"Las especies invasoras ‘macdonalizan’ la naturaleza"

Mujer sabia y defensora de la naturaleza. Natural de La Selva del Mar (Girona), Montserrat Vilà es profesora de investigación de la Estación Biológica de Doñana, ubicada en el PCT Cartuja (Sevilla), y profesora asociada de la Universidad de Sevilla. Su profunda sensibilidad hacia la naturaleza tiene raíces en su población natal, un paraje natural de extraordinaria belleza. En su trayectoria destacan sus trabajos sobre la ecología de las especies invasoras. Su nombre aparece en la lista de los científicos más reconocidos en el mundo y recientemente se ha incorporado a la Real Academia de Ciencias de España.

–Montserrat Vilà. Su nombre aparece entre los científicos más citados en el ámbito mundial en la lista internacional Highly Cited Researchers (HCR). ¿'Influencer' de la ciencia?

–Se trata de una lista de científicos que son más citados en trabajos académicos. Sí, podríamos llamarlos influencers de la ciencia.

–¿Qué le preocupa?

–Sólo tenemos un planeta y es fundamental mantener su patrimonio natural. Me preocupa la homogeneización biótica o macdonalización de la naturaleza.

–¿Qué papel juegan las especies invasoras?

–Cuando transportamos especies exóticas que compiten con las autóctonas... se macdonaliza la naturaleza. Es decir, los espacios naturales van perdiendo especies propias y al final en todos los entornos predominan las mismas especies dominantes y las autóctonas cada vez son más raras.

–¿Puede exponer algún ejemplo?

–El cangrejo azul, el cangrejo chino y el cangrejo americano son especies introducidas invasoras.

–¿En los ríos?

–Sí. Algunas especies se han introducido para alentar la práctica de la pesca. Es el caso de las carpas y los siluros. Son dos especies de peces, grandes depredadores que han acabado con algunas especies nativas.

–¿Otros invasores?

–Es el caso también de la famosa tortuga de Florida. Es necesario que los ciudadanos sean conscientes del impacto que puede tener en la biodiversidad abandonar una mascota.

–¿Afecta a la flora?

–Claro. Especies introducidas con fines ornamentales, como las acacias o la uña de gato, compiten con especies de la flora autóctona por ejemplo en los hábitats costeros.

–¿Son amenazas?

–Es el caso, por ejemplo, de las algas asiáticas que hace poco han invadido la costa de Cádiz. Su nombre científico es Rugulopteryx okamurae. Se trata de una especie invasora con un fuerte impacto ecológico y socio económico en el litoral: esta especie ha impactado sobre el turismo, sobre la pesca, al enredarse en las redes, y sobre la biodiversidad de las aguas del litoral.

–¿Cómo ha llegado?

–Es probable que haya llegado en las aguas de lastre de barcos.

–¿Alguna especie está en riesgo de supervivencia?

–En Sevilla en el Parque de María Luisa, las poblaciones del murciélago autóctono, el nóctulo grande, han disminuido debido en gran medida a la proliferación de las cotorras argentinas.

–¿Se corre el peligro de perder a este murciélago?

–La cotorra argentina, que ha proliferado en Sevilla, se apropia de los nidos del nóctulo grande, una especie que es considerada vulnerable y que tiene un papel crucial, por ejemplo, en el control de mosquitos. Cuando se propaga una especie invasora puede ocasionar una cadena de impactos en el entorno.

–¿Proyectos?

–Estamos estudiando, entre otros proyectos, qué especies introducidas en viveros y en jardines públicos son exóticas y poseen potencial invasoras. Pese a la legislación española e europea, comprobamos que hay especies exóticas que aún se comercializan y se plantan. Es muy probable que no se trata de mala fe, sino de desconocimiento.

–¿Por ejemplo?

–Las acacias, o la hierba penacho. Las acacias son fijadoras de nitrógeno de modo que cambian las características de suelo de forma que muchas especies nativas no pueden establecerse. La hierba penacho, que procede de África se ha plantado mucho en rotondas e urbanizaciones de la costa; está proliferando mucho en las zonas semiáridas de Almería afectando especialmente al Cabo de Gata. Plantar estas especies es ilegal.

–¿Cómo afecta el calor?

–El aumento de la temperatura modifica el comportamiento y la distribución de muchas especies, pero en Andalucía es también muy relevante el efecto de la sequía. Algunas especies de aves migradoras ya no paran en Andalucía, como ocurre con muchos patos, lo cual tiene un impacto también en la flora porque estas aves migratorias son dispersadoras de semillas. Además, la falta de agua persistente puede obligar a cambiar los tipos de cultivo.

–¿Puede Doñana asumir más cultivos?

–No. Doñana sufre ya mucha presión. Europa no lo permitirá.

–Ha sido nombrada recientemente académica por la Academia de Ciencias de España. ¿Qué representa?

–Agradezco muchísimo el nombramiento. Que la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales apueste por una persona que estudia Biología de la Conservación, una disciplina compleja que no es una ciencia "dura" es muy loable. Que esta institución manifieste que la Ecología es relevante dentro del ámbito científico nacional es un mensaje muy alentador.

–¿Qué necesitan los científicos hoy?

–Más flexibilidad para gestionar los proyectos de investigación y más apoyo de personal técnico para que nos podamos descargar de tareas administrativas y de gestión, principalmente.