"Cualquier persona puede presentar una enfermedad de transmisión sexual"
Rosa Oña López. Ginecóloga y experta en Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)
Rosa Oña López es jefa de sección del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario de Valme de Sevilla, donde ha desarrollado su trayectoria profesional, con una veintena de años de experiencia. A nivel docente, ha sido tutora de residentes y, desde hace más de una década, es profesora del máster oficial de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla.
Desde 2021 es la coordinadora del Grupo de Trabajo Multidisciplinar de Infecciones de Transmisión Sexual del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, temática sobre la cual dispone de amplio conocimiento a través de una titulación de Experto en ITS por la Universidad de Alcalá de Henares en Madrid. Una experiencia que la ha llevado a ser figura clave en el protocolo andaluz para la atención a infecciones de transmisión sexual implantado en los centros de toda Andalucía, que ha copiado su modelo.
–¿En qué situación se encuentra la prevalencia de las infecciones de transmisión sexual en Andalucía?
–A pesar de los esfuerzos de prevención y concienciación realizados desde diferentes ámbitos sociosanitarios, se ha observado un incremento en la incidencia de ITS en los últimos años de forma generalizada. Igualmente ha ocurrido en Andalucía en el último año, resultando de especial relevancia el aumento registrado en las infecciones por chlamydias , herpes y sífilis.
–El protocolo de actuación ante casos sospechosos de infecciones de transmisión sexual del SAS partió de un proyecto impulsado por su equipo en el Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla. ¿Cuáles son sus claves?
– Yo diría que, por un lado, su elaboración en equipo, conjuntamente con los profesionales de Atención Primaria y de Atención Hospitalaria implicados en el abordaje de estas infecciones y que permiten salvar dificultades específicas que tiene la asistencia a estos pacientes. En segundo lugar , y no menos importante, es que permite prestar la misma atención médica, en cuanto a las pruebas diagnósticas y al tratamiento recibido, independientemente de que la persona plantee su consulta a los profesionales de su centro de salud o sea atendido en el hospital. Fruto de ambos aspectos, se potencia la accesibilidad sanitaria y se garantiza una atención de calidad.
–¿Dónde diría que está su éxito?
–Desde el punto de vista médico y científico recoge los aspectos necesarios para dar una respuesta adecuada a las ITS en el entorno más próximo de los ciudadanos, en cada una de las poblaciones, apoyándonos en cada centro de salud.
–¿Este protocolo incluye todas las ITS?
–Sí. Tantos las ITS de declaración obligatoria (virus de la hepatitis B y C, gonococo, chlamydia, sífilis, herpes genital, linfogranuloma venéreo, VIH, viruela del mono) como otras que siendo frecuentes no tienen esta consideración (Trichomonas, micoplasma…etc).
–¿Qué balance hacéis cuando se cumplen casi cuatro tres años de su puesta en marcha?
–Ha sido muy positivo, tanto por las mejoras realizadas en cuanto a la detección y el tratamiento de las ITS en nuestra población, que avalan nuestros datos, como por el interés que ha despertado entre los profesionales implicados al disponer de esta herramienta.
–¿Por qué es tan necesario en un sistema sanitario público contar con protocolos como éste?
–Asegura que la asistencia que se presta a los ciudadanos no tenga tanta variabilidad en función del profesional que lo atiende, unificando criterios clínicos. Y, al mismo tiempo, asegura una asistencia de calidad desde un punto de vista científico, en cuanto a la actualización continua en función de los avances diagnóstico-terpaéuticos que se vayan produciendo.
–Los últimos datos vuelven a hablar de incremento progresivo de las infecciones de transmisión sexual. ¿Le ha pillado por sorpresa?
–Ese incremento en las ITS se ha hecho más evidente para la sociedad en los últimos 15 -20 años, pero es una tendencia a nivel mundial, y la OMS plantea estrategias específicas para intentar cambiar esta tendencia.
–¿Qué cree que está detrás de ese aumento?
–En gran medida se explica por los cambios que ya se han producido a nivel de nuestra sociedad, en cuanto a las relaciones interpersonales. También, aunque en menor medida, está influido por un aumento en el diagnóstico de las mismas porque, afortunadamente, cada vez hay menos reticencia a demandar asistencia sanitaria por este motivo.
–¿Preocupan algunos grupos de población más que otros?
–Sin perder de vista que hay determinados grupos de población que tienen más riesgo, y que muchas veces son los que tiene más presente sus posibles exposiciones por la labor realizada con ellos durante años, hoy en día el enfoque que nos está permitiendo mejorar la atención a nuestra población y cortar las cadenas de transmisión de estas infecciones es asumir que cualquier persona puede presentar una ITS porque puede haber estado expuesta a una situación de riesgo de contagio sin ser consciente. Por ello es importante que si nota síntomas consulte.
–¿Cuándo puede tardar una ITS en dar la cara?
–Dependiendo del tipo de infección puede ser cuestión de días o en algunos casos mucho más tiempo. Por ejemplo, el virus del papiloma humano tiene un margen de tiempo mucho más amplio para presentar clínica, en algunos casos se precisan años.
–¿Son complicados los tratamientos?
–Afortunadamente las alternativas de tratamiento son fármacos muy habituales, hay disponibles incluso vacunas para algunos microrganismos.
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