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"No me gustan las sonrisas ensayadas"

Roberto Leal | Presentador de televisión

Roberto Leal. / Atresmedia

De reportero dicharachero a afamado presentador desde su irrupción en España directo. Espejo Público, Tu cara me suena, Operación Triunfo, Escala Sur, Pasapalabra... son programas que jalonan la trayectoria profesional de Roberto Leal (Alcalá de Guadaíra, 1979), que ha pasado de nieto ideal a yerno modélico en función del formato televisivo. Admite que tiene la espinita clavada de no compartir micro con sus amigos Julio Muñoz y Luis Márquez en La Cámara de los Balones de la cadena Ser.

–Periodista, presentador, chirigotero y corredor. ¿Por qué mancha su currículum con las carreritas?

–Pongo corredor y no runner porque soy un clásico. Si fuera runner, iría vestido de fosforito; el corredor sale con una camiseta de publicidad de una ferretería. De chaval corría en un club de mi pueblo, el Piéalegre, aquello lo dejé por el fútbol y cuando volvió la fiebre del running me reenganché. Me mantiene en mi peso porque soy de comer.

–¿Le costaría más un dueto con Bisbal o completar el rosco de Pasapalabra?

–Seguramente el rosco. El dueto lo haría fatal, porque canto como un grillo con un flemón, pero si Bisbal en un concierto me dice que suba, me subo. Estoy mejor de presentador que de concursante en Pasapalabra.

–¿Para cuándo un Pasapalabra con el maestro Araújo?

–Sería maravilloso. Cuando él quiera. Está invitado, por supuesto, como maestro de la radio y del periodismo me lo llevaría mañana conmigo. Creo que el programa duraría un poquito más...

–Contiene la Y: nombre de la archiconocida presentadora del Un, dos, tres con risa contagiosa.

–Hombre, Mayra.

–Empieza por la P: apellido del mítico autor de la frase "¡A jugar!" de un concurso televisivo.

–Prat, Prat. Han sido facilitas y de las de en medio.

–Si entrevistara a Pablo Motos, ¿se la devolvería por aquello del acento andaluz?

–Estoy segurísimo de que aquella polémica que se generó con su pregunta no la hizo a maldad. Parece mentira pero el tema del acento sigue candente, aunque sea muy antiguo y me aburra. Voy a trabajar en breve con Pablo Motos en El desafío, un programa de su productora. Ningún problema con él, claro. Soy fan de El Hormiguero. De hecho, no le di más importancia, se magnificó mucho en Twitter. No me sentí ofendido.

–¿Eva González, Toñi Moreno y usted son ejemplo del sueño sureño televisivo?

–No lo sé. Lo que sí sé es que muchos chavales de Periodismo me dicen que les gustamos, pero más que por el sueño andaluz porque somos gente normal que trabajamos en la tele. Y eso al final conecta con el espectador, tratar de ser delante de una cámara lo más parecido a lo que eres en tu barrio. Todo el mundo tiene claro que los tres somos andaluces, eso no lo podemos perder nunca.

–Los periodistas Carlos del Amor y Mónica Carrillo triunfan con sus libros, ¿cómo se le da escribir?

–Carlos del Amor y Mónica Carrillo son palabras mayores, escriben de una manera preciosa y muy elegante. Tengo dos libros de recetas, jajajaja, y uno de hace cinco años sobre la nostalgia de los 80 a modo de monólogo, aunque no fue muy bien. Sí tengo la espinita de escribir una novela.

"Monchi le ganaría el rosco a Lopera, pero con éste nos íbamos a reír muchísimo: se iría, volvería..."

–No me dirá que estudió Periodismo para presentar programas de máxima audiencia...

–En absoluto. De hecho, de pequeño no estaba entre mis prioridades ser periodista. Quería hacer Bellas Artes, ser futbolista o médico, que como decía mi madre son los que tienen las casas grandes de los pueblos. Después quise ser publicista por el diseño gráfico. Una vez que entré en Periodismo me enamoré de la radio y de la televisión, pero toqué todos los palos. Me enganchó la tele, pero mi objetivo no era presentar un programa, yo era redactor y al final me dieron la oportunidad, era como un paso natural y aquí estoy ahora.

–¿Cuántas horas calcula que ha ensayado la sonrisa que siempre asoma en su cara?

–Trato de que sea lo más natural posible. No me gustan las sonrisas ensayadas, de cartón, me tiran para atrás. Cuando me río me gusta que suene la carcajada y hay quien dice que cuando lo hago fuerte parezco el Joker. Bienvenido sea porque ese hombre se ríe bastante.

–Un amigo muy palangana asegura que la mayoría de los famosos béticos no sabrían nombrar a tres futbolistas actuales de su equipo y que los famosos sevillistas recitan de carrerilla la alineación de la temporada 86/87.

–Un poco exagerado su amigo, ¿no? Ya le digo que no me lo sé. El fútbol es una de mis pasiones pero no soy Mister Chip, uno de ésos que recitan ésa del Sevilla, la del Cádiz, la del Valladolid y la de Los Boliches si hiciera falta. A mí me gusta mucho el fútbol, soy muy sevillista y nunca tuve problemas en reconocerlo. Una vez que se apaga la cámara, yo tengo una vida. Total, que no recitaría la alineación del Sevilla de la 86/87.

–¿Quién cree que ganaría el rosco Monchi o Lopera?

–Hombre, creo que Monchi, pero con Lopera nos íbamos a reír muchísimo, lo pasaríamos en grande. Seguramente se iría a mitad de rosco, volvería, esas cosas de Lopera. Pero Monchi seguramente se lo tendría trabajado y preparado de la temporada anterior y nos sorprendería seguro.

–No me dé el disgusto y dígame que en Alcalá de Guadaíra sí se puede seguir comprando buen pan.

–Siempre, es verdad que pasó de ser una referencia panadera a menos nivel, pero como todo cuando se industrializó. Aun así, quedan rincones donde comerte una telera, un picaíto, un buen bollo, una viena... Fue y seguirá siendo siempre Alcalá de los Panaderos. Además, la gente tiene que pasarse por las confiterías San Joaquín o La Centenaria a comer tortas o un buen rosita.

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