"Los cambios meteorológicos afectan a nuestra salud"
Mar Gómez | Licenciada en Ciencias Físicas
La autora de Meterorosensibles (Península) colabora con diferentes medios
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Mar Gómez es doctora Cum Laude y licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid en la especialidad de Física de la Atmósfera.
Su labor profesional comenzó en el departamento de meteorología de Telecinco. Durante cuatro años participó en un proyecto de investigación de la Complutense como investigadora especializada en climatología.
La autora de Meterorosensibles (Península) colabora con diferentes medios y trabaja actualmente como responsable del área de meteorología en eltiempo.es.
-¿Pueden los cambios meteorológicos afectar a nuestra salud física y/o mental?
-Sí. Hay diferentes tipos de sensibilidad al tiempo atmosférico. No es ni mucho menos una enfermedad, sino un agravamiento de ciertos síntomas que podemos tener en nuestra salud física o nuestro estado de ánimo.
-¿Qué es la meteorosensibilidad?
-Es una sensibilidad que tienen ciertas personas, entre un 30 y un 60% de la población, sobre todo mujeres y grupos de edad avanzada, a la variación de ciertas variables meteorológicas, como la presión, la humedad, el viento y la temperatura. Cuando salimos de nuestra zona de confort climático, que está entre los 20-25 grados, una humedad de entre 40 a 70%, poco viento, poca contaminación, una ionización negativa y presiones atmosféricas normales, las personas meteorosensibles pueden notar ciertos síntomas en nuestra salud física y mental.
-¿Pueden sentirse realmente los cambios del tiempo en el cuerpo?
-Sí, pueden sentirse tanto a nivel físico como en la mente. Si tenemos artritis o artrosis reumatoide podemos experimentar un aumento de esa percepción de los síntomas; si tenemos migraña, los episodios pueden empeorar cuando cae la presión; cuando hay un cierto tipo de viento cálido, reseco, podemos sentirnos más apáticos, más irritados y con dolores de cabeza; cuando llegan los meses de otoño e invierno y desciende la radiación solar, tiene un impacto en la producción de vitamina D, muy relacionado con la serotonina, que regula nuestro estado de ánimo. Hay diferentes aspectos y, según lo metereosensibles que seamos, podemos vernos más afectados.
-¿Qué es el trastorno afectivo estacional?
-Es un trastorno que aparece principalmente en los meses de otoño e invierno, aunque puede aparecer en otros momentos, y está muy vinculado a esa carencia de horas de luz solar. Está muy relacionado con la producción de vitamina D porque nuestro cuerpo la produce a partir de la radiación ultravioleta del sol, y con la de serotonina. Por eso en estos meses hay personas que experimentan una bajada en su estado de ánimo.
-También se relaciona el viento con la locura.
-Sí, hay una expresión, la de le ha dado una ventolera, muy común y habla precisamente de esa característica que tienen ciertos tipos de vientos, cálidos, resecos, con una ionización positiva, unos vientos que pueden aparecer por el llamado efecto foehn en las zonas montañosas, y que está vinculado con el insomnio, las cefaleas y estados de ansiedad o depresión. Las personas que están habituadas quizás no experimenten estos síntomas, pero si no estamos acostumbrados y nos sometemos durante un tiempo prolongado, las personas meteorosensibles pueden padecerlos.
-¿Qué vínculos hay entre la climatología y las tasas de violencia?
-Las temperaturas extremas pueden inducir a la violencia a personas que estén predispuestas a ella. El calor extremo no nos vuelve violentos, pero sí suma un ingrediente más para crear ese estado más de alerta del cuerpo y de irritabilidad y que puede disparar en esas personas más agresivas la violencia.
-¿Qué efectos tiene el sol sobre nuestra salud?
-El sol tiene un efecto muy beneficioso, que es la producción de vitamina D, pero también tiene una cara B, una cara fea, ya que exponernos a la radiación ultravioleta sin protegernos de la forma adecuada o de manera muy prolongada puede afectar a nuestro ADN y provocar enfermedades tan graves como el cáncer de piel. Siempre debemos ponernos al sol con protección, no hacerlo en las horas centrales del día ni en los meses en los que esa magnitud ultravioleta es más alta.
-¿Hay relación entre el calor y los suicidios?
-Hay una relación sobre todo con el estado de salud mental. Las personas que estén más vulnerables y que tengan problemas mentales sí pueden experimentar un empeoramiento en sus condiciones y eso puede llevar a comportamientos como el suicidio.
-Hay creencias que vinculan los partos con los cambios de Luna. ¿Existe alguna base científica?
-La verdad es que no. No hay estudios que vinculen una mayor frecuencia de partos con noches de luna llena, aunque la creencia esté muy arraigada. Tampoco lo hay con la irritabilidad y el enfado. Esto tiene una explicación: en el pasado no había luz artificial y las personas se quedaban más en el exterior para celebrar esas noches de luna llena, lo que lugar a la mayor posibilidad de conflictos sociales y de violencia, porque se interactuaba más.
-¿Qué efecto tiene el cambio climático en la expansión de enfermedades?
-El cambio climático, entre otras cosas desgraciadamente, está haciendo que se funda el permafrost, una capa de terreno totalmente congelada en las regiones más frías del planeta. En ella se han encontrado virus extintos que no tienen posibilidad de infectar a los seres humanos, pero no se sabe cómo podrían evolucionar en el futuro. También estamos deforestando el planeta y las especies animales tienen que moverse a otras regiones en donde van a interactuar con otras, con la posibilidad de transmitir enfermedades. Y el hecho de que los trópicos se estén expandiendo por el calentamiento global hace que algunas especies se desplacen a otras regiones.
-¿Qué mensaje lanzaría a los negacionistas del cambio climático?
-Lidio con ellos día sí, día no. Siempre hay que argumentar con ellos con la ciencia en la mano.
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