"En el flamenco veo poco compromiso social"
David Palomar | Cantaor y pregonero del Carnaval de Cádiz 2020
El cantaor David Palomar (Cádiz, 1977) ha conseguido ser uno de esos artistas profeta en su tierra gracias a una carrera cimentada tanto en el Carnaval gaditano como en el flamenco más identitario de su ciudad natal. Sin embargo, y tras cuatro discos editados, el próximo pregonero del Carnaval se enfrenta a su proyecto más alejado del flamenco cuyo primer single se titula La verdad. Un disco que verá la luz en noviembre de 2020 ya que "durante todo el año", Palomar y el productor y músico Riki Rivera irán desgranando las canciones de un trabajo "diferente".
-Usted que fue jurado de Gente con arte. Explíqueme eso de qué es el arte...
-Yo diría que es la energía que tiene un artista para mover lo que tiene a su alrededor. Si el arte no te mueve, no te conmueve, no te emociona, pues deja de ser arte. Transmisión, como decía Camarón, transmitir o no transmitir. El arte es transmisión.
-¿Es complicado vivir del arte?
-Yo me siento privilegiado porque vivo de lo que es mi arte, aunque ya dirá la gente que me escucha si conmuevo o no conmuevo. Pero yo vivo de eso y soy feliz porque no podría vivir de otra manera la vida, porque es una vocación que se ha convertido en una profesión. Pero pienso que, en general, es difícil. Porque además de arte, para vivir de esto hacen falta otros factores: intuición, astucia, inteligencia...
-¿Piensa que ya se ha construido una personalidad como artista?
-Creo que estoy cerca y te digo por qué, porque cada vez me siento más libre. Tú te acercas más a tu personalidad cuanto más libre seas. Cuando no hay reparos, plasmas como quieres, no tienes sentido del ridículo... Si todavía hay un resquicio pues estás en la búsqueda, que también es muy bonito. Israel Galván, por ejemplo, que es una persona que yo miro mucho lo que hace, dice que hasta hace muy poco él no ha conseguido ser libre, conseguir que no le afecte lo externo. Creo que cuando llegas a ese punto zen, has encontrado tu personalidad. Es una búsqueda bonita y sufrida.
-¿Se puede conjugar la libertad con la etiqueta de legatario de Chano Lobato, del Beni de Cádiz...?
-La gente te da, la gente te quita, siempre ha sido así. Cuando salió Trimilenaria recuerdo que escuché unas cosas... "Dios mío de mi alma, menos mal, ha llegado la esperanza..." Esa misma gente, tiempo después, sobre otros trabajos míos han ido diciendo que yo tampoco "era para tanto", que había "otra gente..." Pues, miren, perdónenme, son ustedes los que me colocasteis la etiqueta. Pero, vamos, a mí no es que me pese, a mí me gusta, yo tengo a Cádiz en la boca a toda costa, pero que no esperen de mí un estereotipo. "Va a sacar un disco Palomar, verás qué pedazo de alegrías o de bulerías de Cádiz..." Bueno espérate a ver si Palomar quiere hacer otra cosa, no asfixiarme...
-¿Y quiere hacer otra cosa? Le pregunto por el disco que tiene en ciernes...
-Pues te puedo decir que este nuevo trabajo no va a estar atado a la tradición cantaora ni a la escuela gaditana del cante. Sólo hemos plasmado, Riki Rivera y yo, una inquietud mía de contar cosas y de contar cosas con mucha libertad tanto en la composición literaria, como musical, como en la ilustración de las portadas, los videoclips... Contar sin miedo. Ya veremos la reacción de la gente pero yo estoy súper feliz porque tiene mucha verdad y porque no deja de ser David Palomar, no pierde la identidad.
-Contar cosas... ¿Hay que comprometerse desde la música?
-Es imprescindible que haya un compromiso de la gente a todos los niveles, y hay que mojarse, y la gente no lo hace por miedo. Sigue existiendo el miedo a las represalias, existe todavía la censura, recientemente ha habido raperos que han metido en la cárcel o partidos políticos que prohíben que toquen Luis Pastor, C. Tangana... Pero no hay que tener miedo a decir cosas y en el flamenco, por ejemplo, veo muy poco compromiso social por no decir ninguno actualmente. Se habla de El Niño de Elche, que hace sus intentos, no digo que no, pero yo considero eso más experimentación musical que compromiso social. Creo que la gente potente, las mediáticas, deberían ser las primeras en asumir el compromiso con su tiempo.
-Y a nivel industria, ¿cómo ve el flamenco en Andalucía?
-El talento es indiscutible, goza de buena salud en nuestra tierra, pero creo que la subvención ha malacostumbrado al artista flamenco. Pienso que es hora de que los flamencos, aunque ya muchos los están haciendo, levanten su culo gordo de la casa y que se busquen la vida, y que se partan la cabeza, y que intenten autofinanciarse. ¿Que es difícil? Claro. Pero es la única manera de que la industria crezca. Esperando la subvención de turno o la ayuda de producciones lo que hacemos es maltratar al flamenco y mal acostumbrar al público.
-Hablaba antes del miedo. ¿Usted qué teme más: las críticas al nuevo disco o al pregón del Carnaval?
-Sin duda, las del pregón. Con el disco, la gente te puede hacer comentarios tipo: "Qué disco más raro, chiquillo, pero suena bonito" o "Uy, con lo bien que hacías tú las alegrías, ahora la gente te va a decir cosas..." Y con eso, al final, te ríes porque la gente es muy cariñosa. Pero el pregón... Bajarte y que te digan: "Pes tampoco es para tanto", "yo me esperaba, más...". Tú sabes que eso puede pasar fácil en Cádiz porque la gente es muy exigente. Eso sí, puedo asegurarte que voy a intentar cumplir con las exigencias, por mí no va a quedar, pero también sé que no puede llover a gusto de todos.
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