El pantano que se queda vacío
lEl descenso de las aguas del embalse de Iznájar ha comenzado a cobrarse sus primeras víctimas. En la playa de Valdearenas (foto), la bajada del pantano ha sorprendido a muchos peces. Moribundas y atrapadas en el fango, las carpas han comenzado a morir por decenas. Sin embargo, todavía queda mucha agua en Iznájar y según la CHG aún es pronto como para que la oxidación y descenso de las aguas provoque una masiva mortandad de peces.
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