"Contar con música en directo llena de vida al Circo del Sol"
Sara Formoso. Acordeonista del Circo del Sol
En el espectáculo Alegría, del Circo del Sol, cuatro músicos y dos cantantes se encargan de completar el show con sus instrumentos y voces. Entre ellos, la joven acordeonista Sara Formoso, una gallega a cuyas manos llegó un acordeón con apenas ocho años por recomendación de su familia y que a sus 29 años le ha permitido formar parte de la orquesta que acompaña al espectáculo circense en directo.
Hasta llegar ahí ha recorrido el mundo y completado formación. Tras su paso por los conservatorios de Ferrol y A Coruña se fue de Erasmus a Suiza.
En 2018 llegaría lo del Circo del Sol, “un sueño” que perseguía desde los 18 años y que acabó haciéndose realidad al terminar sus estudios.
Pensar en el Circo del Sol es pensar en todo tipo de acrobacias, pero hay mucho más, y su papel es una prueba de ello. ¿Cómo acaba una acordeonista en el elenco de este espectáculo?
Yo he sido música desde siempre. Cuando llegó la hora de decidir mis estudios hice el Conservatorio Superior Clásico y fue con 18 años cuando me enteré de que el Circo del Sol tenía música en directo. Hasta entonces, para mí este espectáculo era algo puramente acrobático, como puede imaginarse mucha gente. Cuando me enteré de que también tenía música en directo fue como que todo en mí empezó a cobrar sentido. Yo no sabía en aquel tiempo si iba a ser músico solista, profesora... No tenía ni idea y nada me acababa de convencer. Y fue el hecho de hacer música en directo para un espectáculo teatral y de la dimensión del Circo del Sol me llamó mucho la atención y trabajé mucho para llegar hasta él, me salió bien y estoy muy contenta.
¿Cuándo empieza su relación con el acordeón?
Fue por recomendación de mi familia. Yo quería hacer música, pero no tenía muy claro qué instrumento elegir. Ellos me incitaron a probarlo y, aunque al principio fue una relación un poco de amor-odio, al final me acabó gustando mucho y nada, hoy es forma de ganarme la vida.
¿Por qué esa relación de amor-odio?
Bueno, simplemente por el hecho de empezar con un instrumento hasta entonces desconocido para mí, lo que hizo que me costara un poquito al principio. Te entran dudas, lo quieres dejar, te parece duro..., pero al final es la constancia y la práctica la que tiene te hace aprender a tocar un instrumento y , en mi caso, a enamorarme de él.
¿Cómo describiría la aportación de la música en directo a este espectáculo entre tanto acróbata?
Yo creo que un espectáculo de estas características no se puede concebir sin música y, aunque es cierto que podrían poner un CD y ya está, el hecho de tener la música en directo le da una dimensión muchísimo más viva. Tenemos mucha suerte con el grupo que tenemos porque apoya mucho la ejecución de las acrobacias o los momentos cómicos con los payasos, hace que el espectáculo tenga vida.
¿En cuántos músicos hay?
Somos cinco músicos y dos cantantes.
¿Qué es lo más satisfactorio de formar parte del Circo del Sol?
Hay muchas cosas. Para mí, en primer lugar, parto del hecho de que estoy cumpliendo un sueño, es decir, es la mayor satisfacción que puedo sentir al poder estar haciendo lo que yo quería hacer en la vida, unido a ver cómo a la gente le gusta lo que hacemos y está contenta. Eso es la mayor satisfacción. A nivel personal, yo diría también que nos permite descubrir mundo. Es verdad que muchas veces se hace un poco cuesta arriba porque no puedes estar tanto en casa, pero, en mi caso, siendo joven, se aprecia muchísimo lo que estoy viviendo porque es una oportunidad que no tiene mucha gente. Es decir, normalmente, la gente viaja cuando tiene vacaciones pues, para nosotros, nuestro trabajo es viajar ya en sí mismo.
¿Y lo más sacrificado?
Para mí, sin duda, es estar fuera casa. Es verdad que, dependiendo de dónde estemos, aprovechando las vacaciones que tenemos y las pausas entre ciudades, a veces, podemos pasar unos días en casa. Por ejemplo, estando aquí en Sevilla, en España, en mi caso me pilla muy bien para ir a Galicia a casa, pero, para mis compañeros que viven en Estados Unidos, por ejemplo, pues es más complicado.
¿Cómo se vive con la maleta siempre hecha y a miles de kilómetros de casa?
La verdad es que, verlo, es bastante cómico. Tenemos varias maletas, más o menos una media de tres cada uno, por así decirlo. Y es curioso porque en la misma maleta pones el bikini y el gorro de invierno porque estás todo el rato viajando y tienes que tenerlo todo contigo, tanto las cosas esenciales como aquellas de más valor sentimental o algunas fotos. Y, a partir de ahí, no queda otra que acostumbrarse la vida en hoteles.
Ha viajado por medio mundo, pero, ¿hay tiempo para el ocio? ¿Llega a conocer las ciudades por las que pasa el circo?
Creo que menos de lo que nos gustaría, porque tenemos muchos espectáculos a la semana, pero yo diría que sí. Depende del organigrama, pero podemos tener un par de días libres a la semana y lo podemos dedicar a visitar la zona donde estamos. No muy lejos, pero sí. En las ciudades en las que sólo tenemos un día libre, es más complicado porque básicamente lo dedicas a descansar.
¿Qué pasa en el Circo del Sol cuando se baja el telón?
Pues diría que depende del día. Desde el primer día de la semana hasta el penúltimo, seguimos el ritmo normal. Esto es, se baja el telón, salimos del escenario, nos quitamos el vestuario, que se pone a lavar, nos desmaquillamos, te quitas el peinado y tenemos un autobús que nos espera y nos lleva al hotel. Luego, el último día de la semana es un día más social y, lo habitual, es que nos quedemos a tomar algo juntos. Entre nosotros somos una gran familia, somos compañeros, pero por el tiempo que pasamos juntos tenemos un rollo muy familiar, y todas las actividades las hacemos juntos.
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