Howard Donald | Take That: "La última vez que tocamos en España fue en 2007 y tenemos una deuda con el público por la espera"

La histórica banda británica ofrecerá tres conciertos en Andalucía: en Starlite (14 de julio), en Icónica Santalucía Sevilla Fest (16 de julio) y en Tio Pepe Festival (21 de julio)

Rozalén: "Todo el mundo espera de mí el punto social y más crítico"

David García, batería de Vetusta Morla: "Vimos la necesidad de descansar para resetear musicalmente"

La banda británica Take That durante un concierto en Copenhagen (Dinamarca).
La banda británica Take That durante un concierto en Copenhagen (Dinamarca). / TORBEN CHRISTENSEN / EFE

Aeropuerto de Barajas. Año 1996. Un grupo de fans aguarda impaciente la llegada de sus ídolos, que no eran otros que un jovencísimo quinteto británico, de nombre Take That, que protagonizaba las portadas de revistas adolescentes de medio mundo. Ofrecían un último concierto en España antes de separar sus carreras, pero nunca aparecieron en el aeródromo madrileño. Sí dejaron -sin saberlo- una colección de vídeos que quedarán para el recuerdo. "No es normal que se separen así del día a la mañana, o sea, de la noche al día y sin darnos ninguna explicación", lloraba una adolescente desconsolada ante la mirada estupefacta de una reportera. Otra -en un mar de lágrimas- clamaba que darían "todo por ellos". Y así se fraguó un estupendo reportaje sobre el fenómeno fan patrio. Gran parte del público que compartió etapa adolescente con estas protagonistas se congregarán en Starlite (14 de julio), Icónica Santalucía Sevilla Fest (16 de julio) y Tio Pepe Festival (21 de julio) para verlos de nuevo. Eso sí, la banda está compuesta ahora por tres integrantes.

-¿Quién llamó a quién primero para grabar su último álbum, This Life? Realizaron Odissey como un recopilatorio de grandes éxitos, supongo que querrían hacer algo totalmente nuevo.

-Para Odissey sólo compusimos tres canciones nuevas y en This Life hemos plasmado experiencias completamente nuevas y hemos hecho lo mismo con las composiciones. Ha sido único. Todos fuimos en direcciones diferentes y escribimos con personas distintas a partir de experiencias del pasado. Estuvimos en Nashville (Tennessee) y Savannah (Georgia), donde grabamos con Dave Cobb, que es un gran productor y ha trabajado con artistas de la talla de Lady Gaga. Estar en ese hermoso paraíso fue muy inspirador y Cobb consiguió un álbum lleno de sabor. Lo cierto es que es fantástico hacer canciones nuevas.

-Además de Savannah, el trabajo se ha fraguado en Barcelona.

-Sí. En Barcelona estuvimos componiendo antes de viajar a Savannah. Pusimos en común todas las canciones que habíamos escrito de manera individual y las tocamos en un estudio. También grabamos un montón de voces. En definitiva, reunimos todas las grabaciones individuales e hicimos cosas nuevas. Decidimos lo que deseábamos que estuviera en el álbum y lo que teníamos interés en presentar al productor. Lo que hicimos en Barcelona fue algo parecido a un plan con las canciones que necesitábamos, las ideas en las que nos queríamos centrar y las demos que tocaríamos a Dave Cobb. Una parte muy importante del proceso.

-El álbum transmite diferentes mensajes. Por ejemplo, estar en la cima y sentir la derrota. ¿Era vuestro propósito mostrar que, a pesar de ser una gran estrella, se pueden tener momentos de debilidad?

-Por supuesto. Hay días de debilidad en los que me odio a mí mismo. Es como una balanza. Por ejemplo, March Of The Hopeful habla sobre llegar demasiado lejos dentro de una relación y no querer volver a entrar en ese proceso en el que intentas que alguien vuelva a quererte. Es un equilibrio. El disco aborda experiencias personales que podrían ser universales. Vivir, amar, reír, odiar. El 50% de las veces que me miro al espejo no me gusto a mí mismo, ni me gusta mi aspecto. A veces pienso que no quiero salir, no me siento seguro. La gente a veces mira a las estrellas de rock o de pop y cree que sus vidas son plenamente maravillosas, porque tenemos fama y dinero. Pero tenemos familias, hijos, también pasamos días de insomnio y noches sin dormir. Pasamos por las mismas rupturas en nuestras relaciones, mueren nuestras personas queridas. Vivimos las mismas emociones que los demás y creemos que cualquiera puede identificarse con las experiencias que contamos en nuestras canciones.

-Take That forma parte de la industria desde hace más de 30 años. ¿Ahora es más fácil abrirse camino que cuando empezaron?

-Ahora es más complicado que cuando comenzamos. Nosotros estábamos en el sitio y en el momento correcto. No había redes sociales, ni YouTube, ni Instagram, ni Tiktok. Todo lo queríamos, teníamos que hacerlo en persona. Obviamente, es maravilloso que cualquiera pueda escuchar tus canciones si las pones en Instagram, pero todo es más competitivo. Hay muchas más personas intentando ser músicos y lo hacen desde sus casas con sus propios equipos, no tienen que ir a un estudio profesional. Es más duro, porque parece que todo el mundo quiere ser artista o productor y el acceso es más fácil. Pero el problema es que, aunque las redes sociales sirvan para difundir tu trabajo de forma mundial, hay tanta gente que cualquiera tiene que trabajárselo mucho más.

-Y la fama llega rápido, pero también se va rápido.

-Totalmente. Mucho más.

-¿Cree que el contacto directo con sus seguidores del que hablaba ha potenciado que sean tan leales a pesar de los años?

-Sí. Intentamos dar lo máximo de nosotros en todos los países que visitamos. A veces hemos estado en países nuevos como Hungría o Eslovaquia, pero siento que aquí nos han apoyado mucho. Muchos seguidores han cogido un vuelo para venir a Reino Unido a vernos tocar, lo hacían con sus banderas y nos han pedido que giráramos por España. Ahora tenemos la oportunidad de realizar varios conciertos y es fantástico. Tenemos muchas ganas. La última vez que tocamos aquí fue en 2007 con Beautiful World Tour y tenemos una deuda con el público por la espera. Va a ser muy duro, pero no podemos esperar.

-Formaron parte del concierto de coronación del rey Carlos III de Inglaterra el año pasado. ¿Cómo fue la experiencia?

-La verdad es que salieron a flote muchas emociones cuando cantamos ese día. Fue maravilloso. No olvidaré que cuando salimos al escenario no podía parar de repetirme: No pienses que estás actuando delante del Rey. Me concentré totalmente en el público que estaba allí físicamente. Ni en las teles, ni en las radios, ni en los millones de personas que nos estaban viendo el mundo. Así pude olvidar, por momentos, que el Rey estaba allí. Además, recuerdo que justo al día siguiente volábamos a Savannah y estaba muy emocionado por haber sentido el amor de la gente hacia Take That.

stats