"La sociedad española se ha reseteado pero la política no lo ha hecho”
Sonsoles Ónega | Periodista
La reconocida periodista y escritora conduce el diario 'Ya es mediodía' en Telecinco y debutará como presentadora de un 'reality' con 'La casa fuerte'
Sonsoles Ónega (Madrid, 1977) se forjó por los pasos perdidos del Congreso de los Diputados, lugar que ya conocía de sobra su padre, el veterano Fernando Ónega. De la plantilla de CNN + pasó a la de Mediaset con la fusión de la línea audiovisual de Prisa. En los informativos fue cuajando la presencia de esta reportera con alma de escritora que acaba de publicar Mil besos prohibidos, un nombre que vino a profetizar lo que estamos viviendo en nuestra cotidianidad. En 2017 obtuvo el premio Fernando Lara con Después del amor. Relató el 11-Ma través de las historias personales de Donde Dios no estuvo. Contertulia en COPE, junto a su Ya es mediodía diario conducirá el debate del próximo reality de Telecinco, La casa fuerte. Realidad y telerrealidad.
–Empezamos por su familia, si no le importa ¿Qué valoración le hace su padre de la situación y la política actual respecto a la época más dura que vivió él en primera fila?
–Creo que coincide con el común de los ciudadanos sorprendidos con el desbarajuste de órdenes, indicaciones contradictorias y rectificaciones. Es una pena, y ésta es mi opinión, que en un momento tan complicado y en el que necesitábamos alta política hayamos descubierto la categoría de lo que tenemos. En este país nadie comparte dificultades. Respecto a la etapa que él vivió, encuentra grandes diferencias, pero hay una fundamental: la ausencia de proyectos a largo plazo y visión real de estado.
–¿Había menos crispación, más sentido común?
–Había muchas dificultades y seguro que tanta o más tensión política, pero creo que hubo menos cortoplacismo. Solo así se explica que aquella generación de políticos pudiera construir un país nuevo desde una dictadura.
–¿Por qué cree que ahora todo es un problema acentuado cuando en la sociedad debería primar un talante más constructivo?
–Fíjate, creo que la sociedad se ha reseteado y se ha adaptado a la situación y a sus circunstancias, pero la política no lo ha hecho. Ha seguido aplicando las recetas de siempre ante una realidad excepcional e inédita.
–¿Cómo ha sido diseccionar la actualidad en estos días tan difíciles? ¿nos destaca una historia?
–Ha sido un reto apasionante. Lo más complicado ha sido discernir entre la información low cost y la información rigurosa y seria. En Ya es mediodía hemos procurado tener voces cualificadas, médicos e investigadores de primer orden para aportar solvencia. Todo eso combinado con las historias dramáticas de esta pandemia. Creo que aún no somos conscientes del drama humano. Más de 28.000 personas no pueden quedar sepultadas en la desescalada. Las historias que más me han impactado han sido las de las residencias de ancianos. ¿Cómo hemos podido permitirlo? hemos fracasado como sociedad.
–¿Qué nos falló como país?
–Creo que el país no ha fallado. Es más, hemos visto esfuerzos denodados de las empresas por arrimar el hombro, de los médicos por no desfallecer y de los voluntarios por aportar su grano de arena. En todo caso han fallado sus gobernantes. Es cierto que la situación no tiene espejos en el pasado. Dicho eso, ha faltado comunicación sincera con el país.
–¿Y cómo lo ha vivido personalmente?
–Con miedo. El miedo nos contagió a todos. Pero poco a poco aprendimos a convivir con él. No queda otra.
–¿Cómo ha sido el día a día en su equipo?
–Extraño. Hemos cambiado las rutinas y lo hemos hecho razonablemente rápido y de manera eficaz. Ya a finales de febrero la productor Unicorn, puso en marcha el teletrabajo. Y ha funcionado. Así que cuando llegaron las medidas más duras el equipo estaba engrasado.
–¿Hemos sido más ‘supervivientes’ que los propios ‘Supervivientes’?
–Ay, no sé si se puede hacer una comparación. Yo he visto las galas de Supervivientes con envidia por los besos y los abrazos que se han podido dar. Con el tiempo diremos que sobrevivimos a la COVID-19, algo de supervivientes tenemos todos.
–¿Qué le parece esta edición del reality?
–Muy buena. Nos hemos acercado a personajes como Ana María Aldón que han resultado absolutamente sorprendentes. Rocío Flores ha supuesto todo un descubrimiento, al menos para mí.
–¿Qué opinión le merece José Antonio Avilés?
–No lo conozco. Me he acercado a él por el lío monumental en el que se ha ido metiendo durante su vida.
–¿Y qué nos dice del caso Merlos, Merlos Place?
–Su historia ha sido el gran culebrón del confinamiento. Cuando no podíamos más, una infidelidad. En directo y en una pantalla que ha sido nuestra terraza. En fin, una historia con los ingredientes para resultar atractiva al común de los mortales.
–De los personajes más del corazón que aparecen al final de Ya es mediodía ¿a quién llevaría a la política porque pudiera ser valioso?
–Ja, ja, ja, pues os diré algo, cualquiera de ellos tiene preocupaciones que todo político debería escuchar. Y las cuentan mejor que muchos de los que suben a la tribuna de oradores. Hay que escuchar más e insultar menos.
–¿Cómo debe ser el ritmo y el estilo para llevar un programa como el suyo?
–El ritmo lo marca el tema. Es decir, no existe una métrica que te garantice la atención del espectador. Nuestra hora, el mediodía, no es hora de sofá, sino de cocina, de preparar el almuerzo, comer. Así que competimos contra las lentejas. Tenemos que ser ágiles sin ser atropellados y eso se consigue yendo a lo fundamental en los directos y en las entrevistas.
–Usted conducirá el debate de un nuevo reality, La casa fuerte ¿qué le ha motivado a hacer este formato?
–Es muy estimulante hacer un programa de estas características en la cadena que mejor entiende el entretenimiento. Para mí será un reto personal y profesional en todos los sentidos.
–¿Qué va a poder aportar a esa Casa fuerte?
–No lo sé. Todo es nuevo, así que yo misma me dejaré sorprender y aprender de un compañero brillante como es Jorge Javier Vázquez.
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