"Los palestinos deberían salir y gritar: ¡basta ya!"
-¿De dónde procede su familia?
-Mi abuelo fue maestro en El Saucejo (Sevilla), donde aún lo recuerdan. Lo mataron los requetés en la guerra y creemos que está en una fosa común. Parte de mi familia proviene de Málaga, entre ellos, el primer fotógrafo que retrató a Picasso en su ciudad.
-¿Cómo llegó a Gaza?
-Me casé con un palestino, al que conocí cuando él estudiaba Medicina en Sevilla, mi ciudad natal. Allí nacieron mis dos hijos mayores. Luego vivimos un tiempo en Siria, pero mi esposo quería regresar a su país.
-¿Cuánto llevan en Jan Yunis?
-Doce años. Durante una visita nos surgió la posibilidad de trabajar, él como médico y yo en la administración de Enfermería del Hospital Militar de la Autoridad Nacional Palestina. Y nos quedamos.
-¿Siguen trabajando?
-Abu Mazen nos dijo que nos fuéramos a casa al empezar los enfrentamientos entre Hamas y Al Fatah, hace año y medio. Desde entonces no trabajamos. Hamas ocupó nuestros hospitales. Lo ocuparon todo.
-¿Cómo vivió la llegada de Hamas?
-Hubo muchos muertos en los combates. Nos quedamos sin luz, sin gas y se acabó la ayuda humanitaria.
-¿Y antes no ocurría?
-Con Al Fatah también se cortaba la luz, pero sólo 2 ó 3 horas. Ahora son días. ¡Llevamos 3 meses sin gas!
-¿No le importó instalarse en un país en conflicto?
-Cuando llegamos era distinto. Había problemas, pero la situación empeoró una barbaridad con la llegada de Hamas, sobre todo a raíz del boicot y los cierres de frontera.
-¿Por la falta de suministros?
-No podíamos importar alimentos de Israel. La gente empezó a utilizar los túneles para traerlos de Egipto y todo se puso carísimo. ¡Sus propietarios se están forrando!
-¿Pagan por usar los túneles?
-El pasaje subterráneo para llegar a Egipto a través de los túneles ha costado en estos días 4.500 dólares por persona. Muchas familias de Gaza se fueron por este método. Yo me hubiera ido igualmente si hubiera tenido esa cantidad.
-¿Cómo recuerda el día del ataque?
-El día de la masacre mi hijo de 2 años estaba en la guardería. Serían las diez y media de la mañana. Nadie se lo esperaba: la gente circulaba por la calle tan tranquila. El bombardeo fue muy fuerte, porque se escuchó perfectamente aquí, a más de 30 kilómetros de distancia.
-¿Y qué hicieron?
-Corrí a buscar a mi hijo y me encerré en casa con mi marido y mi hija Halima. Había luz y vimos la televisión. Mi hijo mayor, que está ahora en España, trabajó como intérprete donde cayeron las bombas, en la Jefatura de Policía de Hamas.
-¿Qué le impresionó más?
-La muerte de tantos niños. Todos aquellos cadáveres...
-¿Pasaron mucho miedo?
-Al principio, mucho. Nos dijeron que no saliéramos y desde entonces estamos todo el día sin luz. Algunas noches la dan un rato de madrugada. Pero se corta, por sobrecarga en la red. No podemos hacerle la comida al niño.
-¿Les quedan alimentos?
-Apenas nada. Un día hablando con el cónsul mi hijo empezó a llorar diciendo que quería comer. El cónsul lo escuchó.
-¿Pero no hay nada en las tiendas?
-Cuando se empezó a temer una invasión por tierra la gente corrió a acaparar los alimentos y se acabó todo. La franja de Gaza está muy poblada, y Jan Yunes en particular.
-¿De qué población hablamos?
-Llevo años escuchando que hay un millón y medio de habitantes en toda la franja, pero creo que somos más. La población ha aumentado.
-¿Hay protestas en la calle?
-Los palestinos hablan entre ellos, pero no se atreven a alzar la voz. Este es un pueblo que todo lo calla. Nadie dice nada. Yo me pongo furiosa si no puedo calentarle la leche al niño.
-¿Hay pasividad por miedo?
-Creo que sí. Contra Al Fatal se rebelaban, pero contra Hamas no se atreven. Gaza está irreconocible, destruida. Ha habido muertos a centenares. Si le ocurre algo a mi hijo salgo a la calle e insulto a todo el mundo. Creo que si salieran todos...
-¿Salir para qué?
-Para gritar "¡basta ya!". El conflicto no es de ayer ni de hoy. Dura ya más de 60 años. Ya han visto que las armas no dan ningún resultado.
-¿La reacción de Israel es desproporcionada?
-Lo es. Mientras los cohetitos de Hamas no llegan a gran distancia, las bombas de Israel caen también sobre la población civil.
-¿A quién culpa del conflicto?
-Eso habría que analizarlo bien. Creo que las dos partes tienen la culpa.
-Explíquelo.
-No se puede culpar solamente a Israel. También está Hamas por la parte palestina. Y Egipto tiene una gran parte de responsabilidad. Si hubiera abierto sus fronteras muchas muertes se podían haber evitado.
-¿Habrá un punto final?
-No lo sé. Ha habido tantas treguas...
-¿Qué hará cuando llegue a España?
-Con mi familia en Sevilla no voy a poder quedarme, porque mi madre tiene hijos en casa. Creo que me iré con mi hijo a Murcia. Vive allí con su novia, a la que conoció por internet.
-¿Confía en poder salir?
-Hace meses que planeaba dejar la franja de Gaza y antes de la guerra enviamos la documentación al Consulado. Cuando Israel atacó volvimos a expresar nuestro deseo de salir, pero han sido incapaces de sacarnos de aquí, aunque otros extranjeros sí lo han hecho. Confío en aclarar todos los problemas de descoordinación que ha habido cuando estemos en España.
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