"La devoción a la Reina de las Marismas ha desbancado el voto presencial"
Manuel Zurita | Historiador
Rociano antes que rociero, es uno de los historiadores que más ha escrito sobre esta romería internacional
Acaba de publicar un nuevo libro sobre su localidad natal, Villamanrique de la Condesa
"Lady Di tenía un punto muy cursi, pero dejó un sinfín de 'looks' increíbles"
Rociano antes que rociero y manriqueño a gala. Manuel Zurita acaba de publicar su nuevo libro, Historia de Villamanrique. Un pueblo de La Marisma: su habla, oficios, personajes, educación y fiestas. Se trata del tercer tomo que recoge los resultados de la extensa investigación llevada a cabo durante años.
Esta semana la disfruta en la antigua Villa de Mures, por donde pasan cerca de 130 hermandades camino del Rocío. Un tránsito por el que luchó para que fuera declarado por la Junta de Andalucía Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Con la sapiencia que dan los años, reflexiona sobre los cambios que ha vivido esta fiesta, de la que se ha hecho eco recientemente The New York Times.
-¿Lo de ser de pueblo marca de por vida?
-Indudablemente. Es una forma de ver lo que te rodea, en una comunidad donde todos nos conocemos, en la que todos tenemos nuestra peculiar forma de hablar, de aprender unas costumbres, unas tradiciones y unos sentimientos. Una riqueza transmitida de forma oral por nuestros mayores. Recuerdo que, cuando íbamos a Sevilla, nuestras primas hacían bromas sobre los catetos del pueblo, que ceceábamos y éramos niños rudos, criados en la libertad del campo. Todo un patrimonio para nosotros.
-¿Cuánto tiempo han empleado en recopilar datos para el nuevo libro?
-Es el tercer tomo sobre investigaciones en archivos, bibliotecas y la tradición oral, durante décadas, de nuestro pueblo y su entorno, tan unido a Doñana. Próximamente se completará la serie con un cuarto tomo, en preparación. Todos los libros tienen carácter benéfico y pueden adquirirse mediante donativo.
-¿Desde cuándo hay constancia de habitantes en este municipio?
-Desde la protohistoria, ya que el documento más antiguo es la Estela de Villamanrique (s. VII a. C.), que descubrimos en 1978, escrita en tartesio y por el que se conoce nuestro pueblo en los ámbitos académicos y universidades. Mures, la antigua denominación de Villamanrique, aparece citado en el Libro de la Montería (ca. 1340), junto a La Rocina. Ya en 1304 existe un tomo 6 del Libro de Defunciones, con cubiertas de pergamino. Y libros de bautismos constan desde que se instituyeron estos registros.
-Hablamos de una zona, la marisma, que desde bien antiguo rendía culto a divinidades femeninas...
-En efecto, en diversas zonas de la marisma y próximas a la Rocina existieron lugares consagrados a divinidades femeninas fenicias, como a la Lux Dubiae y Astarté, que luego serían romanizadas. Cultos prerromanos hemos datado en el Santuario de los Montes, próximo a un conchero, utilizado para la tintura de la púrpura, en el que aparecieron terracotas votivas antropomorfas y zoomorfas. El aspecto mareal también se divinizó y cristianizó posteriormente.
-¿Goro Medina era manriqueño o de otra localidad de la zona?
-El cazador que halló la imagen de la Virgen, en la chueca de un centenario acebuche -existen varios en el Real del Rocío- se llamó Gregorio Medina, Goro. Una tradición oral consuetudinaria, recogida en los pueblos comarcanos de Hinojos, Almonte y Villamanrique, afirma que era natural de Villamanrique y que dio parte de su hallazgo al vecino pueblo de Almonte. De este hecho nació la famosa Romería, que recogería la Primitiva Regla de Almonte, impresa en Sevilla en 1758.
-El paso de hermandades por Villamanrique es Fiesta de Interés Turístico. Una declaración que acabó en los tribunales...
-Así fue, pues el paso de hermandades por Villamanrique fue declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía, por el BOJA de 20 de noviembre de 1999, acuerdo recurrido y finalmente elevado a definitivo. Es una fiesta que enaltece toda la Romería, con la participación de 128 hermandades. Siempre defendimos la concordia y hermandad, como titulamos uno de nuestros libros. Procuramos que en todo lo perdido sea común hallarse y que entre todos se observe una armonía llena de cristiandad.
-Por cierto, el Rocío ya es BIC...
-Lo veo muy positivo, al ser un patrimonio común de todos los pueblos que formamos parte del movimiento rociero, unos inmersos en los más genuinos orígenes de la devoción festiva y otros que se han unido a esta gran familia, enriqueciendo esta manifestación de carácter universal, refrendada por la visita de un Papa y ejemplo de unión y concordia. En las presentes circunstancias, la devoción a la Reina de Las Marismas ha desbancado el voto presencial.
-Este año no habrá tractores en la Raya. Se pretende descongestionar este cortafuego natural...
-Creo que, si para descongestionar el camino tradicional de la Raya Real, se colapsa otro, no es una buena medida. Digo más, es un contrasentido derivar toda la tracción mecánica por una carretera plagada de badenes ilegales (34), sin arcenes, como la de Villamanrique al Rocío, erróneamente llamada de la fresa, al discurrir por un inigualable paraje de pinos. El mismo error que llamar cortafuegos a la antiquísima Raya Real, que unía El Alcázar de Sevilla con Palacio Rey, por el Camino de Villamanrique.
-Villamanrique es un referente en el arte del adiestramiento de bueyes. ¿Dicho oficio milenario está en peligro de extinción?
-Es una profesión de siglos la de carretero, en Villamanrique. Todos los recursos de Doñana eran transportados en carretas y carros hasta Sevilla y su tierra. Recorrían el llamado Camino del Pescado, que iba desde las pesquerías atlánticas por El Rocío, Villamanrique, el Vado, hasta la Pescadería sevillana. La tradición se mantiene muy viva en muchos pueblos rocieros y en nuestra localidad, a través de la asociación cultural de boyeros Los Frontiles, que convoca un certamen internacional de yuntas.
-¿Qué añora del antiguo Rocío que no encuentra en el actual?
-Los que ya tenemos una edad añoramos aquellos Rocíos de nuestra infancia y juventud, en los que todo era más recoleto e íntimo, como en la antigua ermita, en la que con sones campanilleros de Carrión despedíamos a la Virgen hasta el año siguiente. Hemos vivido unos años de intensísimas vivencias rocieras, a través de nuestros cargos en la junta de gobierno de la hermandad. Pero nos conforta que la Romería se haya convertido en una festiva celebración para todos los rocieros y causa de alegría universal.
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