"Un chino no está más dotado para las matemáticas que un español"

-¿Es posible nombrar algo donde no haya geometría o relaciones numéricas?

-Todo puede ser tiempo, todo puede ser espacio, todo tiene sus trazos, su geometría. La excepción sería la teoría del caos, que nos dice que en determinadas situaciones no se puede generar un parámetro matemático, pero el propio hecho de no poder crear ese modelo ya es parte de las matemáticas. Al final todo lo es.

-¿Y el amor?

-Aunque suene un poco brusco, cuando una persona nos gusta es porque detectamos inconscientemente en su rostro unas proporciones que se corresponden con la belleza (la proporción áurea).

-Con semejante cerebro, ¿es posible ver la vida sin cifras?

-Cuando tu mente está diseñada de esta forma, es muy difícil evitar pensar en números, pero yo lo veo como un aporte, no como algo negativo.

-Aplicar la teoría del caos a la Bolsa y los mercados cobra sentido en el contexto actual, ¿no?

-Sí, porque hay muchos teóricos que a través de análisis financieros intentan hacer plenamente científico lo que nunca lo será, ya que cualquier pequeña variable sociopolítica (una guerra) o catástrofe natural (un terremoto) puede modificar totalmente el estado de la cuestión.

-Es decir, que la economía no es una disciplina que pueda pasar al cien por cien por el filtro matemático. Eso explica muchísimas cosas.

-Efectivamente. Pasa por ese filtro pero hay algunas situaciones incontrolables.

-¿Cuáles son las pruebas de un mundial de cálculo?

-Los torneos se celebran cada cuatro años. La primera prueba consiste en sumar cien dígitos diez veces consecutivas. Luego multiplicas cifras de ocho dígitos diez veces consecutivas. Después están las raíces cuadradas: números de seis dígitos extrayendo ocho en el resultado. Y finalmente tienes la prueba calendárica, donde durante un minuto te dan fechas del calendario gregoriano y a partir de ellas has de calcular días de la semana. Son las mismas operaciones para todos los participantes y están cronometradas.

-Entrenamiento más talento natural, supongo.

-Le pongo un ejemplo. ¿Cuándo nació usted?

-El 26 de agosto del 77.

-Usted nació un viernes (tarda apenas un segundo en contestar). Hay un método, no es memoria. Y una vez que lo dominas, pasas a aplicarlo en lo cotidiano. Primero tomo el día (26) y le sumo un código memorizado para cada mes. El de agosto es el 2, así que tenemos un 28. Calculo el número de bisiestos que hay en 77 años y obtengo un cociente de 19. Sumo 19 y 28 y tengo 47. A esa cifra le sumo el año (77) y obtengo 124. Lo divido entre los días de la semana, que son siete, y me quedan un cociente de 17 y un resto de 5 que equivale al día de la semana siendo cero el domingo.

-En Matemagia, su último libro, analiza las probabilidades de éxito en las loterías de España.

-La del Niño es la más factible con un 7,82% de posibilidades de ganar algo. Es un 2,14% más que en la de Navidad. En la Primitiva, las opciones de acertar los seis números son del 0,00000007%. Una entre 13.983.816.

-¿Juega la Quiniela?

-Poquito. Y no porque crea que me va a tocar. La lotería es una cuestión de números, y salvo que unas bolas pesen más que otras, la probabilidad de que salga uno u otro es la misma. En el caso de la Quiniela entran en juego más variables. Un Madrid-Racing será normalmente un 1 porque comparas al primero con el último de la liga.

-Black Jack y póquer. Matemáticas casi puras.

-Ambos juegos me gustan mucho. Escribo artículos para un portal on line de póquer y juego al Texas Hold'em, que está muy de moda. El Black Jack saltó a la fama por los estudiantes del MIT, en EEUU, que en los años 80 ganaron mucho dinero y dieron lugar a un libro y una película, 21 Jack Black. En mis conferencias suelo explicar el algoritmo que utilizaron para que se vea que detrás hay mates.

-Apuesto a que le apasiona el ajedrez.

-El ajedrez es lógica, tienes que potenciar la memoria y el cálculo porque debes prever jugadas. También tiene, como el póquer, mucho de psicología. De pequeño era muy aficionado; ahora, por el coste de oportunidad, menos.

-Más magia numérica: el límite del ser humano en los 100 metros lisos está en 9,29 segundos.

-Esa predicción se basa en el modelo matemático creado por un profesor holandés a partir del estudio de las características de distintos atletas, pero se trata de conclusiones arriesgadas.

-Y el balón de fútbol nunca debería llamarse esférico.

-Es que no es una esfera sino un icosaedro truncado con 20 hexágonos y 12 pentágonos. El jabulani, utilizado en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, era un rombicosidodecaedro.

-Mejor lo seguimos llamando esférico...

-Imagínese al periodista deportivo diciendo: "Iniesta sitúa el icosaédrico truncado en el borde del área".

-¿Por qué los estudiantes españoles son oficialmente tan malos con las matemáticas si atendemos a los informes PISA?

-Es una cuestión pura y únicamente sociológica, cultural. La matemática está vista aquí y en América Latina como una disciplina sólo apta para nerds (empollones, en este contexto). Generan auténtico pánico. Siempre pongo el mismo ejemplo: ¿Quién está más dotado para las matemáticas, un chino o un español? O, dicho de otra forma, ¿está mejor predispuesto genéticamente un chino que un español? Yo considero que no. Y si no es un factor genético es un factor ambiental: a lo mejor el problema está en los métodos de estudio y en la forma en que la sociedad habla de esta ciencia.