Leonardo Cervera: "Los españoles costearon el final de la Guerra de la Independencia en Estados Unidos"
Leonardo Cervera | Jurista y funcionario de la UE
Leonardo Cervera publica la novela Gálvez. El héroe español en la independencia de los Estados Unidos (Editorial Almuzara), un relato que nos descubre las desconocidas hazañas del militar malagueño Bernardo de Gálvez
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El desconocido militar Bernardo de Gálvez es uno de esos hombres que cumple con todos los requisitos para pasar la historia: una vida con dosis de épica y un currículum de los que no se suelen ver por ahí. Pero la historia es cruel, y el reconocimiento de la posteridad lo concede de manera un tanto arbitraria. Por lo que Bernardo de Gálvez es también uno de esos hombres que, a pesar de todo –a pesar de su crucial participación en la Guerra de la Independencia estadounidense-, terminan en el olvido. De Gálvez nos enseña mucho. Por ejemplo, humildad –no somos nadie-. Y más lecciones que descubrimos con el jurista Leonardo Cervera, actual Secretario General del Supervisor Europeo de Protección de Datos en la Unión Europea y autor de la novela Gálvez. El héroe español en la independencia de los Estados Unidos, una historia que nos da dimensión acerca de cuánto desconocemos nuestro pasado.
Pregunta.El encanto trágico del XVII y lo convulso del XIX. El XVIII, sin embargo, parece que no tiene su épica en la historia de España.
Respuesta.El XVIII es un siglo que empieza muy mal, con la Guerra de Sucesión española y el cambio de dinastía. Al imperio español le costó mucho recuperarse. Precisamente, cuando consiguen recuperarse, con Carlos III, llega Carlos IV y lo tira todo por la borda al darle la corona a Napoleón. El XVIII es un siglo un tanto perdido.
P.Comienza esta novela contando un episodio quizá no demasiado popular: la batalla que sucedió en las costas de Málaga, en el contexto de la Guerra de Sucesión.
R.Sí. Se trata de la batalla de la Torre del Mar o de Torre del Mar. Fue la batalla naval más importante de la Guerra de Sucesión. Con ello quise empezar la novela con algo épico.
P.¿Fue la Guerra de Sucesión española un episodio que determinó la historia de Europa, y la de España?
R.Para los españoles supone un cambio de dinastía y la pérdida del imperio español en Europa. Ahí se pierde todo. Los Borbones se centraron a partir de entonces en el imperio español de América. La Guerra de Sucesión fue una guerra de tantas, pues en aquella época, en Europa, había una guerra cada quince años. Lo único que queda de este periodo, para la posteridad, en la cicatriz de Gibraltar. Que ahí sigue. Todavía.
P.En esta historia habla usted del tabardillo. ¿Hubo una epidemia en Málaga a principios del XVIII?
R.Eran epidemias regulares que sufríamos en Málaga. Y no en otras ciudades, como Cádiz, debido a su buen sistema de alcantarillado. En cada una de estas epidemias, habituales en este tiempo, se moría el 10% -o el incluso el 15%- de la población. Era una mortandad terrible. Este tabardillo es bastante desconocido, pero tenía una tasa de mortandad alta. La epidemia más fuerte, que se llevó a una cuarta parte de la población malagueña, fue la de fiebre amarilla. A principios del siglo XIX. Durante la guerra napoleónica.
P.Uno de los nombres principales de esta novela, Juan de Arcila, desciende de mahometanos. ¿Era considerable la población musulmana en Málaga, a principios del siglo XVIII?
R.Eso es un asunto muy curioso. Por esa época todavía había muchos esclavos negros en Andalucía. Miles. Estos esclavos terminan desapareciendo, pues se mezclan. Cuando se liberan se terminan casando con blancos. De hecho, aún se ve a gente en Andalucía que tiene rasgos que denotan origen negro. A finales del siglo XVIII habría 25000 o 30000 negros en Andalucía. También había esclavos mahometanos. Los que vivimos en la costa sabemos de todas estas torres de vigilancia que hay a lo largo de la costa, desde Almería hasta Cádiz, y que servían para luchar contra los piratas berberiscos, que venían a España a hacer cautivos y a hacernos esclavos en el norte de África. Nosotros también, los españoles, y los holandeses, íbamos al norte de África para hacer cautivos allí y usarlos como esclavos en Andalucía. Juan de Arcila, este personaje de la novela, es un liberto. Un personaje muy meritocrático, como Bernardo de Gálvez. Alguien que supera sus orígenes humildes y acaba codeándose con la flor y nata de la Málaga de la época.
P.Protagonistas de la flor y nata: los condes de Gibralfaro. Uno de ellos, Agustín, se montaba unas fiestas en las que estaba bien a gusto, sí.
