"Japón nos lleva mucha ventaja en el flamenco"

Su imagen es el reclamo del espectáculo El Sol, la Sal y el Son, una producción de Cateto Sentimental que acogerá el Teatro Quintero de Sevilla entre el 8 de septiembre y el 1 de octubre. Diego Carrasco (Jerez de la Frontera, 1954) empezó como guitarrista acompañando a los más grandes. En su trayectoria figuran colaboraciones con músicos como Tino de Geraldo, Carles Benavent, Jorge Pardo, Manolo Soler, Moraíto Chico, Pepe de Lucía, Tomasito o Miguel Poveda. Prepara un ambicioso proyecto, una antología personal de medio siglo de presencia en el flamenco. De Jerez al mundo sin fronteras.

-El sol, la sal y el son. ¿Cuando se pone el sol es cuando sale el son?

-No lo sé. Igual es al revés.

-¿Cómo ha empezado septiembre?

-He ido a El Puerto a la inauguración de una exposición de pintura flamenco-taurina de un sobrino, Luis Márquez. En la plaza de toros de El Puerto, nada más y nada menos. Allí han estado Fernando de la Morena, los Navajita, gente del flamenco y del toreo.

-¿En El Puerto se comprende mejor el lamento de Alberti? "El mar, la mar, ¿por qué me llevaste, padre, a la ciudad"...

-Tenemos que sentirnos muy orgullosos de este rincón de Andalucía, de la magia que tiene El Puerto.

-Allí reinaba su paisano Rafael de Paula, a quien Bergamín le dedicó La música callada del toreo.

-Sí señor, del barrio de Santiago. Don Rafael de Paula.

-Jerez es tierra de contrastes y de personajes que llenan los libros de historia. Desde Primo de Rivera a...

-Eso son palabras mayores. Yo no había nacido. Lo que sí te digo es que Jerez es un sitio donde no hay racismo ninguno. Allí todo el mundo sabe su compás y lo respeta. Tierra de caballos, de vinos, de cante, de solera. Y de la bulería a compás. A compás, cuidado, que bailar la bulería fuera de compás es otra cosa bien diferente.

-En su repertorio figura Los gitanos cantan a García Lorca. Se han cumplido 80 años de su asesinato y está más presente que nunca: pusieron en televisión Bernarda Alba y está preseleccionada para los Oscar Bodas de sangre (La novia)...

-Lorca está vivo en su legado. Es uno de los poetas más flamencos y uno de los que mejor han entendido el mundo de los gitanos.

-¿Es paradójico que la alegría sea un palo del flamenco con historias tan dramáticas?

-La alegría nos lleva a Cádiz, salada claridad. Otro punto neurálgico del flamenco, que es uno y muchos a la vez.

-El festival de Mairena del Alcor ha cumplido 55 ediciones. ¿Pasó por él?

-Más de una vez. Tuve la suerte de empezar tocando la guitarra, nada más y nada menos que hace cincuenta años. Y en esa faceta he tenido el privilegio de acompañar a artistas como Tío Gregorio El Borrico, Tía Anica la Piriñaca, Terremoto de Jerez, Antonio Gades, Lola Flores. Estuve en el primer festival de la Bulería y en la primera Caracolá de Lebrija.

-Agosto es mes de festivales y se han metido de rondón los discursos de los políticos en la segunda sesión de investidura. ¿Una interferencia?

-Es una verdadera pena. De verdad. Yo creo que ese espectáculo, en el peor sentido de la palabra, es una vergüenza; sobre todo, el reflejo que damos en el mundo entero.

-¿Disfrutó en Pamplona en el homenaje a Sabicas?

-Pamplona es muy taurina, eso lo sabe todo el mundo, pero también muy flamenca. Fue una maravilla cantar desde los balcones y comprobar el entusiasmo de la calle.

-Se sentiría como su paisano el torero Juan José Padilla.

-Mi gran amigo. Sólo me faltaba la patilla.

-Hay otro Diego Carrasco que escribió una novela titulada El tesoro japones. ¿Japón es un tesoro para los flamencos?

-Totalmente. Ha permitido abrir el flamenco al mundo entero. Lo he hablado muchas veces con otros compañeros. No sabes cuando vas allí cómo de tratan, cómo se saben tu historia, tu biografía, lo que cantas, lo que no cantas. Los japoneses nos llevan mucha ventaja. Es uno de los países donde más se siente y se vive el flamenco, porque el flamenco es sobre todo una forma de vida y ellos lo saben. Cada vez que voy lo hago con mucha ilusión.

-¿Qué sintió al oír el cante y el toque flamencos en la gimnasia rítmica de los Juegos Olímpicos de Río?

-Ha sido muy emocionante. En los Juegos de Tokio va a ser el hilo musical.

-¿La inspiración le coge trabajando, como pedía Picasso?

-Ahora mismo estoy metido en el estudio en un proyecto en el que he puesto todo mi empeño. Se va a llamar Cincuenta años en familia. Los que llevo en el mundo del flamenco. Estoy repasando toda mi discografía, todos mis trabajos, y voy a tener la gran suerte de contar con la colaboración de muy buenos artistas para repasar una trayectoria en la que se unen el flamenco más ortodoxo con el rock. En esta familia van a estar Miguel Ríos, Alejandro Sanz, Niña Pastori, Estrella Morente, Dorantes, la familia de los Peña, la Macanita, Tomasito, Javier Ruibal.

-¿Cuándo verá la luz?

-Si Dios quiere queremos tenerlo terminado a final de año para presentarlo en enero al festival de Nimes. Seguramente después lo llevaremos a Japón.

-Más paisanos. Caballero Bonald, con Quiñones uno de los escritores que con más rigor y entusiasmo se ha acercado al flamenco...

-Caballero Bonald es un grande entre los grandes. Tuve la suerte de participar en alguno de los programas de Fernando Quiñones en televisión. Cuando era en blanco y negro.

-2016 está siendo un mal año para el flamenco: se fueron Lebrijano, Menese, Juan Habichuela, Paco Taranto. Menudo cartel...

-Me pongo malo.

-Su paisano José Mercé ejerce de madridista. ¿Por dónde respira usted?

-Yo soy del Xerez Club Deportivo. Ahora mismo estamos en el pozo pero de aquí siempre salen futbolistas con mucho arte. En el toque y en el baile.

-Dieguito jugó en el Cádiz y es sobrino de la Paquera de Jerez...

-Mágico González era pura salina de Cádiz, más que de El Salvador parecía de San Fernando. Jerez ha dado artistas del balón como Kiko Narváez o Dani Güiza, que metió el gol del ascenso del Cádiz.

-¿Ha visto muchos Juegos Olímpicos?

-Todo lo que he podido, para desgracia de mi señora, que se quedaba sin ver la novela.

-Es cantaor y showman, un Billy Cristal del flamenco, juglar de un romancero moderno. ¿Cantando la pena la pena se olvida, como escribió Manuel Machado?

-Bastantes problemas tiene la gente como para que salgas tú al escenario con los tuyos. Si tú puedes hace que el que te está viendo se olvide de sus problemas o se ponga más romántico, ya ha valido la pena esta terapia musical.

-¿Trató a Fermín Bohórquez?

-Conozco muy bien el Jerez del toro y del caballo.

-¿De motos o de caballos?

-Más de caballo.

-María Dueñas viajó con su última novela desde México y La Habana hasta una bodega de Jerez.

-Como los cantes de ida y vuelta. La vida misma.