“La manta del Covid-19 está perpetuando los conflictos familiares”

Cosette Franco Muñoz | Pedagoga y antropóloga

Cosette Muñoz Franco junto a un parque de su barrio.
Cosette Franco Muñoz junto a un parque de su barrio. / José Ángel García

Una de las artífices del Método Mentoris. Pedagoga y antropóloga, Cosette Franco Muñoz (Sevilla 1975) ha trabajado 16 años en zonas vulnerables de Sevilla, como el Polígono Sur, y es cocreadora del Método Mentoris avalado por el Defensor del Menor desde 2015 (mentorización de jóvenes con problemas de conducta en las familias, con actuación en el propio domicilio donde vive) junto a su colega Antonio R. Chamorro.

Es profesora de FP en el centro de formación Cesur y directora del título de experto en violencia filoparental de la UPO. La música y el bodycombat (artes marciales con música) son sus vías para relajarse y soltar estrés.

–¿Cómo están llevando las familias con hijos adolescentes el confinamiento por el estado de alarma?

–Con las familias con las que trabajamos se han perpetuado las situaciones problemáticas de falta de comunicación, de desinterés mutuo, de padres que están perdidos y no saben cómo afrontar la situación. Se han acentuado los problemas que ya tenían al pasar 24 horas confinados padres e hijos con este encierro.

–¿Os han llegado más casos de lo habitual de familias en apuros?

–Recibimos la misma cifra que antes de llamadas de familias a la semana, una media de tres semanales. Creemos que no ha habido un repunte de casos que requieran nuestra atención porque la manta del Covid-19 lo cubre todo y perpetúa los conflictos que había aunque la apariencia sea de normalidad. Hay padres que, si ven problemas con su hijo, aguantan y le dejan el móvil todo el día para que no moleste, pero el problema no desaparece, sigue ahí.

–¿Qué contribuye a que la convivencia familiar mejore?

–El proyecto de vida de los chavales es uno de los factores que más ayuda. Si les falta un proyecto de vida no tienen una tabla de salvación que les motive a normalizarse y se dicen ¿para qué voy a cambiar?. El otro día me decía una chica que prefiere dormir porque despierta no hace nada, que su vida está llena de nada... Me parece una frase dolorosísima. Otros factores importantes para la convivencia son que el joven no consuma drogas y tenga unas relaciones de iguales que no sean tóxicas.

"La adolescencia es siempre la gran olvidada, ¿por qué no podían salir los mayores de 14?"

–¿Cómo es el perfil de los padres de estos jóvenes?

–Pueden ser unos padres entregados, amorosos y preocupados pero, o bien han ejercido una educación negligente o permisiva o incoherente, o las tres a la vez. ¿Sabes? Cuando los padres no tienen un orden ni un límite lo primero que quitan es el cariño y dicen a su hijo: “pues ahora te vas a la cama y no te doy ni un beso”. Y es justo lo que el joven más necesita: sentirse arropado. Entonces se va creando ahí esa distancia que creo que el Covid-19 no rompe.

–Con este panorama de confinamiento es posible que su situación empeore.

–Claro. Hay chavales que salían a la calle a tirar la basura para pillar droga y consumir, con la bolsa de basura en la mano, cuando estábamos confinados.

–¿Por qué cree que el Estado dejó fuera de las primeras salidas a los niños mayores de 14 años?

–Creo que las medidas de desconfinamiento han sido muy incoherentes ¿Por qué los jóvenes a partir de 14 y hasta 18 años no podían salir a la calle y sí los menores? ¿Se los consideraba como adultos? Hay un desfase entre la normativa (la edad penal empieza a los 14 años) y lo que la realidad impone. Creo que la adolescencia es siempre la gran olvidada.

"Estas muertes claro que les afectan pero no saben manifestarlo. Hay que tener en cuenta además que no tenemos una educación emocional. Y algo importante que sucede en nuestra sociedad es que se está diciendo desde el principio que “todo va a salir bien”

–Algunos adolescentes que no han sufrido muertes de familiares directos manifiestan que no les afectan los 25.000 muertos que llevamos en España con esta pandemia ¿por qué sucede esto?

–Para mí eso delata que no saben cómo gestionar esa emoción. Estas muertes claro que les afectan pero no saben manifestarlo. Hay que tener en cuenta además que no tenemos una educación emocional. Y algo importante que sucede en nuestra sociedad es que se está diciendo desde el principio que “todo va a salir bien” cuando está muriendo muchísima gente. Entonces ¿qué mensaje estamos dando? Decir que todo va a salir bien no es la realidad. Esto no es una fiesta. Esas incoherencias las sufren también los adolescentes, las absorben y las hacen suyas. Si no fomentamos el espíritu crítico, ellos piensan que esto es lo que tienen que decir.

–Otros adolescentes dicen que están muy relajados en cuarentena y sin estrés.

–Según a lo que llamemos estrés. Hay quien le llama estrés a levantarse temprano para ir al colegio. Algunos chavales están teniendo estrés de tareas, de conectarse para las clases, para el conservatorio....

–¿Esta crisis sanitaria tiene alguna enseñanza para los adolescentes?

–A los jóvenes que me dicen que no quieren estudiar o que prefieren ser blogueros les diría que este confinamiento que hemos sufrido para protegernos hubiera sido mucho peor si no tuviéramos profesionales que investigan, sanitarios y profesores que se parten la carta por buscar los medios de llevar la educación a las casas ¿En manos de quién estaríamos? Hay que apostar por formarse bien, que va unido a adquirir unas competencias para la vida.

–Su entidad promueve un Voluntariado Social que interviene con adolescentes de institutos en zonas necesitadas.

–Con la ayuda de 120 voluntarios (alumnos de FP superior y universitarios) llevamos cuatro año interviniendo en cinco institutos de Sevilla en zonas como Polígono Sur, El Parchís de Sevilla Este, El Vacie y la Macarena con el fin de que no abandonen sus estudios.

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