R.Para los condes de Gibralfaro [personajes de ficción] me he inspirado mucho en los condes de Buenavista. El palacio donde ubico a los condes de Gibralfaro es prácticamente una réplica de lo que era el palacio de los condes de Buenavista –donde hoy está el Museo Picasso-. Estos condes, duques, marqueses, esta aristocracia del siglo XVIII, contrasta con la nueva burguesía. Con la aristocracia del mérito. Los Gálvez son aristócratas del mérito –de la inteligencia, del estudio-, mientras que los condes de Gibralfaro son aristócratas del pasado. Gente que solamente piensa vivir de la renta, y en la fiesta. Es la decadencia del Antiguo Régimen.
P.He subrayado esta frase: escribe usted que los españoles “nos guiamos más por el sentido del honor que por el dictado de la razón”.
R.La honra ha sido un valor fundamental para el imperio español desde el siglo XV-XVI hasta prácticamente entrado el siglo XX.
P.En el panorama internacional, en el XVIII: ¿qué papel tuvo España? ¿Era una potencia venida a menos?
R.Era una potencia muy venida a menos, desgraciadamente. El siglo XVII es el siglo de la decadencia. Aunque los Borbones consiguen reflotar esa potencia venida a menos. Felipe V y Carlos III consiguen reflotar a España. No al nivel que tenía antes, pero más o menos. España llega en este periodo a tener una flota casi equiparable a la flota francesa, de tal manera que en diez años se botan quince o veinte navíos de línea. Una barbaridad. Esa proeza se debe a la gran flota que consiguen reunir los Borbones franceses y españoles, quienes, juntos, atisban que se puede ganar la guerra a los ingleses y darle la independencia a Washington. De ahí que la contribución española, en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, es mucho mayor de lo que se piensa. Hay una gran injusticia histórica.
P.Y hablamos, al fin, de Bernardo de Gálvez. Un hombre que alcanzó la categoría de héroe sin llegar a cumplir los cincuenta años.
R.A Bernardo de Gálvez lo nombran general con 33 años. Y tenía 30 años cuando lo mandan a Nueva Orleans, a finales de 1776, para conseguir que Washington no se rinda. Bernardo de Gálvez fue un hombre muy precoz, que muestra una gran capacidad.
La contribución española, en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, es mucho mayor de lo que se piensa. Hay una gran injusticia histórica"
P.¿Fue un ilustrado?
R.Bernardo de Gálvez era un hombre muy moderno. Muy adelantado a su época. Creía en la igualdad de razas –por eso tenía soldados negros en su ejército-, creía en el matrimonio por amor –una cosa muy moderna en aquella época-, creía en la educación para los dos sexos. De hecho, Macharaviaya [ciudad natal de Bernardo de Gálvez] fue el primer sitio de España donde hubo una escuela mixta. Para niños y niñas. Sobre todo, Bernardo de Gálvez era un tío muy simpático. Tenía mucha mano izquierda. Sabía meterse a la gente en los bolsillos. Fue, en resumidas cuentas, una de las personalidades más importantes de los Estados Unidos
P.Las relaciones de Estados Unidos con España, en el siglo XVIII, eran muy buenas.
R.España es entonces el vecino rico. Los franceses son los primeros que se lanzan en ayudar a los rebeldes, y mandan tropas, pero la ayuda que quiere Washington y compañía es la ayuda de los españoles. Porque los franceses están tiesos. Los españoles, en cambio, tenían la riqueza de la Nueva España. Los americanos quieren la ayuda del vecino rico español. Los españoles costearon el final de la Guerra de la Independencia en Estados Unidos. El final de esta guerra se paga con reales de a ocho, que ha sido moneda de curso legal en los Estados Unidos hasta casi el siglo XX. Lo que sucede es que el vecino español pasa, muy rápido, de ser el vecino aliado al vecino incómodo al que se le quieren quitar las tierras.
P.¿Cómo es posible que un hombre como Bernardo de Gálvez sea un olvidado?
R.Primero, porque muere muy joven –con cuarenta años-. Segundo, porque la saga de los Gálvez desaparece con la muerte de Bernardo. Además, la muerte de Bernardo de Gálvez coincide con el fin de imperio español. El siglo XIX español no está para recordar a héroes. Es un siglo tristísimo. No es hasta recientemente, con el trabajo de historiadores como Manuel Olmedo, Teresa Valcárcel o la Asociación Bernardo de Gálvez, cuando se ha empezado a rescatar la figura del político y militar.
P.¿Es este un olvido intencionado?
R.Por parte de los Estados Unidos, sí. Ellos quisieron olvidar la figura de Bernardo de Gálvez, pues en el siglo XIX no les conviene recordar lo buena que fue España con ellos. A Estados Unidos, en este siglo, lo que le conviene es quedarse con los restos del imperio español. El caso de Puerto Rico o Filipinas. Hoy día no tiene sentido negar la ayuda económica, tan importante, que tuvo España con Estados Unidos. Una deuda económica que nunca se pagó. Lo que España le dio a los Estados Unidos, que fueron miles de millones de euros, nunca se devolvió.
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