“El traje de flamenca es el vestido que más favorece a la mujer”
Elena Rivera | Fundadora de Mamá de Mayor Quiero ser Flamenca
De pequeña jugaba vestida de flamenca y cuando le preguntaba qué quería de ser de mayor, Elena Rivera (Córdoba) no titubeaba: “Quiero ser flamenca”. Se licenció en Bellas Artes y mientras estudiaba creó el blog Mamá de Mayor Quiero ser Flamenca, donde colgaba sus acuarelas y profundizaba en el universo del traje de flamenca. Enseguida, esas ilustraciones pasaron a decorar cuadernos, agendas, tazas o fundas de móvil y aquel blog se convirtió en una exitosa página web. Completamente artesanales, sus productos están disponibles en mamademayorquieroserflamenca.com.
–Los niños quieren ser astronautas, futbolistas, médicos o cantantes pero usted de mayor quería ser flamenca.
–Mi madre me ponía mis viejos trajes de flamenca para estar por casa, era un juego más, como un disfraz de princesa. De ahí el de mayor quiero ser flamenca.
–¿La flamenca nace o se hace?
–Ambas. O te gusta o no te gusta. Personalmente creo que ser flamenca es cuestión de actitud.
–En 2007 comenzó su primer blog y actualmente dirige Mamá de Mayor Quiero ser Flamenca. ¿Cómo se pasa de estudiar Bellas Artes a hacer de los volantes y lunares su modus vivendi?
–Mi carrera y la inquietud de escribir un blog fueron de la mano. Acabar la licenciatura de Bellas Artes en Sevilla y empezar a construir este proyecto fueron ideas paralelas, pero una cosa no existiría sin la otra. He conseguido convertir mi carrera en mi modus vivendi adaptando las Bellas Artes a mi pasión por el traje de flamenca, realmente eso es Mamá de Mayor Quiero ser Flamenca.
–Su portal nació como el primero dedicado en exclusividad a la moda flamenca y es todo un éxito. ¿Qué tiene este atuendo para suscitar tanto interés?
–Cuando comencé a escribir en 2007 encontré mucho interés por el atuendo, no sólo a nivel regional sino nacional. Con el tiempo, han nacido más medios y más formas de comunicar, a través de ellos la moda flamenca ha crecido. El traje de flamenca no es sólo un traje regional, es el vestido que más favorece a la mujer. Si le unes el factor moda tienes un producto de éxito asegurado.
–La eterna pregunta, ¿en moda flamenca está todo inventado?
–Cuesta mucho sorprender. Es un vestido con un patrón claro, un cuerpo con volantes. A partir de ahí el talento juega a favor de las mentes más creativas. Actualmente disfrutamos de una industria llena de diseñadores en la que elegir distintos estilos. Cambiaría el “está todo inventado” por “cuesta sorprender”.
–Algunos se recorren Andalucía haciendo la ruta de las ferias, usted lo hace de desfile en desfile. ¿No termina de volantes hasta la coronilla?
–La demanda de moda flamenca exige a la industria un calendario de desfiles muy ajustado que en ocasiones puede llegar a agotar. Siempre intento disfrutar, el día que no lo haga dejaré de escribir sobre moda flamenca.
–La familia real holandesa ha felicitado las fiestas vestida de flamenca. ¿El traje de flamenca ya es mucho más que un traje regional?
–La cultura española tiene mucha fuerza a nivel mundial y el traje de flamenca es el más conocido fuera de nuestras fronteras. Dicho esto, debemos destacar que los reyes de Holanda se conocieron en la Feria de Abril de Sevilla. Volver a este evento y hacerlo acompañados de sus hijas, vistiendo a toda la familia de flamenca ha convertido el momento en una imagen para el recuerdo. No me extraña que hayan usado este recuerdo para felicitar las fiestas.
–Dígame tres revoluciones que hayan supuesto un antes y un después en el traje de flamenca.
–La evolución del traje de flamenca es un tema que he abordado en varias ocasiones en mi web. Su historia está estrechamente relacionada con el papel de la mujer en cada momento de la Historia. En los años 20, observamos un traje que disimulaba la silueta femenina y cubría los tobillos, una hechura recatada y sencilla acorde con los tiempos. La primera revolución llegó en los cincuenta con la irrupción en la escena pública de las folclóricas. Las mangas ganan volumen y se populariza el uso de los mantoncillos cruzados al pecho. El traje de flamenca se populariza como un atuendo modificable. La segunda revolución se produce con la llegada de los años ochenta, los cambios en la sociedad tuvieron su reflejo en el atuendo flamenco. Las mujeres intentaron hacerse oír para reivindicar sus derechos, lo que se tradujo en descubrir más sobre el cuerpo de la mujer vestida de flamenca. Las hechuras se entallaron al pecho y cadera. Un estereotipo de libertad que desembocó en el traje de volúmenes desorbitados de los noventa. El traje de flamenca va de la mano del papel de la mujer en la sociedad. Todo es lícito, cada mujer escoge su traje.
–¿Qué pensaría aquella gitana que a finales del siglo XIX acudía con su bata de volantes a una Feria de Abril que nacía al ver sudaderas, fundas de móvil, agendas y acuarelas con la evolución de su vestido?
–Creo que se sorprendería con los móviles o la misma industria creada alrededor del traje de flamenca. Creo que se sentiría abrumada al ver todo lo que se ha creado en torno a un atuendo que no era más que una bata de percal para acudir a una feria de ganado. Creo que le gustaría y sería seguidora de la web y su actualidad.
–Sin haber empezado todavía pasarelas como Simof o We Love Flamenco , ¿podría decirme alguna tendencia que crea que podremos ver este año?
–Para 2020 preveo una temporada tranquila, con una moda flamenca muy sintetizada. Hay marcas que saben qué es lo que se vende y tendrán claro qué hacer y cómo. En cuestiones cromáticas nos podemos aventurar más: los rosas y rojos volverán a tener mucho peso este año por ejemplo. Yo personalmente soy fiel defensora de las antitendencias. Seguir las tendencias en la moda de calle es una cosa, mientras que las tendencias en moda flamenca siempre son las mismas. Lo importante es ser una misma, no sentirse disfrazada. Lo más complicado año tras año es encontrar ese vestido que conecte contigo, y siempre hay un vestido perfecto para cada mujer.
No hay comentarios