"Tengo todas sus pelucas en casa, me recuerdan a ella"
josÉ manuel serrano cueto. cineasta y escritor
-¿Qué significado tiene para usted una peluca?
-Un objeto que durante los tres últimos años ha formado parte de mi vida. La película Pelucas es una experiencia personal sobre la enfermedad de mi mujer, un cáncer muy duro. Cuando se le aplicó la primera quimioterapia una de las decisiones que tuvo que tomar era si peluca o pañuelo. Puede parecer una tontería, pero no lo es. Una peluca oculta la enfermedad y el pañuelo la hace visible. Primero escogió el pañuelo, en las siguientes optó por la peluca. Tengo todas sus pelucas en casa. Me recuerdan a ella. Mi mujer, Montse, murió el pasado noviembre.
-Montse, dice usted, es su heroína.
-Montse era un pelotazo de vitalidad y lo fue hasta el último momento. Estaba en casa cuando se fue, hablando conmigo en la que iba a ser su última noche. Media hora antes de irse me sonrió y me acarició la cara. Era una mujer joven, guapa, periodista, guionista de televisión... en el transcurso de la enfermedad se fue deteriorando. También exteriormente porque la enfermedad le abría llagas en la piel. Pero pese a todo, ella mostraba su entereza y nos hacía venirnos arriba.
-Esa vitalidad es la que ha querido transmitir en su corto Pelucas.
-He intentado huir del dramatismo radical pese a que lo que se cuenta es muy duro. El argumento es muy sencillo: dos mujeres, una enferma y otra sana, que hablan en un camerino sobre si acudir o no a un acto público y cómo ir, qué peluca escoger. La película empieza con el primer plano de los ojos llorosos de la mujer enferma y el dramatismo inicial se va transformando, hacen un juego de pelucas. Quería buscar el punto positivo. Y termino con un cóctel, con el photocall. Pese a todo, hay que seguir viviendo.
-El equipo que ha juntado para este proyecto está repleto de nombres eminentes. Supongo que personas muy comprometidas.
-Sí, juntar al equipo ha sido muy sencillo. He contado con quien quería contar. Las actrices Lola Marceli y Cuca Escribano se implicaron en el proyecto. Y Sylvie Imbert, la maquilladora que que se llevó el Goya por Blancanieves. Incluso Yvonne Blake...
-Yvonne Blake es una leyenda del vestuario en Hollywood. Diseñó el traje de Superman.
-Sí, no estamos hablando de cualquier persona. Le escribí un correo electrónico y sin conocer el guión dijo que participaría.
-La productora Creta entregará todos los beneficios de la película a Juegoterapia. ¿Qué es?
-Se trata de una organización que trabaja con niños hospitalizados. Tienen proyectos que se llaman El jardín de mi hospi que consisten en crear espacios lúdicos en las azoteas de los hospitales. También reparten consolas para los niños que tienen que sufrir largas esperas para las sesiones de quimioterapia, con el lema "la quimioterapia jugando se pasa volando".
-¿Por qué se eligió esta organización?
-Porque el cortometraje es posible gracias a mi mujer. A ella le entregué mi primer esbozo de guión para que lo juzgara como mujer y como paciente. Si a ella no le apetecía que me involucrara en este proyecto, por supuesto que yo no lo haría. Ella dijo adelante. Y aunque en el corto, por raro que parezca, no sale ningún niño, que en todos los cortos hay niños, mi mujer era una apasionada de los niños. Se especializó en esos temas de tener nuestros dos hijos en su parcela profesional. Quería que este proyecto tuviera como destinatario final a los niños.
-El rodaje tuvo que ser especialmente emotivo.
-Bueno, los rodajes son tan duros y hay que ceñirse tanto al tiempo que no piensas en otra cosa que rodar. Pero sí, claro, hubo que sacar fuerzas de flaqueza porque los dos personajes son trasuntos de mi mujer y yo, con conversaciones que ella y yo habíamos tenido, con lo que revivía muchos momentos.
-Tan distinta a su anterior película, Contra el tiempo, por la que le nominaron al Goya...
-Muy distinta, sí, pero en mis tres películas, también en ésta, los protagonistas son actores.
-Quizá porque es un apasionado de Eva al desnudo.
-Sí, y de tantas películas de actores. Me gustan mucho las películas de actores.
-Durante la enfermedad, el cine, usted que es cinéfago, habrá actuado como ansiolítico.
-Hemos visto muchas películas juntos, pero ella, que siempre ha sido mucho más exquisita para las películas que yo descubrió ese cine en el que vuela el tiempo. Vimos un montón de comedias chorras y nos hemos reído mucho con películas muy tontas, películas que descubres lo necesarias que pueden llegar a ser aunque sólo sea porque dejan correr el tiempo.
-¿Ha vivido en primera persona el recorte sanitario?
-No, pero sí he descubierto lo que puede llegar a pasar si se consuman algunas medidas como el copago en los tratamientos crónicos. El último tratamiento que le dieron a mi mujer era carísimo. Si hubiéramos tenido que pagar un porcentaje, aunque fuera pequeño, no podríamos haber hecho frente a este gasto. Hay que concienciar a la clase política de que hay que tratar a los enfermos como merecen.
-¿Cuál es el recorrido a partir de ahora de la película?
-El trailer se va a colgar en internet y queremos hacer una gran presentación en Madrid con un objetivo benéfico. También queremos crear los premios Peluca. Queremos que este corto sea sólo el inicio de una corriente solidaria.
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