"Vivo en una constante incertidumbre"
Tamara Gorro | 'Influencer' y presentadora de televisión
Tamara Gorro (Segovia, 1987) saltó a la fama hace unos años en Telecinco y, tras dejar atrás sus inicios, se ha convertido en una de las influencers más seguidas de nuestro país. Ahora presenta su tercer libro Entre sentimientos (HarperCollins Ibérica): “No tiene nada que ver con los anteriores”. La presentadora de televisión confiesa que escribe "muchísimo". "No sólo los libros que he publicado. Y eso se nota en mis redes sociales, donde hago textos, frases... Me encanta escribir, me apasiona, me relaja", afirma.
¡Qué verano más difícil con el positivo de su marido, Ezequiel Garay!
–Sí, pero todo pasa: el primer apogeo, la sorpresa, estábamos sumergidos en un mundo muy desconocido... Gracias a Dios todo quedó en un susto.
–Ahora tiene la buena noticia de la publicación de este su tercer libro: Entre sentimientos. Toda una proeza.
–Además de verdad, porque con el coronavirus todo se paralizó. Mucha gente me dijo que lo sacara durante el confinamiento porque era buen momento para leer. Pero era muy malo para gastar. Ahora termina el verano con un momento muy bonito y dulce: saco mi tercer hijo escrito.
–He leído que escribe este libro para ayudar a la gente.
–No para ayudar a la gente porque no soy una profesional como pueden ser los psicólogos o psiquiatras. Pero si mi libro te puede aportar lo más mínimo, ya sea por mi experiencia o cualquier otra razón, pues eso es sumar. No es un libro para eliminar la depresión, para eso están los especialistas.
–¿Qué sentimiento domina su vida?
–Ahora mismo, la incertidumbre.
–La pandemia lo tapa todo.
–La pandemia, el futuro... Llega un momento en el que no sabes bien por dónde andas. Creo que siempre he vivido en una constante incertidumbre porque mi trabajo no es algo que sea estable, aunque ningún trabajo lo es. Sí es verdad que lo mío es más efímero. Lucho por mis empresas día tras días. Lo paso muy mal sabiendo que tengo trabajadores que dependen de mi empresa y si se cae, ellos se caen. Es una constante incertidumbre, pero también hay positividad, mucha positividad.
–Hace hincapié en que sus orígenes son humildes.
–Voy a empezar a eliminar la palabra humildad. Fíjese que la he dicho mucho. Creo que la humildad tiene que formar parte de una persona siempre.
–¿Debería venir de serie?
–Claro. Todos tenemos que ser humildes. Si no lo eres, lárgate. No vales, no entras en nuestro mundo. La humildad tiene que formar parte de las personas. Da igual quién seas, como si eres George Clooney. Las estrellas tienen que tener humildad. He nacido y me he criado en un ambiente muy normal.
–Cuando pase la pandemia, ¿sería un buen momento para plantear un debate serio sobre la gestación subrogada en España?
–Se han hecho ya muchos debates. Y gracias a Dios y no tiene ni idea quien diga que no, ese tabú se ha roto. Se ha avanzado muchísimo. Sigue habiendo personas que evidentemente no piensan igual, las respeto, pero no comparto con ellas esa postura. Eso sí, no las respeto si incitan al odio.
–Es normal.
–Me he dejado la piel en ello. Más que debatir lo que hace falta es avanzar. Ya no sólo en el tema de la gestación subrogada, sino en muchos otros. He luchado por que la gestación subrogada no suene raro, que no se incite tanto al odio y se está consiguiendo. Los modelos de familia deben respetarse.
–Lo muestra casi todo en las redes sociales. ¿No le da miedo?
–No, es que yo no muestro todo en redes sociales. La gente piensa que sí, pero yo no muestro todo, sólo un 70% o 60%. Tengo mi intimidad y muchas cosas no las muestro ni lo haré.
–La verdad es que tiene seguidores que son legión.
–Es mi familia virtual. No soy una estrella. Tengo gente con la que comparto cosas buenas, cosas malas, momentos de enfermedades, me tiro hablando horas con ellos... Son una familia. Me consta que hay gente que está pasándolo mal y cuando creo contenidos busco provocarles una sonrisa. ¿Que saco a mis niños cómo van al colegio? Si te paras a pensar, todo el mundo lo hace. Lo que pasa es que unos tienen 1,8, otros 2.000 y otros 40 seguidores. Es la única diferencia.
–Al otro lado también hay gente muy mala.
–Muy mala. Las redes sociales han llegado para quedarse, pero son muy peligrosas, porque no sabemos quién está detrás de la persona que te está escribiendo. Hay que gestionar los momentos, hay que saber cómo, cuándo y dónde hacerlo.
–¿Haber salido de la fábrica de Telecinco la habrá inmunizado ante las críticas?
–Todo el mundo cree que la fábrica de la tele es un ambiente muy malo y no es así. Valoro el trabajo de mis compañeros aunque a mí me hayan atizado. Son personas que se deben a su trabajo, se implican en él y están entreteniendo al millón y pico de espectadores que están diariamente ahí.
–¿Le recomendaría a sus hijos ese mundo?
–No, claro que no. Depende de qué televisión. Entrar a hacer lo que yo hice, no. Cuando yo empecé, lo hice por dinero. A mis hijos les recomendaría que hicieran lo que les haga felices. Si les gusta la televisión, les diré: "Perfecto, pero te formas". No hagas como yo, que empecé y luego me formé. Empieza formándote.
–Es el camino más lógico.
–¿Le recomendaría a sus hijos la tele? Le cambio la respuesta. Sí, pero formados desde el principio.
–¿Le gusta el fútbol?
–Con mi padre, en paz descanse, iba al campo del Atlético. Era un fanático del Atleti. Lo que pasa que ahora soy una chaquetera, porque me he casado con un futbolista. Soy del Atleti, pero luego fui del Real Madrid, del Benfica, del Zenit, del Valencia... En un derbi, voy con el Atleti (risas).
También te puede interesar
Lo último