"Las empresas familiares han capeado mucho mejor la crisis"
juan francisco corona. director general del instituto de la empresa familiar
-Es director general desde el pasado miércoles del Instituto de la Empresa Familiar. ¿Qué representa la empresa familiar en la economía española?
-La empresa familiar es la economía española. Si las empresas españolas van bien, la economía española va bien. Esto es un hecho, no una opinión. El nuestro es un país de empresas familiares que necesita que funcionen bien y que estén bien financiadas.
-¿Y cómo les ha ido a las empresas familiares en la crisis?
-No hay estadísticas porque no existe una identificación que nos permita conocer los números exclusivamente de las empresas familiares españolas, empresas que son de todos los sectores y de todos los tamaños, pero hemos apreciado que han capeado el temporal mejor que otras.
-Tendrá una explicación.
-Sí. De igual forma que se asume que las familias han sido las que han sostenido una sociedad en la que el número de parados ha crecido enormemente en muy poco tiempo, en el caso de las empresas familiares se han hecho sacrificios que otro tipo de empresas no han hecho. Las empresas familiares suelen ser proyectos compartidos que tienen una relación con todos los agentes, ya sean proveedores o trabajadores, con un componente humano y personal.
-Pero si no había financiación, no había financiación para nadie.
-Es que ahí se encuentra buena parte de esa explicación que me pedía. En las economías familiares ha habido financiación particular cuando no llegaba la externa, fueron las primeras en reducir la remuneración de los altos cargos... Buena parte de la crisis ha sido debida al exceso de apalancamiento. Cuando se cortaron las vías de crédito, las empresas o particulares muy apalancados no podían hacer nada porque no podían refinanciarse. Esto, en líneas generales, no sucedía en las empresas familiares.
-¿Por qué?
-Tiene que ver con los valores con los que las empresas familiares suelen manejarse. Los planes estratégicos de las empresas familiares son a largo plazo, no buscan resultados espectaculares a corto por la sencilla razón de que no están diseñadas para conseguir grandes números en un ejercicio, sino que la empresa sea fuerte para poder ser transmitida a los herederos.
-En cualquier caso, necesitan financiación, como cualquier otra empresa
-Ya, pero una empresa familiar tiende a capitalizarse por encima de la media, es más restrictiva en los repartos de beneficios y, por tanto, no suele tender a grandes apalancamientos. Apalancarse en los buenos tiempos, en los años de la alegría, como yo les llamo, tenía un sentido porque permitía un crecimiento rápido, pero todo tiene un límite. Tiene que existir un equilibrio entre los recursos propios y el crédito. Ese desequilibrio es el que se ha manifestado con la crisis.
-Ese desequilibrio me recuerda a una deuda pública que ya está en el 96% del PIB del país. ¿Debería preocuparnos? Creo recordar que Maastricht establecía un 60%.
-Es que si no hubiéramos emitido esa deuda la financiación habría sido insalvable. También es una prueba de que la economía española está viva y remontando. Antes de empezar la crisis estábamos en un treinta y tantos por ciento, pero toda esa deuda estaba en la empresas y los particulares. No creo que sea para alarmarse porque la economía española parece estar dando muestras de que puede hacerle frente. Hay otros países fuertes que llevan años con la deuda pública por encima del 100% del PIB y funcionan. Además, la prima de riesgo se desploma por los índices positivos, con lo que pagar esa deuda es más barato.
-Escuchamos muchos mensajes sobre los grandes índices, que nadie duda de que sean buenos, pero no notamos su efecto con los pequeños índices. Estoy hablando de empleo.
-Tenemos un problema con el empleo que es intrínseco a nuestro país. Teníamos índices de paro muy altos incluso cuando la economía iba muy bien. El paro va a ir reduciéndose, quizá más despacio, pero no deberíamos conformarnos con aceptar que en España el desempleo siempre será alto y esto es así y punto. No es de recibo.
-Ha formado parte del grupo de expertos que han propuesto una reforma fiscal a petición del Gobierno. Uno de sus cometidos era buscar soluciones para este problema. ¿Cuáles fueron sus conclusiones?
-Proponemos una devaluación fiscal cuando sea posible hacerse. En esa devaluación es conveniente una reducción de las cotizaciones sociales, que son las más altas de la OCDE. Menos cotización permite más inversión y más inversión es más empleo.
-Entonces la Seguridad Social pierde ingresos.
-Se enjuga con el IVA, que es deducible en frontera y hace más competitivos nuestros productos.
-Más IVA, menos consumo.
-Sí con la misma renta, pero si se reduce el IRPF se entrega más renta a los ciudadanos que irá, con seguridad, al consumo porque somos un país consumista. Está demostrado que los incrementos de precios tienen un efecto en el consumo que no va más allá de los tres meses.
-Menos impuestos entonces.
-Naturalmente. Menos impuestos es más actividad económica. Esto no es una apreciación ideológica, es un axioma económico.
No hay comentarios