"Villarejo sería un gran fichaje para el club Bilderberg"

Cristina Martín | Periodista

Cristina Martín
Cristina Martín / Juan Carlos Muñoz
Juan De La Huerga

20 de diciembre 2018 - 05:00

"Meterse contramano es la función del periodismo". Lo dice alto y claro Cristina Martín Jiménez (Sevilla, 1974), quien lleva a gala la función social de la prensa de "denunciar las corrupciones del poder". Acaba de publicar Hijos del cielo (Ediciones Martínez Roca), donde aborda la conexión histórica entre los poderes celestiales y terrenales, además de la prioridad de las potencias mundiales por conquistar el espacio. Atesora varias obras desde 2005 de Bilderberg, un selecto club formado por las elites económicas y políticas del mundo. "Algún toque de atención me han dado", sostiene.

-¿Un periodista de investigación es muy inocente o muy malvado?

-Debe tener un poco de inocencia y mucha audacia para ver más allá de la apariencia que el poder nos presenta.

-Al hilo de su último libro, Hijos del cielo, ¿está empeñada en que la califiquen de lunática?

-Claro, pero hay que ser un poco terrenal y también celestial. Yo robo el conocimiento prohibido que los poderes quieren ocultarnos. El conocimiento es lo que hace avanzar a las sociedades, nos hace libres; me va muy bien esa misión de ladrona del conocimiento.

-Describa sin irse por las ramas qué mensaje aporta su libro sobre la conexión de los poderosos terrenales con el cosmos.

-En la tesis doctoral me di cuenta de que los dioses terrenales de la actualidad se habían empeñado en la exploración y en la conquista del cosmos. Esto nos abre una puerta al redescubrimiento del ser humano, de nuestra historia antigua, a poder interpretarla con un nuevo código, el de la era espacial. Eso significa que los textos antiguos sagrados tienen mensajes encriptados. Mi misión es desencriptarlos.

-Dice que todo lo que somos se lo debemos a los dioses, "esos seres superiores que bajaron en astronaves más brillantes que el Sol". ¿Está segura de que tengamos que dar las gracias a esa gente?

-Según las crónicas antiguas, del cielo bajaron dioses buenos y dioses malos. Ahí están los ángeles y los ángeles caídos. De eso trata el libro: la lucha antigua del bien y del mal a través de seres buenos y seres malos, y que nos han enseñado a nosotros también y nos han dejado su gen. Tenemos el gen extraterrestre. El eslabón perdido que busca la ciencia, si nos atenemos a los textos antiguos, procede del cielo.

-¿Está Dios ahí arriba y el Diablo aquí abajo?

-El Diablo está aquí abajo y en esta etapa de la historia tiene más protagonismo que los dioses buenos. Dios siempre está arriba y abajo, lo que pasa es que a veces nos desconectamos de la fuente.

-¿No le parece mucha casualidad que los dioses sean justo lo que no somos nosotros? Inmortales, todopoderosos, con alas...

-Los dioses eran inmortales porque tenían el conocimiento. Sabían que tras la muerte, el alma pervivía. Y eso se ocultó durante un tiempo al pueblo. Sólo los faraones entraban en las pirámides para renacer en el más allá. El pueblo no tenía derecho a renacer. Realmente, la inmortalidad es el conocimiento.

-¿La conquista del espacio tiene que ver con la búsqueda de un saber celestial o con el petróleo de Oriente Próximo?

-La nueva geopolítica mundial se ha trasladado al espacio y todo aquel país que no tenga un programa espacial se va a quedar obsoleto. Es como la antigua era nuclear en la Guerra Fría: quien tenía la bomba atómica, lideraba el mundo. El espacio va a ser la nueva energía atómica.

"Los humanos de hoy tenemos medio cielo ganado con los líderes políticos que nos han tocado"

-¿Quiénes tienen más el cielo ganado, los rusos con Putin o los estadounidenses con Trump?

-Están ahí, ahí. Son dos dioses de la Tierra que pretenden conquistar el mundo y proclamarse el Zeus de la era espacial. Los humanos de hoy tenemos medio cielo ganado con los líderes políticos que nos han tocado.

-¿Qué país elegiría como el primer colonizador del espacio y cuál el club Bildelberg?

-Yo elegiría China porque son muy sibilinos y silenciosos, lo hacen todo en secreto, pero tienen un liderazgo tremendo en el espacio. Y a Bilderberg le gustaría que fuera EEUU. Aunque Trump no es del club, pero ahí están muy interesados Hillary y Obama.

-¿Ha recibido clases del ex comisario Villarejo para husmear en los cubos de basura de los poderosos?

-Es un gran personaje del universo Bilderberg, está metido en todas las cloacas, espiando a todos los líderes. Realmente sería un buen fichaje para el club Bilderberg.

-Ya que está tan puesta en asuntos de poder, ¿quién está más cerca de ser presidente de nuestro país: Pablo Casado, Pablo Iglesias o Willy Toledo?

-Son tres extraterrestres, cada uno de un planeta diferente. A la última reunión de Bilderberg invitaron a Pablo Casado. Pero Soraya Sáenz de Santamaría hizo alguna llamada y le quitó el puesto.

-Santiago Abascal (Vox) se promocionó montando a caballo, dispuesto a iniciar una cruzada. ¿A qué cofradía secreta pertenece?

-A los caballeros templarios, ¿no?

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