"Desde niña soñaba con trabajar en el cine"
Rocío Canet | Directora de cortometraje. Estudiante de ESO
-¿Cuénteme en pocas líneas la película de su película?
-Se llama Carpe Diem. Es una historia que yo tenía pensada desde hace algún tiempo. Trata sobre una chica que tiene un sueño y se le ofrece la posibilidad de cumplirlo yéndose de su país. Pero su hermana tiene cáncer y seguramente no termine el año. El largometraje trata el dilema que le surge al no saber si quedarse con su hermana o cumplir su sueño.
-¿Se lo ha tomado en serio o lo ve como un juego de adolescentes?
-Me lo he tomado en serio al ser una ilusión que tenía desde hace años. Era una niña todavía cuando ya soñaba con trabajar en el cine, así que ver cumplir mi sueño tan pronto es increíble, algo que hace unos meses no me podía haber imaginado.
-¿Está entre sus planes ser directora de cine?
-Sí, me gustaría trabajar de ello y sé que si me esfuerzo puedo conseguir mis propósitos. Al menos voy a intentarlo. Me estoy formando y le estoy poniendo mucho interés, ilusión y esfuerzo a esa formación.
-¿Se trata de una formación autodidacta o alguien le está ayudando?
-Totalmente autodidacta. Estoy leyendo mucho sobre dirección de cine, guiones, casting, producción… Está todo en internet.
-¿De qué dependerá de que al final llegue a ser directora de cine?
-¡Puf! De muchas cosas. Por lo pronto ya he despejado mi incógnita sobre qué haré en el futuro. Me encanta crear historias y poder plasmarlas en una película. Me siento muy afortunada de lo bien que ha ido el proceso de creación, pero también tengo que reconocer que al ser algo que me gusta tanto, me he esforzado al máximo para conseguir los mejores resultados.
-Carpe diem. ¿Por qué ese título?
-Escogí ese título porque significa "aprovecha el momento". Y creo que es un título que viene bien para el argumento de la película.
-¿Cuánto dura la cinta y cómo va el montaje?
-Dura unos 30 minutos. El montaje está en proceso. Lo estoy editando ahora mismo. Quiero que quede perfecto y a cada escena le doy mil vueltas.
-¿Es verdad que tenía usted un presupuesto de 400 euros?
-El presupuesto era mínimo. Todo el equipo (cámaras, maquilladora, actores...) han trabajado porque les gusta, por amor al arte y sin reclamar nada a cambio. El equipo de grabación también lo teníamos gratis, por lo que se ha gastado el mínimo dinero posible.
-Por lo que he leído, la elección de los actores tiene su historia.
-¡Sí! Yo puse el anuncio en páginas de internet que hay de casting, pero no pensé que recibiera tantas solicitudes. Me llegaron casi 70. ¡No me lo podía creer! Primero hicimos la primera fase, en donde pude ver los monólogos de un montón de actores jóvenes con unas ganas enormes de experimentar y aprender con proyectos como el mío. En la segunda fase tuvieron que venir los seleccionados para hacer el casting final. Se nos hizo muy difícil elegir a nuestro reparto, pero al final conseguimos un elenco genial.
-Quiere llevar su película a un festival de cine para adolescentes que hay en Estados Unidos.
-Sí. Nuestro objetivo es presentarlo a festivales de todo el mundo. Pero hay un festival al que le hemos echado el ojo más a fondo al ser especialmente para adolescentes que quieren empezar a hacer películas. ¡Nos encantaría poder presentarlo! El festival NFFTY está en Seattle y por lo que he leído es uno de los cien mejores festivales de todo el mundo. A ver si hay suerte.
-Cuando empezó a rodar me imagino que no contaba con el confinamiento y la pandemia. ¿Cómo ha influido esto en su proyecto?
-Los rodajes los comenzamos después del confinamiento. Durante los meses de la cuarentena yo aproveché para preparar toda la preproducción y cuando terminó ya nos pusimos manos a la obra con el casting y, seguidamente, con los rodajes.
-Una pregunta que no tiene nada que ver con su película. ¿Tiene la juventud la culpa de que haya más contagios por el coronavirus?
-En mi opinión, todos tenemos que ser responsables. Yo pienso que nadie tiene la culpa de que esto haya pasado, pero sí que entre todos podemos que se termine antes. Yo creo que no es cuestión de edad, sino de responsabilidad.
-¿Merece este virus una película?
-Lo he pensado varias veces y se podrían sacar historias muy buenas de esta situación que está teniendo a todo el mundo inquieto.
-A todo esto… ¿qué dicen sus padres?
-Ellos están muy felices de que tenga claro lo que quiero hacer y me apoyan en todo. He conseguido que mi sueño sea también el suyo.
-¿Todo para septiembre?
-Sí. A finales de ese mes haremos un pase privado para familiares, amigos e invitados. Después enviaremos la cinta al festival americano.
-¿Al final la chica se va a cumplir su sueño o se queda con su hermana enferma?
-Eso tendrá usted que verlo.
Espíritu adolescente
Tiene 16 años y nadie le ha enseñado a hacer cine. Es ese espíritu de adolescente que sabe lo que quiere lo que le ha llevado a dirigir una película con un presupuesto casi ridículo. Ha implicado a jóvenes actores y otros adolescentes que han seguido su sueño. La película se llama Carpe diem y, tras ser proyectada en Granada en septiembre, será enviada a un festival americano de directores adolescentes. El futuro de esta joven granadina pasa por ponerse detrás de las cámaras para contar las historias que se le ocurran.
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