"No queremos que nuestras ciudades sean parques temáticos"
Kike Sarasola | Fundador y presidente de Room Mate Group
A Enrique Sarasola Marulanda (Madrid, 1963) se le conoce como Kike Sarasola y por más de una faceta: el hijo del empresario Enrique Sarasola, a quien admira, fue cuatro veces campeón de España de hípica y tres diplomas olímpicos. En sus primeros Juegos, los de Barcelona, estudiaba Económicas. Y tras una caída del caballo se reinventó como empresario, visionario y de éxito: Room Mate Group facturó en 2019 107,6 millones de euros y prepara la apertura de 10 hoteles más y 16 edificios de apartamentos, que se suman a los 26 establecimientos que opera en siete países. Actor discreto, ha tenido incluso su propio programa de televisión al estilo de Chicote, Este hotel es un infierno. Ama los retos y no sólo colecciona récords profesionales. Fue el primer deportista de élite español que declaró públicamente su homosexualidad en la portada de la revista Zero y Felipe González, amigo de su padre, le casó en Madrid en 2006 con Carlos Marrero, su novio de toda la vida, con quien tiene dos hijos nacidos mediante gestación subrogada.
–El turismo vive una época dorada, especialmente en el Sur. ¿Podemos morir de éxito?
–Sin lugar a dudas, es peligrosísimo. No queremos que nuestras ciudades se conviertan en parques temáticos. Ciudades como Sevilla, Málaga o San Sebastián lo están haciendo bien. Pero es la hora de regular, todos los actores del mundo turístico tenemos que dialogar, es el momento, y con inteligencia.
–Usted no para de inventar y le va muy bien: Room Mate Hotels, Be Mate, We Mate... ¿Hace falta más imaginación en el sector?
–España, a diferencia de otros países como Italia, ha hecho bien sus deberes. En los últimos siete u ocho años hemos vivido la época que yo llamo re. Hay ciudades como Málaga o Sevilla que han sabido reinventarse. Vendrá una crisis seguro, pero estoy muy positivo porque nos hemos posicionado a la cabeza de un turismo distinto, ya no es sólo sol y playa, hay turismo de rutas, gastronómico...
–¿Ése es su secreto?
–Creo que sí. Es divertido, no se puede hacer lo mismo siempre. Y en Room Mate nos ponemos en la piel del cliente y sabemos que todos queremos cosas nuevas, nunca nos conformamos.
–¿Aprendió algo del deporte de elite que puede aplicar como empresario?
–Hay dos palabras que yo odio: el éxito y el fracaso. Son efímeras. Eso lo aprendes en el deporte. Para mí el mejor deportista de todos los tiempos, Rafa Nadal, te enseña que gana hoy y mañana empieza de cero. Uno tiene que ser perseverante, no creerse ni el mejor ni el peor. Y el deporte te enseña disciplina, es clave.
–Usted que viaja por todo el mundo. ¿Qué radiografía hace del sur?
–El Sur es un referente. Marbella ha resurgido, Sevilla sigue siendo la punta de lanza. Andalucía se ha puesto las pilas y lo que me encanta es cómo saben ahí enamorar al cliente, eso no se debe perder nunca.
–¿Las mejores ciudades para invertir están ahí?
–En Andalucía y en el norte, pienso mucho en toda la cornisa cantábrica.
–¿Qué ha supuesto la caída del turismo en Barcelona?
–Ha sido mala para todos. No nos confundamos, es malo para la imagen España, es un desastre, tenemos vasos conectantes todas las ciudades. Todos estamos en el mismo barco. Si una ciudad lo hace mal afecta a todos. Asusta. [Hace un paréntesis y lamenta el golpe psicológico que supone la suspensión del Mobile].
–Ahora que tanto se habla de turismo de lujo, como una necesidad para seguir creciendo. ¿Qué es lujo para usted? Room Mate pregona un lujo asequible.
–En esta etapa de mi vida el lujo es que me hagan sentir en casa, sentir bien. Hay que adelantarse a lo que pide el cliente y hoy es posible con toda la tecnología que tenemos, al cliente que le gusta el fútbol pues adelantarle cómo ver o ir a un partido... Antes el lujo era tener una habitación grande, hoy es comprobar que se ocupan de ti como cliente, siempre con respeto.
–Es la filosofía que inspiró Room Mate, ¿no?
–No me gustaba lo que encontraba y creé mi empresa.
–Le he oído incluso hablar de campings de lujo.
–El glamping es posible y terminaremos entrando en los hostales, el cliente quiere experiencias nuevas. Y hemos desarrollado una marca playa, para aportar algo distinto, creemos que no esta todo inventado, entramos con Room Mate Beach en Mallorca y estamos viendo algo en Ibiza.
–Fue un pionero de los apartamentos turísticos, un tema tan demonizado.
–Fui el primer hotelero del mundo que pensé que había que hacer algo distinto en lugar de posicionarse contra Airbnb. Y ahora me dan la razón. Lo que sí sé es que no se debe prohibir. Regular prohibiendo es estúpido.
–Se atreve con todo. ¿Sería ministro de Turismo?
–Yo no. Hay gente muy preparada. Lo que sí creo que es que el Turismo debería tener más importancia, aunque me gusta la visión que tienen la secretaria de Estado de Turismo y la ministra, comparto mucho su visión.
–¿Coquetearía con la política?
–Nunca. Soy empresario y puedo aportar más a la sociedad desde el mundo empresarial. Me atrae ayudar a las personas, pero sin entrar en política, bastante tengo con pagar la nómina cada mes a 1.300 trabajadores.
–¿Y echa en falta una revolución política?
–Estamos en un momento de diálogo en todo. Ya no vale pensar por los demás, hay que preguntarle a la gente, lo que hay que hacder es involucrar a todas las partes. La gente sabe ya de política, de turismo... sólo hay que preguntarle qué modelo quiere.
–Lo que sí le obsesiona es la ecología.
–Hay dos temas que me preocupan: hay que concienciarnos y cualquier pequeña aportación es fundamental y la sostenibilidad humana. Hay que cuidar a los empleados, estamos en una fase más humana.
–¿La ecología es algo más que márketing?
–Sí, lo estamos viendo. El cambio climático existe.
–¿El turismo sostenible es un turismo de más calidad que cantidad?
–Yo quiero calidad antes que cantidad, pero ojo, en un modelo turístico donde quepan todos, todos somos necesarios en la cadena del turismo.
–Cambiando el registro. ¿Cómo le pone nombre a sus hoteles?
–Hay quien dice que son los nombres de mis hijos, mis novios, mis novias... (risas). Hacemos un concurso para elegirlo. Algunos nombres vienen ya establecidos por las connotaciones del lugar. Es un proceso creativo divertido, cada uno se diseña y decora de manera distinta y son únicos.
–¿Usted cómo se define?
–Me gusta creer que soy una persona leal, hiperactiva. Y me gustan los retos, así mantengo mis ilusiones.
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