"En tiempos de crisis hacen falta imaginación y talento"

Juana de Aizpuru. Galerista de arte

Esta galerista fue la fundadora de ARCO en Madrid y de la Bienal en Sevilla

"En tiempos de crisis hacen falta imaginación y talento"
"En tiempos de crisis hacen falta imaginación y talento"
José Joaquín León

14 de abril 2012 - 10:33

Juana María Domínguez (Valladolid, 1933) es conocida como Juana de Aizpuru desde que se casó con Juan de Aizpuru a los 22 años y se trasladó a Sevilla, donde abrió su galería en 1970. Ha sido mecenas e impulsora de las vanguardias en España. Dio el salto a Madrid para ser la primera directora de la Feria de Arte Contemporáneo ARCO en 1982 y abrir su galería de la capital en 1983, que es la que mantiene tras cerrar la de Sevilla en 2004. También fue fundadora de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla (Biacs). Es Medalla de Andalucía (1996) e Hija Predilecta de Andalucía (2011).

-En febrero donó 26 obras al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. ¿Por qué esa generosidad?

-Era una idea que tenía y que quería cumplir. Más que una colección, tengo un stock importante, un fondo de galería. Hay obras de los años 60 y 70, que son testimonios de una época. El CAAC no existía entonces. Yo siempre pensaba ¡qué falta le harían estas obras!

-¿Qué es lo más importante de esa aportación?

-Hay obras de artistas fundamentales para entender esa época en Sevilla, como Gerardo Delgado, Molina y José Ramón Sierra. También hay obras de jóvenes de entonces, como Juan Manuel Bonet y Quico Rivas, que tenían 19 años cuando crearon Equipo Múltiple, y fueron de los primeros que hicieron instalaciones.

-¿Va a donar más obras?

-Espero hacerlo. Tengo tres almacenes, además de la galería. Dije que les donaría otras obras de ese contexto, porque les tengo un cariño enorme. Además quiero apoyar al director del CAAC (Juan Antonio Álvarez), que hace una labor estupenda.

-¿Cómo ve el arte contemporáneo en Andalucía?

-Ya no tengo la galería de Sevilla, y eso me ocasiona menos contacto con los más jóvenes que empiezan. En general, se puede decir que no es de los mejores momentos para el arte contemporáneo en Andalucía.

-¿Está en decadencia?

-En Sevilla está el ambiente paradito. Me parece que en Málaga, cuando he ido, he visto un aire más fresco, y hasta en Granada.

-Siempre han salido buenos artistas en Sevilla...

-Tengo el proyecto de hacer en mi galería de Madrid una exposición de jóvenes artistas sevillanos para conocerlos mejor. La generación de Federico Guzmán, Agredano, Paneque, Salomé del Campo y otros es conocida, pero los noveles de última generación deben salir más, en España y a nivel internacional. El arte no se desarrolla sólo en una ciudad.

-¿La crisis les perjudica?

-El desarrollo del arte no tiene por qué verse afectado. En tiempos de crisis hacen falta más imaginación y talento. Las dificultades se deben suplir con ideas.

-Si hay menos dinero…

-Me refería a la creación. Al mercado del arte sí que le está afectando. Es nefasto. Afecta a las galerías y, en consecuencia, perjudica a los artistas. Ahí se nota.

-¿Ha aumentado la especulación con obras de arte?

-No atiendo a los especuladores. Me trato con coleccionistas. En mi galería no se da. El especulador quiere gangas, y siempre digo que no hago descuentos. Prefiero a quien sepa valorar.

-Pero el rol de las subastas y los magnates que especulan ha sido cuestionado.

-En España no ha habido muchos especuladores. En el extranjero sí los hay, pero por lo general lo que hacen es que confían en algunos artistas, pocos, y compran muchas obras de esos. Son gente poderosa que ha entrado en el mercado del arte. Pero en España el coleccionista ha querido un poco de todo, busca a artistas variados.

-Tiene fama de haber descubierto a grandes artistas.

-Intento arriesgar, hacer descubrimientos y dar oportunidades. Ahora, por ejemplo, en mi galería expone un joven ruso de 27 años (Tim Parchikov), que se da a conocer en España. Es fantástico, es un fotógrafo que proviene del mundo del cine y que tiene un estilo propio.

-Entre sus descubrimientos estuvo Miquel Barceló.

-Con Miquel Barceló estuve poco tiempo; se dio a conocer en ARCO, cuando lo llevaba yo, y se metió en la documenta alemana y empezó a tener fama internacional. A Juliao Sarmento también lo dimos a conocer a nivel internacional. Casi siempre he trabajado con jóvenes. Aunque yo trabajé con Chillida cuando ya era un personaje y con José Guerrero cuando era otro personaje.

-Fue la primera directora de ARCO. ¿Tan importante ha sido para el arte?

-Sí. ARCO fue idea mía. Tenía clarísimo que el arte es universal y España estaba aislada, necesitaba darse a conocer y también conocer lo de fuera. Era imprescindible crear una Feria de Arte como ARCO. Lo propuse en Barcelona y no les interesó. Al crearse Ifema en Madrid, se lo propuse a Adrián Piera, en 1979, con mucha ilusión.

-Entonces aún no tenía usted galería en Madrid.

-ARCO es un proyecto sevillano. Yo lo dirigía desde mi galería de Sevilla. El nombre de ARCO se nos ocurrió cuando vino Adrián Piera a verme y estábamos cenando en El Burladero. La primera edición se hizo en 1982. Fue un acontecimiento, con un marcado carácter cultural. Fue puerta de entrada para las corrientes artísticas y de salida para nuestros artistas.

-Tras las polémicas, ¿qué le parece ARCO en 2012?

-Ha ido evolucionando. Ha tenido momentos buenos y peores. Desde que está Carlos Urroz como director, en las dos últimas ediciones, va por buen camino. Son momentos difíciles por la crisis, pero está bien encarrilado.

-¿Por dónde va el arte?

-El arte tiende al eclecticismo. No hay movimientos artísticos como en las primeras décadas del siglo XX. Los artistas de hoy van de un sitio a otro, pero no hay esas tertulias de escritores y artistas de otros tiempos, que creaban movimientos. Ahora el artista es un solitario, viaja, pero camina a solas.

-¿Volvería a abrir una galería de arte en Sevilla?

-Sería muy difícil, porque no tengo local y el momento no es el más adecuado. Quizá más adelante…

-¿Cómo recuerda aquella galería Juana de Aizpuru?

-Cada vez que paso por la calle Zaragoza y veo la que fue mi casa, me da mucha pena. Para mí, el cierre fue un trauma tremendo. Aquella era mi galería madre, yo siempre decía que la de Madrid era la sucursal. Tuve que cerrarla, era incompatible con la Bienal, y vendí la casa.

-Aún así vuelve a Sevilla.

-Sí, tengo mi familia, mantengo mi piso de la calle Asunción. He estado cinco días en Semana Santa y la próxima semana volveré.

-¿Tiene algún proyecto importante a la vista?

-Tengo un proyecto, que está aún muy inmaduro. A ver si se abre un clarito y entonces se lo contaré.

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