"Nos han vendido una historia incompleta y, por tanto, falsa"
Manuel jiménez Núñez | Documentalista, codirector de 'Las Sinsombrero'
Manuel Jiménez Núñez lleva 20 años en el mundo del cine. Director, guionista, consultor audiovisual y productor de documentales es, junto con Tania Balló y Serrana Torres, el alma de Las Sinsombrero, el proyecto con el que han reivindicado y popularizado el papel de las mujeres del 27. Antes de eso puso su mirada en La aldea perdida. El lado oscuro, en Hombres de Sal, en el futbolista Mágico González y en el poeta y articulista Manuel Alcántara. El pésimo actor mexicano supuso un encuentro cercano con el escritor en el que supo dejar su huella.
-¿Quiénes son Las Sinsombrero?
-Con este término decidimos agrupar a las mujeres que habían formado parte de la Generación del 27 y darle nombre al documental, que era la columna vertebral del proyecto. Esto surge de una anécdota que cuenta Maruja Mallo. Ella, junto a Margarita Manso, Salvador Dalí y Lorca, que eran muy amigos, decidieron quitarse el sombrero, lo que era un símbolo de transgresión en la época, se cogieron de las manos y cruzaron la Puerta del Sol. Relataba que la gente empezó a apedrearles y a gritarles maricones. Nos pareció una anécdota que podía condensar esa idea de transgresión, de mujeres que entraban a la esfera pública a nivel creativo.
-Se ha hecho una marca...
-Sí, pero no las reivindicamos a ellas como Las Sinsombrero, sino como la Generación del 27. Nos gusta repetir mucho que ellas no son un apéndice aparte de esta generación. En este grupo, igual que hombres había mujeres e interactuaban al mismo nivel.
-¿Era una necesidad rescatar a estas creadoras?
-Sí, era necesario. Todos hemos estudiado la Generación del 27. Nos han contado esta historia de retroalimentación creativa entre Buñuel, Lorca, Dalí, Alberti, Altolaguirre. Sin embargo, no se nos ha explicado que era un grupo de amigos y también de amigas, la mujer también estaba presente. Cuando se ha puesto en valor al grupo se ha obviado a Concha Méndez, a María Teresa León, a Ernestina de Champourcín, a María Zambrano... que son artistas e intelectuales de primer nivel. Era necesario reivindicarlas porque nos las han robado del relato.
-¿Entonces se nos ha contado un relato a medias?
-Lo que no se comunica no existe. Si el sistema educativo te enseña que había unos señores que eran magníficos porque estaban juntos y creaban y no te cuentan que había mujeres, entonces ellas dejan de existir. Ahora me sorprende muchísimo cómo nunca me había planteado que hubiera mujeres en la Generación del 27. Son artistas que en su época triunfaron y ahora, sin embargo, no se cuenta. Nos han vendido una historia incompleta y, por tanto, falsa.
-¿Cuántas películas harían falta para hacer justicia con estas mujeres?
-Afortunadamente, se están haciendo muchas iniciativas en este sentido. También se están reeditando algunas obras, pero hace falta más. Esa labor de recuperación de su obra está pendiente. Es necesario que se las pueda leer o ver su pintura en un museo. Sus cuadros están normalmente en casas de familiares o en los almacenes y tienen que estar expuestos. No basta con ser nombradas y reconocidas, aunque sea un gran paso.
-¿Están ya trabajando en la tercera edición de la serie?
-Sí. Al principio no pensamos en la trascendencia del proyecto, en la marca, en que iba a haber bibliotecas y calles llamadas Las Sinsombrero. Dado el éxito y el calado social hemos seguido ahondando. Es de justicia decir que no somos los primeros en decir que había mujeres en la Generación del 27. Investigaciones y tesis doctorales hay, pero rara vez trascendían del ámbito académico. Nosotros lo que hemos conseguido es popularizarlo y hacer que cale.
-¿Y sobre qué mujeres tratará la nueva película?
-Haciendo el primero pensamos en aquellas creadoras que no se habían exiliado y en lo duro que tuvo que ser continuar con su trabajo en la dictadura. Porque, además de todo, tuvieron un cierto estigma. Así surgió Ocultas e Impecables. Eso ya nos hace que, por automatismo, la tercera parte la estemos preparando sobre el exilio, siempre sin repetir a las mujeres tratadas anteriormente.
-¿En qué fase está?
-Estamos en la fase inicial, esperando que TVE decida coproducir. Ya hemos hecho un primer dossier, hemos seleccionado las posibles protagonistas y tenemos claro que queremos seguir la estructura de las dos películas anteriores, tratarlas siempre desde un doble punto de vista, tanto por expertos como por familiares o seres cercanos.
-Sigue en este terreno feminista con Solteronas. ¿Qué quiere reivindicar con este nuevo trabajo?
-Sumergido en el franquismo, en ese modelo de mujer como ángel del hogar, me llegó un estudio de la profesora de la Universidad de Málaga Amparo Quiles sobre cómo la literatura y las artes escénicas habían reflejado el papel de las solteras. Me reuní con Amparo y vi claro que tenía que hacer un documental. Castilla La Mancha Televisión eligió nuestro proyecto para coproducirlo y la UMA se sumó. Estoy buscando financiación con las televisiones autonómicas y en la fase de investigación. Lo que ya tengo claro es que quiero enfrentar al espectador a esta realidad que siempre ha tenido un carácter despectivo. Quiero darle voz a estas mujeres. La banda sonora va a ser entera de coplas, porque las letras referentes a la soltería son demoledoras y todo eso es lo que nos han inoculado.
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