"Ahora no me exijo, fluyo"
Mai Meneses | Cantante
Mai Meneses (Madrid, 1978), de padre cordobés y madre almeriense, se presentó al casting de la segunda edición de Operación Triunfo hace 20 años en Sevilla porque vivía en Cuevas de Almanzora. El sueño se cumplió y entró en la academia, pero salió la primera y eso marca. Aun así, salió a flote formando el grupo Nena Daconte, triunfando con algunos hits. La fama y la presión la condujeron al alcohol y la droga. Eso narra en Tenía tanto que darte (Plaza&Janés). Su próximo disco está al caer.
–¿Existe alguna opción de que esta entrevista sea alegre?
–Claro, tengo mucho sentido del humor.
–Sí, pero el libro que ha escrito no es una alegría.
–Verdad, pero todo en esta vida se puede mirar desde el sentido del humor. Cuando me echaron de Operación Triunfo me decía: "Hay que ver cuando cuente a mis nietos que yo era la telonera de los chicos de OT". Yo me lo he tomado siempre todo con guasa.
–Por romper el hielo con una frivolidad. Tiene alergia al frío. Es rarita de narices...
–Sí, es una alergia un poco especial. Conozco a otra persona que la tiene, pero no tan grave como la mía.
–Ha escrito Tenía tanto que darte (Plaza&Janés). ¿Es un desahogo o un ajuste de cuentas?
–Un desahogo, una terapia. No creo que le haga daño a nadie. Cuento mi verdad con el corazón en la mano, no era un ajuste de cuentas.
–A su ex sí le dice algunas cosas...
–Sí, algunas que no creo que le vayan a gustar, pero no he tenido noticias.
–"Todos hemos sido un desastre", afirma Máximo Huerta en el prólogo. ¿Nos autoexigimos demasiado?
–Sí, todos mis problemas empezaron por exigirme demasiado y tomarme demasiado en serio también.
–¿Y ahora?
–No. No me exijo nada, ahora fluyo.
–Su ejemplo o el de Ángel Martín son básicos para reivindicar la importancia de la salud mental. ¿Por qué siempre ha sido un tabú?
–Todo lo que desconocemos da miedo. Y la enfermedad mental está ligada con acciones peligrosas para otros seres humanos. En un acto de la Confederación de Salud de España dijeron que lo importante es que se hable del tema, se dé información y la gente lo cuente porque son referentes, para que no se sienta sola. Me estoy leyendo El peligro de estar cuerda, de Rosa Montero, y una de las cosas que ella siente que está ligada a la locura es la soledad.
–¿Por qué empezó a beber y a drogarse de forma desenfrenada, por el éxito?
–Abrumada por el éxito y por intentar evadirme de la responsabilidad y de los problemas.
–Los porros de droga blanda nada, ¿no?
–He tenido varios psiquiatras y todos coinciden que las clínicas están llenas de gente que fuma porros. De blanda no tiene nada. Pero en mi caso, hasta que no llegó el éxito, el estrés del trabajo, la responsabilidad y la ansiedad, me sentaban de maravilla o eso pensaba yo. Me me llevaban a un estado mental que me gustaba.
–Pero la cabeza...
–Te la va destrozando.
–En Como una moto, Bob Woodward recorre la volcánica vida del cómico, actor y cantante John Belushi, muerto a los 33 años por el alcohol, las drogas, los excesos y el ego. ¿Llegó a visualizar su autodestrucción?
–Sí, me di cuenta de que por ese camino no iba a ningún sitio, que estaba tocando fondo, y me veía los siguientes cinco años como bastante dramáticos. Volví a Madrid, les conté a mis padres lo que se me pasaba por la cabeza, me llevaron al psiquiatra y me diagnosticaron depresión psicótica. Fue en 2010 y desde entonces me medico.
–Y eso es para siempre.
–Sí. Es como si tuviera diabetes mental y eso aporta lo que le falta a tu cerebro o lo que se ha descompensado.
–La fama le provocó depresión psicótica y bipolaridad.
–Bipolar uno ya lo es. Mucho éxito y estrés de pronto te llevan a un consumo de drogas y de alcohol, que también es muy típico del bipolar, que de repente se desenfrena, y eso al final lleva a una psicosis que no sabes si la habrías tenido sin drogas.
–Le iba a decir que si dejó la música por todo esto, ¿por qué vuelve?
–Porque la psicosis no se me ha ido, irme no ha sido remedio. Además, tenía un montón de canciones que quería volver a contar y a compartir. Y me he dado cuenta de que huía de unos miedos que me perseguían también cuando fui paisajista o interiorista. Decidí resolverlos desde el centro.
–Una amiga utrerana afirma a menudo "¡Cómo están las cabezas!" cuando alguien dice o hace algo raro, fuera de lugar. ¿Cómo estaba su mollera?
–Ahora tranquila, creativa siempre. En equilibrio.
–¿Qué pensaba cuando escuchaba la teorías sobre el significado de su canción Tenía tanto que darte?
–Me callaba y pensaba que ya algún día diré algo.
–Si echa la vista atrás a la época de OT, ¿la recuerda con cariño o con pereza?
–Con cariño y también con un poco de dolor cuando me ponen un extracto del casting o de aquella época.
–Quizás sea la participante que menos parte de su éxito le deba al programa.
–Puede ser, pero ha habido otras como Lola Índigo...
–Ni idea, sólo las dos primeras ediciones.
–Ella también salió la primera, luego se cambió de nombre y ahora está triunfando como la Coca-Cola.
–"Me convertí en la perdedora más famosa de España", dice. Pero empatizamos mucho con los losers. No todo va a ser Nadal y Alcatraza.
–Empatizas con el perdedor cuando sabes que luego va a ganar; si sabes que luego no va a ganar, no.
–Uno de sus éxitos fue la canción oficial de la Vuelta a España en 2006, En qué estrella estará. ¿Quién gano?
–No lo sé, qué mal...
–Alexander Vinokourov. No era fácil. Cantautora y con temas bajoneros, ¿podemos decir valga la redundancia?
–Antonio Vega y Enrique Urquijo eran mis referentes de chica, así que la alegría de la huerta no soy en las canciones. Me inspiro mucho en la melancolía, no lo puedo evitar.
–Su grupo, Nena Daconte, se debe al libro de García Márquez Doce cuentos peregrinos. ¿Hacia dónde peregrina Mai Meneses?
–Peregrino hacia la tranquilidad. Me gustaría algún día hacia la sabiduría.
–¿Es feliz?
–Ahora sí, yo fluyo...
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