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“La US imparte una asignatura de género y salud pionera en España”

Ángeles García-Carpintero | Profesora e investigadora de Enfermería

Esta profesora de la Universidad de Sevilla en Enfermería ha coordinado una interesante guía para docentes sobre violencia en las relaciones de noviazgo en jóvenes y adolescentes que puede descargarse por internet

Ángeles García-Carpintero, profesora e investigadora de Enfermería. / Juan Carlos Vázquez

Dejar una vida mejor a las nuevas generaciones. Ángeles García-Carpintero Muñoz (Sevilla 1961) trabaja para dejar un futuro mejor a las nuevas generaciones con investigaciones sobre adolescencia y juventud, sobre el género como determinante social de la salud. Profesora titular de la Universidad de Sevilla en la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología, con 30 años de docencia en el Departamento de Enfermería, y licenciada en Antropología Social y Cultural, coordina investigaciones con los premios Rosa Regás (2016) y Sanitaria (2020). Su tesis trata el comportamiento de riesgo de adolescentes y jóvenes de la cultura hip hop. Es madre de un hijo y abuela de 2 nietos.

–Ha coordinado una interesante guía para docentes sobre violencia en las relaciones de noviazgo en jóvenes y adolescentes.

Creencias, actitudes y motivaciones de la violencia en las relaciones de noviazgo en jóvenes y adolescentes se publicó en 2022, financiada por la Unidad de Igualdad de la Universidad de Sevilla, y se puede descargar gratis en internet. Está pensada para la educación reglada y cualquier ámbito de trabajo con adolescentes y jóvenes. Tiene ocho capítulos, cada uno con su propuesta didáctica, en los que se aborda la identidad en la adolescencia (la importancia de la autoestima y el autoconcepto), género y sexismo, las relaciones afectivas y el amor romántico, las redes sociales, la violencia de género y su repercusión en las relaciones de noviazgo y en la salud, las relaciones sexuales en adolescentes y la pornografía. Se trabajan las emociones, algo que falta en la currícula educativa. En marzo la presentaremos en Jaén a toda la comunidad educativa.

–Es buena idea que tenga propuestas didácticas para trabajar con ellos.

–Sí, se trabaja el ciberacoso, el acoso sexual, el control a través de whatsapp y cómo podemos los padres, las madres y el profesorado darnos cuenta de que nuestros hijos o hijas están en una relación tóxica de noviazgo o de control a través de redes sociales.

–¿Qué provoca que una relación de noviazgo derive en algo violento?

–El adolescente en su proceso de socialización va aprehendiendo qué es lo importante, se va formando su identidad, valores y roles de género en los procesos amorosos y afectivos con otras personas. Absorbe todos esos contenidos que diseña el mundo adulto, incluidos los mitos del amor romántico. Los expertos nos dicen que los adolescentes también están absorbiendo contenidos desde la pornografía con acceso indiscriminado a Internet, sin saber las conductas de riesgo ni el uso seguro y responsable de las redes sociales. Pueden estar normalizando la violencia como forma de resolver conflictos y de relación, porque es lo están viendo en videojuegos, en redes sociales y televisión.

–¿La prevención funciona?

–Falta una educación afectivo-sexual como herramienta de prevención de la violencia de género desde colegios e institutos. En los institutos de Andalucía, hay un programa muy bien diseñado, el Forma Joven, que aporta instrumentos y recursos para afrontar los riesgos más frecuentes a estas edades, aunque no es obligatorio. Se necesitan recursos y profesionales formados en estos temas sensibles.

–¿Están más perdidos los jóvenes de ahora que los de antaño?

–No necesariamente. La adolescencia es una de las etapas más vulnerables de nuestra vida. Hemos pasado en dos generaciones de una educación estricta y coercitiva a una ruptura de modelos. Los adultos tenemos miedo a poner límites: no es agradable para quien los recibe ni para quien los pone. Sin embargo, son necesarios por parte de padres, madres y profesorado. Sin ellos los adolescentes están perdidos.

–El Departamento de Enfermería de la Universidad de Sevilla imparte una asignatura de género y salud pionera en España.

–Es una asignatura única en toda España por la que hemos recibido varios premios, como el Meridiana (2019). Se aborda el género y la salud de forma troncal. Analizamos los mitos y creencias que traen los alumnos, que aún son adolescentes, con clases teóricas y prácticas y desde sus propias vivencias. Tratamos, además, cómo el género es un determinante social que influye en la salud de hombres y mujeres, y cómo detectar y abordar la violencia de género desde nuestras consultas de salud. Tenemos que deshacer y deconstruir todos los mitos del amor romántico y toda la socialización amorosa adquirida y empezar a hacer una nueva pedagogía afectivo-sexual. Y crear nuevos cuentos infantiles más liberadores que hablen del respeto mutuo.

–¿Los adolescentes practican el consentimiento en sus relaciones?

–El tema del consentimiento en las relaciones entre adolescentes se está trabajando mucho en Europa del Norte. Hicimos un trabajo de investigación en la Universidad de Sevilla, con cerca de 500 personas, y pensamos que nos habíamos equivocado porque ellas se autoculpabilizaban de situaciones muy estereotípicas: en ellas sigue primando el modelo del ‘deber ser’ de una femineidad pasiva y arcaica, de ser ‘buenas’ y parecerlo. Esto se ve en las imágenes que suben a Instagram. Es muy grave que piensen que, si se han insinuado o provocado al chico, no tienen más remedio que culminar si el chico quiere continuar, sin que consideren que tienen derecho a parar y llegar hasta donde ellas quieran.

–La educación sexual se ha centrado más en las chicas que en los chicos...

–Estamos trabajando mucho en la prevención con las chicas y es verdad que a los chicos se les ha dejado un poco, como si no necesitaran nada. No puede ser solo una educación defensiva para las chicas. Hay que trabajar que ellos sean garantes de respeto y asuman que deben solicitar en todo caso el consentimiento de la chica lo más expreso posible.

Hicimos una investigación (Miedo a volver sola a casa) donde evidenciamos que en los espacios de ocio nocturno ellas no tienen los mismos derechos, ya que tienen miedo, a veces en grado de terror a situaciones como ser agredidas sexualmente, ser secuestradas o asesinadas al pasar por ciertos lugares solitarios o a ciertas horas de la noche, y tienen estrategias para evitarlo que las pone en peligro, como andar por medio de carretera para evitar las puertas de las viviendas o los coches aparcados. También tengo muchos alumnos varones que conocen esta situación de miedo y tienen estrategias de respeto: si ven a una chica sola andando por la calle cambian de acera para no asustarlas. Estos son elementos que hay que ir cambiando para evitar de una sociedad injusta.

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