“Los artistas tienen el compromiso de pringarse”
BUENO RODRÍGUEZ | CANTANTE Y COMPOSITOR DE ASLÁNDTICOS
La música de Aslándticos es de eficacia probada y sus directos, un encuentro para las sensaciones. Lo demostrarán Bueno Rodríguez, Jorge Carmona, Alberto Invernón y Fran Lozano en el mes de junio en Utrera (día 7) y Alcalá de los Gazules (29). En julio tocarán en Los Corrales (13) y El Rompido (28). En agosto en Espiel (3), Rosal de la Frontera (11), Campillos (17) y Luque (23). Ya en octubre visitarán Málaga (18), Córdoba (19) y Sevilla (26). El 8 de noviembre les espera la Sala Momart de la capital gaditana.
–¿Qué nos traen con el tema Adiós Tristeza?
–La canción surge de una sensación de deuda con nuestros fans. Me encuentro mucho mucho con gente que nos agradece nuestra música, que nos dice que les ha ayudado a superar una situación dura o un mal momento. Tenía ganas de hablar de esa constante desde varios puntos de vista. Por un lado, apoyar y servir de camino a los que están en esa situación ahora y, por otro, darles un abrazo, la enhorabuena a los que por fin se encuentran fuera de ella. Quería afrontar el tema de manera más popular, festiva, de celebración. Me quedo muy satisfecho como autor porque ha quedado muy bien plasmado.
–¿Qué efecto provoca su música en la gente?
–Cuando cantamos Lágrimas sobre el café te diría que en nueve de cada diez conciertos, delante de mí hay una o dos personas llorando a moco tendido. Más de una vez he terminado yo también con la lágrima saltada. O cuando hacemos Mi primer día y al público le falta partirse la camisa. Son las dos caras de la moneda de lo que Aslándticos hace.
–¿Cómo logran en su día a día como banda pasar de la tristeza a la alegría?
–Cuando vamos de concierto en la furgoneta no escuchamos música porque hacemos prácticamente una terapia. Nos ponemos al día de cómo estamos, nos contamos historias, chistes, compartimos nuestro día a día. Nuestro repertorio, el encuentro con el público, el escenario es lo que nos lleva a una especie de catarsis, a una isla de energía positiva. Es lo que hace que nuestros conciertos sean así de auténticos. Nosotros vivimos esa transformación, esa energía, y el público lo capta y se lo lleva a casa.
–Casi un coaching, ¿no?
–Pues sí (ríe). Las canciones de Aslándticos realmente hablan desde la vivencia, reflejan un tipo de autoayuda que conecta.
–¿Nuevo disco a la vista?
–Desde hace muy poquito trabajamos de single en single, para darles mucho más recorrido y visibilidad a las canciones. El anterior fue Tan tranquilamente, que salió al principio del verano pasado, y ahora sale este single y de nuevo hacemos otra promo. Nos queda en el tintero alguno más y ya espero que todo esto se plasme en un disco porque, precisamente, hace falta dotar al repertorio de otro tipo de canciones con otro contenido, esas caras B que la gente también necesita.
–En 2005 debutaron con el disco El mundo está fatal de los nervios. ¿Celebrarán vigésimo aniversario para el año que viene?
–Nunca le hemos sacado partido a esa serie de hitos. Empezamos en 2001 con nuestro primer concierto y desde entonces no hemos celebrado nada. Nuestra dinámica de trabajo nos lleva de estar componiendo a estar grabando, de ahí a estar de promoción y conciertos y vuelta a empezar. Muchas veces Facebook o Instagram nos recuerdan alguna fecha. Es importante, nos gustaría celebrarlo como hito, pero creo que nos gusta más estar en el tajo, seguir sembrando y sembrando y ya celebraremos la gira 60 aniversario, como los Rolling (ríe).
–¿Cómo les han sentado estas dos décadas?
–Aunque hemos alcanzado muchos números uno, viajado por el mundo, tocado en tropecientos festivales, me gusta sentirme en el mismo punto que cuando empezamos. Seguimos buscando ser cada vez más profesionales, auténticos, conectar con el público. La banda ha ido evolucionando y con el Covid, incluso, nos replanteamos a nosotros mismos todo. Pero lo afrontamos como parte del trabajo y adaptación a los tiempos. Nos gusta mantenernos muy fijos en quienes somos, no queremos perder ese sello. Cuando sacamos una canción, la gente espera que les sorprendamos pero también encontrar a Aslándticos.
–Porque este mundo sigue fatal de los nervios, ¿encuentran también inspiración en lo feo de la vida?
–Por supuesto. Es un reto para mí como autor. Hay muchos temas sobre los que los artistas tienen el compromiso de pringarse y de actuar con arte y talento. Pero precisamente su dificultad y la dureza hace que haya que enfocarlos muy muy bien. Al afrontar una canción necesito saber que voy a aportar algo, cumplir con mi función. Necesito animar a la gente a que no se le parta el corazón ante algunas situaciones, a que actúe, que sea revolucionaria en su alegría. No solo es inspirador, sino el motor de estas canciones. Escribo para animar a la gente, no solo para contar la realidad.
–¿Qué le piden a la industria y al oyente?
–Al público le diría que hoy es muy fácil tirar la toalla y abandonar la fe en la música. Animo a todos a indagar, hay músicos increíbles y todo sigue evolucionando. A la industria musical no le pido absolutamente nada, no tengo mucha confianza en ella. Sí le pido mucho a las bandas, a los artistas, porque somos nosotros los que tenemos la capacidad de reinventarnos y seguir haciendo arte. Y a los Aslándticos pues que sigan disfrutando, es la clave del futuro.
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