“Esta campaña del aceite será buena, por lo que debe bajar el precio”
Pedro Julián Gómez Bueno | Presidente de la Denominación de Origen del aceite de la Sierra de Segura
Pedro Julián Gómez Bueno nació en la localidad jienense de Puente Génave. Es profesor jubilado y desde el pasado mes de junio nuevo presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Sierra de Segura. Pedro Julián Gómez es una persona muy vinculada al cooperativismo y un histórico del citado consejo regulador desde hace muchos años. La Denominación de Origen Protegida Sierra de Segura, la figura de calidad de aceite de oliva más antigua de Andalucía, abarca una zona de producción de 40.000 hectáreas pertenecientes a más de 8.000 agricultores de 14 municipios del noreste de la provincia de Jaén.
Pregunta.–Antes de empezar, ¿cree que va a bajar el precio del aceite?
–Después de dos años consecutivos de escasas cosechas debido a incidencias climáticas, se presenta una campaña que es bastante mejor que las anteriores, con lo cual, se supone que la producción será mucho mayor y el precio debe bajar. Yo apuntaría que esta bajada tendrá en cuenta el umbral de rentabilidad de los olivares tradicionales y de montaña donde los márgenes están muy ajustados.
P.–¿Cómo afecta el cambio climático al aceite de oliva?
–El agricultor de la Sierra de Segura ve almacenar el agua en los pantanos del Tranco, Guadalmena y otros de menor entidad, pero la verdad es que solo el 9% de estos olivares disponen de riego, con lo que el cambio climático, con sus prolongadísimos veranos y las temperaturas cada vez más elevadas, pone muchas dificultades para sacar adelante las cosechas.
P.–Cuáles son los cometidos de la Denominación de Origen Sierra de Segura.
–Tenemos que certificar y garantizar los aceites de esta comarca, difundir y promocionar esta calidad diferenciada de sus aceites vírgenes extra, prevenir el control y la vigilancia del etiquetado y hacer que cada olivarero crea en la necesidad de que su producto es único, lo mime, lo defienda y expanda dentro de sus posibilidades ¡Ah! Y llevar nuestro sello identificador, la ardilla presente en nuestros envases, a la mayor cantidad de mesas posibles.
P.–Esta denominación de origen es la más antiguas de España. ¿No es así?
–Así es. Empezó su andadura en el 1979 siendo la más antigua de Andalucía. En 1993 el Ministerio de Agricultura la reconoce definitivamente y crea un reglamento de obligado cumplimiento para salvaguardar y defender la calidad de los aceites de la Sierra de Segura y en 1996 la UE le confiere la máxima protección que existe para un alimento: el distintivo de Denominación de Origen Protegida.
P.–Dígame que propiedades puede tener el aceite de la Sierra de Segura que no tengan los demás.
–La DOP Sierra de Segura cuenta con una zona protegida con más de 16.000 hectáreas de olivar en pendientes y con una altitud media de unos 900 metros. Es un olivar de montaña entremezclado con pinares que produce un aceite de color amarillo verdoso en el que se aprecian aromas frutados, que recuerdan a la manzana, tomate y la hierba fresca, apareciendo en boca el amargo y el picante del fruto fresco, característico de la variedad picual. En esta comarca la variedad picual es mayoritaria y casi exclusiva y sus caracteres se muestran aquí de forma muy generosa.
P.–Me imagino que los municipios que abarca son los de la Sierra de Segura. ¿Cuántos son?
–Abarca los municipios que se encuentran situados en el noreste de la provincia de Jaén: Arroyo del Ojanco, Beas de Segura , Benatae, Chiclana de Segura, Génave, Hornos de Segura, Orcera,, la Puerta de Segura, Puente de Génave, Segura de la Sierra, Santiago-Pontones, Siles, Torres de Albanchez y Villarrodrigo. Y afecta a unos 8.000 agricultores.
P.–¿Qué nivel de modernización tienen las almazaras segureñas? ¿Están adaptadas a las nuevas tecnologías?
–La modernización de las almazaras aquí se ha llevado a cabo con inversiones de los olivareros y ayudas de las administraciones. Esto ha permitido mayor grado de higiene y calidad de todos los aceites. Se han aunado esfuerzos en cuanto a fusiones e integración en grupos de mayor operatividad en pos de una gestión más global. No obstante, siempre quedan retos y aspectos tecnológicos que incorporar para mejorar el funcionamiento en todos los casos.
P.–¿A usted de niño le daban para merendar ‘panaceite’? ¿Cree que nuestras madres lo hicieron bien?
–Por supuesto que me dieron ‘panaceite’ para merendar. Además, recuerdo que mi madre y en general toda la familia teníamos la costumbre de tomar una cucharada de aceite en ayunas todas las mañanas para prevenir infecciones. También lo utilizábamos para el pelo, la cara… Y para evitar el endurecimiento durante el estío de los jamones, lomos y salchichones.
P.–¿Qué sería de la dieta mediterránea sin el aceite de oliva?
–Creo que la dieta mediterránea forma parte de nuestra cultura unida a nuestro territorio, clima, costumbres y forma de vida. Hemos tenido durante siglos una alimentación basada en este valioso ingrediente, enriquecedor de infinidad de platos.
P.–¿Qué retos se han planteado los olivareros segureños ante el futuro?
–Hay un reto principal que coincide con la razón de ser de la DOP Sierra de Segura. Se trata de mejorar el posicionamiento de los aceites certificados. El olivar de Sierra de Segura tiene la idiosincrasia de un olivar de montaña, con todas las características favorables, pero también con unos mayores costes por las pendientes elevadas, la dificultad de su mecanización, etc... Por ello, es imprescindible la comercialización con el marchamo de calidad DOP Sierra de Segura.
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