Mikel Izal: "Me pongo en lo peor con demasiada facilidad"

MIKEL IZAL | CANTANTE

El sábado 1 de junio actuará en Fibes para presentar su primer álbum en solitario, 'El miedo y el paraíso'

El cantante Mikel Izal (Pamplona, 1982).
El cantante Mikel Izal (Pamplona, 1982). / M. G.

Mikel Izal (Pamplona, 1982) estuvo 12 años al frente de Izal, una de las mejores bandas de indie del panorama nacional. Con un público fiel y la seguridad de llenar en todas las ciudades, en 2022 los cinco componentes anunciaron que tomaban caminos por separado. En 2023, el líder del grupo resurgió como un ave fénix para lanzar El miedo y el paraíso. Su primer álbum en solitario tira más por los sonidos electrónicos que por las guitarras rockeras de su anterior etapa. Las letras son una amalgama de sensaciones que funcionaron como una suerte de autoterapia para salvarse de uno de sus peores momentos. El viernes actuará en Fibes (Sevilla).

El miedo y el paraíso es el nombre de su primer álbum, ¿qué le ha dado miedo?

–Soy una persona que le da muchas vueltas a la cabeza. Los miedos me vienen de cosas que todavía no existen. Soy capaz de preocuparme por cosas que imagino, antes que por cosas reales. Me pongo en lo peor con demasiada facilidad. Estoy trabajando en ser consciente del presente e intento no adelantarme vaticinando desastres. Además... nunca llegan a pasar. El miedo, canción que abre el álbum, habla de esto.

–¿Sintió más vértigo cuando le dijo a sus padres que dejaba la ingeniería por la música o cuando anunció al público el fin de Izal?

–Buena pregunta...no sabría que decirte. El vértigo que sentí cuando le conté a mis padres que dejaba la ingeniería venía más por sentir que estaba haciendo una locura. Siempre tengo un plan. Mi plan era estar tres años dándolo todo con la música y si no era capaz de pagar las facturas, volvería a dedicarme a la carrera que estudié. En cuanto a anunciar que dejaba el grupo, me dio más vértigo contárselo a mis compañeros que al público. Ellos saben cómo soy. Llevábamos muchos años juntos y atendiendo a mi inconformismo crónico, tarde o temprano, querría pasar página para empezar un proyecto nuevo. Lo que me importaba es que ellos no lo pasaran mal.

–En La gula dice el siguiente verso: "Yo que por desgracia nunca tengo suficiente y que vivo dividiendo el tiempo siendo varias veces yo". ¿Atiende a ese sentido inconformista del que habla?

–Tal cual. Soy así y no puedo evitarlo. Tengo esa maldición y bendición a la vez. Maldición porque no es más feliz el que menos necesita y yo necesito demasiado. Siempre estoy pensando en el horizonte, en lugar de centrarme en lo que está pasando. En esta gira estoy consiguiéndolo. El comienzo ha sido muy bonito y la gente está dándome tanto cariño que creo que es el momento de mi vida en el que más conectado estoy con el ahora. No estoy pensando en escribir otro disco ni en una nueva aventura. Que el público haya abrazado el álbum como lo ha hecho era muy complicado, porque supongo que habrá gente recuperándose de la pérdida de un grupo que le encantaba. Pero está siendo muy bonito.

–Empezó a componer el álbum cuando todavía estaba en el grupo y hace un poco de autoterapia a través de las canciones.

–Lo compuse sin saber que sería mi primer disco en solitario, tres meses después de grabar Hogar y nos quedaba por delante toda la gira. Lo hice por una necesidad personal. Estaba pasando un momento bastante malo por diferentes circunstancias y necesitaba escapar de esa angustia que sentía. Ponerme a hacer algo que fuera sano para mi cabeza y que me divirtiera. Eso es escribir canciones. Por eso fue mi primer disco en solitario sin haber elegido el momento. Me salvó por ocuparme durante dos meses y no pensar tanto en mis problemas. Pero además, me regaló una nueva ilusión musical. Eso hizo que la última gira de Izal fuera más emocionante. Por el horizonte que venía después.

"Me dio más vértigo contar a mis compañeros que dejaba Izal que al público"

–¿Cómo ha sido enfrentarse a la producción sin la banda?

–Ha sido diferente, pero no tanto. Cuando estaba en Izal también componía letra y música de todas las canciones. El proceso era muy solitario. Es cierto que como sabía que esta vez no estarían al lado esas manos y esos cerebros sí que intenté hacer una producción más orientada a sintentizadores y electrónica. Se nota que me interesaba otro tipo de sonido.

–El año pasado se viralizó en Tik Tok su tema El paraíso. Me parece curioso porque no es un público al que se haya dirigido.

–(Risas) No me lo esperaba. No soy el público de Tik Tok. Voy a cumplir 42 años en nada...pero creo que es un enorme error tratar de elegir a tu público. Me caracterizo por escribir canciones muy diferentes, porque sino me aburro, y me ayudó muchísimo. La fe sí estaba dirigida a mi público y desde el minuto uno me quitó todas las dudas. Pero fue maravilloso que El paraíso trascendiera las barreras de Izal. Esto me abrió puertas nuevas y todo lo que sea novedad me interesa.

–¿Ha perdido La fe alguna vez?

–Varias veces al día en algunas épocas (Risas). Hay momentos en los que te sientas más positivo y otros en los que estás más negativo. Como la vida misma. Tiendo más a la negatividad que a la positividad. Estoy trabajando en ello.

–¿Cuáles son sus paraísos?

–Pues mira, eso lo tengo más claro que nunca. El paraíso es la calma, la tranquilidad y la paz. Un día en el que no te pase nada malo me parece un lujo con la que está cayendo. Hay muchas exigencias de todo tipo. Me parece maravilloso tener un día tranquilo en el que quedes con tus amigos, leas un buen libro o que tu familia tenga buena salud. Hay que valorar esos pequeños momentos. También estoy trabajando en ello.

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