrir la reforma de la Constitución o modificar el techo de gasto. Hay que considerar que, además, de ser el primer partido en escaños en el Congreso, tiene la mayoría absoluta en la Cámara Baja. De ahí, que Rivera lo considere imprescindible para que la legislatura llegue a buen término. Lo que Ciudadanos está negociando no es un acuerdo de investidura, sino un pacto de legislatura que incluye varias reformas y un calendario para su cumplimiento.

Aunque Rivera no condiciona sus conversaciones con el PP a que se vaya Mariano Rajoy, sí indicó que si en su partido hubiese casos de corrupción "todos los días", él habría dimitido. "No ha hecho nada contra la corrupción, pero yo no le voy a hacer las primarias al PP, entre otras cosas porque no tiene, mi interlocutor es Rajoy", subrayó. El líder de Ciudadanos explicó que habla con el presidente del Gobierno, pero no tuvo ninguna conversación con él hace dos días, cuando desde el PP se filtró que ambos habían hablado. Rivera aseguró que el PSOE también es consciente de que necesita más acuerdos, pero que "Sánchez y Rajoy no se dan ni la mano".

Lo que sí descartó es que formen parte del mismo acuerdo que Podemos. Explicó que el diseño territorial que Podemos ha explicado en su programa de Gobierno es "antagónico" con el ideario de Ciudadanos, partido que surgió en Cataluña como una reacción a la hegemonía nacionalista. Podemos propone que España se divida en naciones y comunidades autónomas, y para ello crea un Ministerio de la Plurinacionalidad, del que Rivera dijo que "sirve para romper a España".

De este modo, las opciones de Sánchez parece que están a su derecha, si decidiese ir con Podemos, Ciudadanos se le despegaría. Esto complica bastante la posición de Pedro Sánchez de cara a la investidura de la próxima semana.

Ciudadanos y PSOE ya han pactado varias reformas, pero están encallados en la reforma laboral y en la política fiscal. Los naranjas no aceptan ninguna subida más de impuestos y apuestan por una amplia reforma del mercado de trabajo. Sí han acordado que ambos partidos apartarán a los cargos electos o nombrados que sean imputados por casos de corrupción, y lo que ahora discuten es qué tipos penales incluyen. El de cohecho y el de financiación ilegal es seguro, pero quedan otros por detallar en ese acuerdo.

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