"El corte de digestión es un mito"
Fernando Ferreira | Pediatra
El doctor Fernando Ferreira acabó su residencia en 2006 en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla donde se especializó en Neonatología. Sus avales pasan por la jefatura del servicio de Pediatría del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz, pero también por su contribución como especialista en Neonatología del SAS en el Virgen del Rocío y el Hospital Ruber Internacional de Madrid. Actualmente forma parte del grupo de profesionales del Centro Pediátrico de Sevilla. Un centro especializado en la atención pediátrica que cuenta con un equipo altamente preparado para ofrecer al paciente una atención especializada e integral desde su nacimiento hasta la adolescencia, pero también aportando seguridad y continuidad asistencial a toda la familia con una única meta: educar en salud.
- Forma parte del grupo de profesionales que han participado en un sondeo nacional sobre sueño infantil (Baby Sleep Solutions). ¿Qué deben saber las familias sobre el sueño de sus hijos?
- Lo primero que deben saber los padres es que el sueño es un proceso fisiológico y que, por tanto, es una necesidad básica y fundamental para el adecuado crecimiento y desarrollo madurativo de todos los niños. De ahí, la importancia que juega el papel del pediatra desde los primeros días de vida del bebé para hacer que los padres sean conscientes de este hecho y que, además, podamos predisponerlos y hacerlos partícipes activamente en la creación de unos hábitos de higiene del sueño. Los padres deben saber que, es tan importante dormir bien como alimentarse bien y lo que tenemos que hacer es enseñarles a hacerlo.
- ¿Existe el perfil de niños supermadrugadores?
- Hablamos de niños con despertares tempranos.
- También en verano...
- Hay que tener en cuenta que, por lo general, los niños deberían irse a la cama a las 20:00 horas, pero en verano suelen irse más tarde. Esto provoca que en muchos casos se despierten antes, entre las 6 y las 7 de la mañana. Además, también muchos se saltan las siestas, empeorando el sueño nocturno.
- ¿A qué responde esta circunstancia?
- Puede tratarse de algo puntual, debido a procesos de infección intercurrente, un cambio de domicilio o una sobreestimulación como una tarde de juegos con amiguitos o algo establecido. Cuando es establecido, nos vamos a encontrar un problema de base, un sueño más fragmentado, no reparador… En verano es mucho más frecuente y aparece en niños con hábitos del sueño bien creados. ¿A qué se debe esto? Pues se debe a muchos factores, como puede ser el aumento de la temperatura en la habitación. El cambio de domicilio que pueda haber en el verano, en una casa nueva, las condiciones de luz, de colchón, de cama, completamente diferentes generan el desequilibrio entre el sueño diurno y nocturno durante el verano, y en definitiva una serie de desajustes horarios que dan al traste muchas veces con esos hábitos que hemos creado durante el resto del año, pero bueno, como hemos dicho, afortunadamente para las familias y para nuestros hijos, será algo puntual si volvemos pronto a nuestra rutina.
- En verano se altera el sueño en los menores, pero también otro tipo de rutinas relacionadas con el cuidado de la salud. ¿Cuáles son las enfermedades infantiles más frecuentes en los meses estivales?
En cuanto a las enfermedades más frecuentes, suelen ser procesos infecciosos de origen digestivo que cursan normalmente con fiebre, vómitos y diarrea. Esto normalmente suele estar relacionado con toxiinfecciones alimentarias. Muchas de nuestras comidas se hacen fuera y el hecho de no mantener una higiene adecuada de manos, o no estar seguro de la calidad que puedan tener los productos que tengamos que adquirir en determinados establecimientos, hacen que, junto con el consumo de agua que tienen en las piscinas estos niños pequeños, tengamos más probabilidades de sufrir este tipo de infecciones. Y además, las piscinas, suelen ser el origen también de las temidas otitis. Afortunadamente, suelen ser procesos banales con una rápida recuperación si mantenemos un tratamiento adecuado.
- ¿Cuáles son las precauciones que deben tener los padres y cuidadores?
- La regla número uno debe ser la higiene de manos. Es fundamental al llegar a cualquier restaurante lavarnos las manos, antes, durante y después para evitar el contagio. En el caso de las otitis, es más complicado por la dificultad de controlar que los niños sumerjan la cabeza lo menos posible. En el caso de una gastroenteritis, lo que debemos asegurar es una buena hidratación.
- Muchos hemos vivido los veranos esperando dos horas después de comer para evitar el corte de digestión. ¿Es mito o realidad lo de esperar dos horas para volver a meterse en agua? ¿Qué tiempo es prudencial para que los niños vuelvan a bañarse?
- El corte de digestión no deja de ser, efectivamente, un mito. No necesitamos esperar ningún tiempo en concreto después de comer. Lo único que recomendamos es evitar los cambios bruscos de temperatura al entrar en el agua y, sobre todo, después de una comida copiosa.
- Otro problema pueden ser las quemaduras solares. ¿Cómo se debe proteger la piel de los más pequeños cuando van a estar expuestos al sol?
- Lo más efectivo es no exponerlos en las horas de máxima radiación y si lo vamos a hacer, evitar la radiación directa continuada. Para ello, debemos hacer uso de cualquier medio como gorras, camisetas, incluso el uso de gafas de sol para niños mayores por encima de los 3 ó 4 años, pero fundamentalmente el uso del factor de protección solar total, por encima de 50 que es con el nombre que se suele comercializar. Además, debemos ser conscientes de que hay que reponerlos durante todo el tiempo en el que estemos expuestos. La radiación solar hay que recordar que es acumulativa, que la piel lo que hace es guardar recuerdos de todos nuestros excesos de toda nuestra vida. Por lo tanto, en este sentido debemos extremar esas precauciones para evitar el temido cáncer de piel en el futuro o melanoma.
- La dinámica del periodo estival también conlleva cambios en la alimentación y quizás se abuse de comidas no tan saludables, ¿diría que se descuida la alimentación de los niños en verano? ¿Qué alimentos deben mantenerse sí o sí en la dieta de los más pequeños en esta época?
- Los excesos o las agresiones dietéticas, como lo llamamos los médicos son bastante culturales en nuestro país, y el verano es una época propicia, lo favorece. Quizás porque tenemos la mala costumbre de premiarnos con todo aquello de lo que hemos estado restringiendo durante el año. Asociamos vacaciones y tiempo libre a laxitud en la higiene alimentaria. La bebida estrella debe seguir siendo el agua, nada de refrescos, nada de bebidas azucaradas y, por supuesto, la fruta debe ser una gran aliada sobre todo de la media mañana o de las tardes. La fruta es súper hidratante, y además tiene un nivel de saciedad importante que hace que aguantemos entre comidas y no recurramos a las típicas galletas o helados de manera continua.
- De la tecnología ¿también abusan más los niños en verano?
- Nos pasa igual que con la alimentación. Los tiempos de pantallas se disparan en esta época coincidiendo con la mayor laxitud en nuestros límites y mayor tiempo libre. Recomendamos buscar un equilibrio y llegar a un acuerdo con nuestros pequeños negociando tiempos límites de uso. También mantenerlos ocupados con una rutina de trabajo diario… educativa, creativa, de lectura que, les permita no abandonar los hábitos de estudio que han ido adquiriendo durante toda la época escolar. Y sabemos que, para los menores de dos años, el tiempo de pantalla recomendado es igual a cero.
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