Sonsoles Ónega: "soy hija de la generación del 'está pasando, lo estás viendo"
Entrevista
La popular periodista y escritora estrena el lunes 'Y ahora Sonsoles' en las tardes de Antena 3
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Sonsoles Ónega (Madrid, 1977) fue el inesperado fichaje de Atresmedia el pasado verano cuando desde 2018 se había convertido en uno de los rostros fijos de Meidaset, en espacios como Ya es mediodía. El lunes se estrena en directo en su nueva casa y presenta Y ahora Sonsoles en Antena 3. Hija del maestro de periodistas y asesor Fernando Ónega, afianza su faceta literaria con novelas como Donde Dios no estuvo, sobre los atentados del 11-M y Después del amor, que se desarrolla en la Segunda República. Su flequillo es más que una marca personal.
-¿Puede prometer y promete que su nuevo programa Y ahora Sonsoles no defraudará?
-Prometo que será un momento cada tarde para reunir a la familia y conocer la actualidad.
-¿Cuántos programas piloto han hecho ya para no entrar en frío este lunes?
-No hemos dejado de probar cosas en el plató. Siempre hay cosas que ajustar, siempre hay un tema para ver cómo funciona, una cosita por pulir, cómo podríamos enfocar lo que pasa cada día. La verdad es que es la primera vez que voy a preparar un proyecto con tanta antelación, con tanto tiempo. Al principio me agobiaba por las semanas que había que esperar y ahora tengo mucha tranquilidad.
-Con la actualidad que tenemos no le van a faltar temas ¿irá todo en secciones fijas, en momentos fijados?
-El programa tendrá su estructura que será una forma de fidelizar al espectador, pero la grandeza de los programas en directo es que todo puede cambiar un minuto antes de entrar. Y deseo que eso vaya a ocurrir muchas veces porque es no justifica la razón de un programa, de una ventana abierta cada tarde. Tiene estructura, pero no va a ser un programa rígido.
-Priorizar la actualidad de última hora. Eso lo tuvo que aprender en casa.
-Más que en casa es que mi profesión se ha labrado así, como reportera. Soy hija de la generación del "está pasando, lo estás viendo", en la escuela de CNN+, y aquello era maravilloso. Cuando sucedía un acontecimiento sabías cuándo empezabas pero no cuándo terminabas. Ese es mi poso periodístico.
-Usted se ha curtido esperando una tarde entera en el Congreso para contar lo sucedido en 30 segundos
-En CNN+ teníamos más barra libre. En Telecinco tuve que aprender a sintetizar con el maestro Pedro Piqueras, tenía que resumir el debate del Estado de la Nación en 25 segundos, o un debate de Presupuestos o la coronación de un rey. Eso se lo cuento a mis redactores, cuando hay que contar algo no es necesario más de 30 segundos. Les digo que si un debate en el Congreso se resume en medio minuto no me digas que cualquier otra historia diaria no se puede resumir en este tiempo.
-¿Y usted también va a ser de las que envíe un redactor al lugar más frío de España cuando llegue la primera ola de frío? ¿va a ser tan cruel?
-No es crueldad. Por supuesto que mandaremos alguien al lugar más frío cuando llegue el frío. Una crónica así no la vas a contar desde Torremolinos. Para transmitir el frío que hace hay que sentirlo y verlo. Esa es la magia del periodismo ¿no?
-¿Y durante cuántas horas ha podido estar de pie para una conexión?
-Yo me llevado así días enteros en el Congreso. Durante las crisis de 2016 de enero a mayo estuve sin ver a mis hijos salvos los fines de semana. Recuerdo que se me quemaron los empeines durante la coronación de Felipe VI. Pusieron unos andamios delante del Congreso para hacer las conexiones y en mi punto llegaba el sol directamente a los pies y se me quemaron los empeines. Tenemos cicatrices de las calles.
-¿Todo eso le sirve de experiencia para comprender a los equipos de las conexiones?
-Por supuesto y los reporteros saben que deben seguir el ritmo del programa. Rápido no quiere decir superficial. Hay que tener un cardiograma atractivo. Ya dirá la audiencia.
-Con los programas maratones que hay por la parrilla ¿no es poco tiempo una hora para analizar la actualidad por la tarde?
-Una hora es suficiente pero yo sé que en ese tiempo se quedan cosas fuera. De eso a desear un programa larguísimo, no. En una hora se pueden contar muchas cosas.
-¿Y piensa en alguien concreto, ahí, en el sofá?
-A esa hora podemos atraer audiencia de todas las edades, pienso en un programa para todos. Espectadores que preparan la merienda o la cena, que se preparan a ver Pasapalabra.
-¿Los contertulios son propuesta suya, como la recuperación de Olga Viza?
-Es un nombre que queríamos recuperar y que ha sido muy bien recibido al saber que va a estar con nosotros. Que le apetezca estar con nosotros, volver, venir desde Barcelona...
-Viza es la 'novia' de Matías Prats antes de Mónica Carrillo.
-Formaron una gran pareja en los Juegos Olímpicos de Barcelona.
-Entre sus contertulios están Carmen Lomana, Mar Flores, el padre Damián o la analista Marta García-Aller...
-Quería abrir la posibilidad a caras nuevas en este tipo de formatos, a caras diferentes. Con casi ninguno de los contertulios había coincidido con ellos en el plató. Ya iré conociendo sus preferencias, ver cómo funciona la química.
-Ahora que empieza en Atresmedia ¿por qué se marchó de forma repentina de Mediaset en julio?
-Fue por seguridad, por saber que aquí puedo hacer muchos proyectos. No fue por dinero sino por atractivo profesional. Lo comuniqué así a mi entonces jefe, Paolo Vasile. Yo hacía un programa que me gustaba, Ya es mediodía, pero en Atresmedia me ofrecían otro tipo de oportunidades. El grupo editor de mis libros, Planeta, forma parte de la compañía, y todo eso sumaba.
-Con su padre, Fernando Ónega, está en contacto continuamente. Como poco por whatsapp.
-Y le escucho mucho. Cuando en pantalla aparece su nombre con el “escribiendo...” es porque me va a contar algo interesante. La concisión la aprendí de él, en pocas palabras siempre dice mucho.
-La vida es una novela. Al menos la suya.
-Con drama, con comedia, con aventuras.
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