“Están en peligro todos los santuarios del agua de Andalucía”
Antonio Castillo Martín | Hidrogeólogo
Antonio Castillo Martín, hidrogeólogo del CSIC y de la Universidad de Granada, es autor, junto con David Oya, de un libro sobre historias de la que él llama la Sierra del Agua, que es la de Cazorla, Segura y aledañas. También dirige el proyecto ‘Conoce las fuentes’, un catálogo on line de todas las fuentes y manantiales andaluces. Castillo Martín dice que hay que prestar más atención a los embalses subterráneos, de cuya buena salud dependerán en el futuro los abastecimientos y la mayor parte de los ecosistemas acuáticos de Andalucía. Para él, hace falta que hagamos uso de ellos bajo una gestión sostenible económica y ambiental.
–Acaba de presentarse una nueva edición de las historias de la Sierra del Agua. ¿A qué sierra se refiere?
–La Sierra del Agua es un topónimo literario que engloba a casi todas las que en época visigoda integraban los Montes Orospedanos, y en el siglo XVIII la Provincia Marítima de Segura, bajo cuya jurisdicción llegó a haber 900.000 hectáreas. Un inmenso territorio, del que la parte más popularmente conocida hoy día es la de las sierras de Cazorla y Segura. El libro cuenta 120 viejas historias relacionadas con el agua, el hilo trasversal y conductor del libro. Realmente, se trata de un trabajo de etnografía serrana hasta los años 60 de siglo pasado, que es cuando se produjo el gran éxodo del mundo rural
–He visto que es un libro colectivo
–Sí, una de las fortalezas del libro es haber podido contar con la experiencia, la sabiduría y la pluma de hasta 35 autores, los mejores conocedores de las historias que se han contado, entre ellos David Oya, coautor de la edición. Y ha sido editado por la Universidad de Granada.
–Un libro que cuenta ya con la quinta edición ¿A qué cree que se debe esa buena aceptación?
–Sí, ha sido un libro bien acogido por los lectores. Los textos están muy cuidados, tocan muchas fibras emocionales, sentimentales y de añoranzas de tiempos pasados, y, sobre todo, tratan de unas salvajes e inmensas sierras, cuyos devotos son culturalmente muy activos y se cuentan por miles para las sierras de Cazorla, Segura y aledañas
–¿Y qué tipos de historias son?
–Realmente, en las 120 viejas historias se recogen relatos de todo tipo, siempre en relación del hombre con las aguas, el origen de sus asentamientos y de sus modos de vida. Las historias son, con alguna excepción, reales, y en ellas hay relatos, personajes, oficios y lugares especialmente emblemáticos para el agua.
–¿Tan importantes son las historias para el conocimiento y aprecio de los territorios?
–Sin lugar a dudas. Hay un dicho de José Cuenca, que en este libro hemos adaptado y hecho nuestro, que reza: “Sin sus hombres y mujeres, las fuentes son solo agua”. Viene a indicarnos, que lo que da valor e interés a los territorios es la suma de lo natural con la historia de las gentes que vivieron en ella, las creadoras finalmente de los paisajes culturales que contemplamos actualmente. Hay otro dicho, que es razón también de ser de este libro, que dice: Conocer para amar/amar para conservar.
–He leído que aparte del abandono del mundo rural que retrata el libro, muchas fuentes se han secado, ¿Cuál es la causa?
–Bueno, esa es una preocupación transversal en muchas de las historias del libro. Un sentimiento de profunda pena y tristeza que muestran muchos serranos viejos, que aún recuerdan un pasado glorioso de sus fuentes y ríos. En el libro hay varias historias que intentan desbrozar las causas de la seca de manantiales. Se debe a un cóctel de razones.
–¿Y a qué cree que se deben los bajos caudales de los ríos y niveles de los embalses andaluces en los últimos años?
–Hay una causa elemental. Los nacimientos y manantiales, que son los rebosaderos de los embalses subterráneos y que son los que en gran parte los alimentan, se están secando. Las aportaciones subterráneas constituyen más de la mitad del agua que transportan los ríos y se almacenen en los embalses. Pero en este caso, podría decir que se debe a una combinación letal entre menores aportaciones y mayores consumos, lo que está generando problemas de sobre explotación de los recursos hídricos en muchas de las cuencas del sur de España
–¿Tan importantes son las aguas subterráneas?
–En nuestro solar geológico andaluz y clima mediterráneo, le diría que las aguas subterráneas son absolutamente vitales para el mantenimiento de los ecosistemas acuáticos y para el flujo permanente de los ríos. Piense que apenas un par de semanas después de llover, todas las aguas que circulan por los ríos andaluces son de origen subterráneo, aportadas por nacimientos y manantiales
–Hay una gran preocupación actualmente por la ecología. ¿Cree que están en peligro los santuarios del agua de Andalucía ,entre ellos Doñana?
–Totalmente. Es un tema que me preocupa mucho, igual que a tanta gente, y sobre el que he escrito varios artículos de divulgación. Se pueden consultar en el blog paisajesdelagua.es. Precisamente, no hace mucho reflexionaba sobre el futuro que les espera a los santuarios del agua de Andalucía. La gestión de nuestros recursos hídricos es insostenible a nivel general. Es una situación estructural, no coyuntural.
–¿Y qué hay que hacer?
–No depende tanto de si un año llueve más o menos, sino del elevado consumo que estamos manteniendo, sobre todo en el regadío. Estas generosas lluvias primaverales, que quizás algunos piensen que serán suficientes, apenas tendrán influencia en la compensación del déficit hídrico acumulado de Andalucía, que sufrirá bastante en los próximos decenios si no cambiamos el rumbo. Hace falta un consenso sobre el agua, con todos los sectores afectados.
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