"En Euskadi no se vende nadie"
Javier Clemente | Entrenador de fútbol
Vizcaíno de la margen izquierda, Javier Clemente Lázaro (1950) hizo carrera como entrenador, con triple hito en el Athletic (dos ligas y una Copa) y seis años de seleccionador nacional (entre el 92 y el 98), después de ver truncada pronto su trayectoria como futbolista por una grave lesión. Pasó por el Español –cuando era con eñe–, el Atlético, el Betis, la Real Sociedad, el Olympique de Marsella, el Murcia, el Valladolid... amén de dirigir a Serbia, Camerún y Libia. Ladra pero no muerde.
–Un compañero cree que usted no es un malas pulgas, sólo un refunfuñón.
–¿Uno de su colegio?
–No, del periódico.
–Ah, un periodista. Soy buena gente, sí. Halago las cosas bien hechas y las malas; eso no es refunfuñar. Normalmente se refunfuña si uno está solo, como un abejorro.
–Dejó de fumar hace más de 20 años, ¿aún lo echa de menos?
–No, pero me gustaba mucho y si me quedaran dos días de vida, fumaría.
–¿Cree en Dios?
–Sí, claro.
–Dijo: "El fútbol de ahora es toreo de salón". ¿Ha perdido autenticidad?
–Nunca he dicho eso porque no sé ni papa y tengo un miedo a los toros de la leche. El fútbol de ahora es de "no me toques que es falta" o "no me empujes que es tarjeta" o "me hago el muerto". Las virtudes de siempre, la lucha, la fortaleza, el choque, son erradicadas a través de los medios arbitrales. Dicen que es para proteger a los habilidosos. Bien, pero ¿por qué no protegen al de mucho poderío en el salto de cabeza?
–Ahora que tanto se habla de racismo y de insultos, a usted lo más suave que le chillaban era "etarra".
–En su tierra, sí. Pero yo ni puto caso. La gente te dice cosas para que juegues mal y, si te gana, te dice que eres un tío muy majo.
–"Clemente no es vasco ni pa Dios", le responde Karra Elejalde a Dani Rovira en Ocho apellidos vascos...
–No es apellido vasco, pero yo sí lo soy. El apellido no hace al monje. Un García puede ser igual de vasco que un Arrizabalaga.
–¿Le escoció la gracieta?
–Me partí el culo de risa.
–El VAR es un coñazo, pero en el codazo de Tassotti a Luis Enrique nos habría venido de lujo.
–Sí, pero igual en aquella jugada el VAR no habría dicho nada porque no hubiera interesado. El VAR enseña lo que quiere. Lo están haciendo muy complicado.
–¿Se lo llevan los demonios cada vez que el portero juega al pie en vez de pegar un voleón?
–Me gusta, pero si los porteros la cagan, les meten gol y su equipo pierde, les está merecido por espabilao. Cada riesgo tiene un precio.
–Dicen las malas lenguas que el entrenador Clemente jamás habría alineado al centrocampista Clemente porque... jugaba demasiado bien.
–Jugaba bien, demasiado no porque hay pocos como Messi. Subí a 10 chavales de la cantera del Athletic y seis eran internacionales. Fíjese si ponía a los buenos que ganamos dos ligas y una Copa. Sin ser un grande, dos seguidas sólo las ganó Ormaechea con la Real. Y en la selección llevé a los mejores. Dígame uno que no llevara.
–No me acuerdo.
–Igual Sanchís. Diga otro.
–No caigo.
–He llevado a los mejores.
–Total, se hubiera llevado a sí mismo.
–Pues sí, me hubiera dado a ganar dinero y hubiese estado muy bien.
–Lo acusaban de resultadista...
–Es de Sevilla, ¿no? Llegué al Betis cuando iba último (séptima jornada de la 98-99). Acabamos undécimos. Le dije a Lopera: "No hemos pasado apuros, no se queje". Y él: "Teníamos que entrar en UEFA". "Milagros no puedo hacer. Hay que fortalecer algo la plantilla". Respondió: "Usted no va a seguir". Al año lo vi: "Don Manuel, trajo a Griguol [fallecido el pasado jueves, días después de esta entrevista], hizo cinco fichajes, gastó un montón de dinero y bajaron a Segunda". ¿Y sabe qué me dijo?
–No.
–"Me equivoqué, no te tenía que haber echado". A veces en Sevilla se vende humo y parafernalia. Otra cosa es el oficio y el rendimiento. Aquel Betis era bonito, con Finidi, Alfonsito, Oli, incluso Denilson, buen jugador aunque un poco mamón, Benjamín, Merino, Alexis... Pues bajaron. Usted dice que soy resultadista...
–No me ha dejado acabar, le iba a hacer una gracia.
–Me gustan mucho las gracias, pero en el fútbol profesional si no eres resultadista, eres un imbécil porque nos pagan para sacar el mejor resultado.
–¿Tras separarse Martes y 13, García y usted fueron la pareja más estable de la España de los 90?
–Siempre hemos sido amigos, desde que aterricé en Madrid con la selección juvenil en el 67. Pero jamás le di una primicia y nunca me la pidió. Yo las daba en las ruedas de prensa a todos.
–Gran aficionado al golf: ¿siente más presión viendo una tanda de penaltis o tirando un putt de un metro?
–Con los penaltis. No meter un putt de un metro me importa un churro. Lo fallo y me digo: "Serás madero, zoquete, no tienes ni idea, dedícate a otra cosa...".
–Un colega tiró un día de mal juego la mitad de la bolsa de palos a un lago.
–Y al día siguiente iría buscarlos porque valen una pasta. Me han dado muchas veces ganas de tirar los palos pero ahí soy comedido y me lo tomo a risa. El golf es un hobby, juego, tomo el sol, paseo, es una gozada.
–¿No falta en el Athletic a un jugador tipo Jon Rahm?
–No podríamos pagar a Jon, no tenemos dinero para ese pedazo de jugador. Rahm en golf está en el nivel de Messi, Cristiano, Mbappé, Neymar... El Sevilla no sé si tiene ese dinero.
–Ni yo.
–Aun así, tiene un entrenador como la copa de un pino. Lopetegui está batiendo récords. Si pierde tres o cuatro partidos, lo querrán echar porque en Sevilla no tienen paciencia cuando las cosas se tuercen.
–¿La política es un deporte de 11 contra 11 en el que siempre gana el PNV?
–En Euskadi sí. Como en el fútbol, gana el mejor. En España ahora con las alianzas, que compro un concejal de aquí, vendo uno de allá, con tanto cambalache igual empiezan a no ganar los mejores. Pero en Euskadi, donde generalmente no se vende nadie, gana el PNV porque es el mejor con diferencia.
–Tiene un yerno periodista. Al conocerse, ¿no se tomó unas valerianas el chaval?
–No, le dije a mi hija: "¿Sales con un periodista? Joder, lo tenemos crudo".
–Y malagueño.
–Eso me da igual. Tontos hay en todos sitios. No tengo manía a un sevillano o a un malagueño. Puedo tenerla más a un vecino mío que a un andaluz. Le comenté: "Es el colmo que mi hija se haya casado con un periodista. Que tengáis suerte". A usted lo estoy atendiendo sin conocerlo de nada, no soy tan ogro con los periodistas.
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